Camino de Invierno | Información

El Camino de Invierno es la ruta jacobea que une Ponferrada con Santiago de Compostela por el valle del río Sil, a través del cual cruzamos –o rodeamos– la sierra oriental gallega por cotas más bajas que las del Camino Francés. Y de ahí su nombre, pues este camino utilizado históricamente por legiones romanas, arrieros medievales o tropas napoleónicas también servía para el paso de peregrinos en época invernal, al objeto de evitar las nieves de O Cebreiro, habituales en los meses más fríos, y los frecuentes desbordamientos de los ríos del valle del Valcarce.

Con sus 263 km hasta Compostela, el Camino de Invierno se presenta como una gran variante alternativa al Camino Francés (si bien por aquí el recorrido resulta unos 56 km más largo). De hecho, desde su bifurcación en Ponferrada el trazado de este camino ya no vuelve a confluir con el Francés, sino que entronca en Lalín-A Laxe con la variante sanabresa de la Vía de la Plata.

El Camino de Invierno cruza cuatro comarcas o territorios de carácter singular: la comarca de El Bierzo (en León), la comarca de Valdeorras (en Galicia, provincia de Ourense), la zona de la Ribeira Sacra (comprende las riberas del Sil y del Miño, en las provincias de Ourense y Lugo), y la comarca del Deza (provincia de Pontevedra).

Una curiosidad es que este Camino de Invierno resulta ser la única ruta jacobea que pisa en algún momento las cuatro provincias gallegas, por lo cual hay quien lo califica –sería un buen eslogan– como el más gallego de todos los Caminos.

El Camino de Invierno, además de tener un pasado milenario, es también una ruta con un gran futuro; son factores clave la proximidad a Santiago (desde Ponferrada podemos llegar fácilmente a Compostela en apenas 10 jornadas), la creciente masificación de otros caminos, así como los atractivos paisajísticos y culturales que atesora.

El número de peregrinos que eligen este camino aumenta año tras año, sobre todo aquellos que ya realizaron el Camino Francés y quieren cambiar de paisajes, o senderistas que desean evitar el bullicio de las rutas más concurridas. A pesar de tratarse de un camino todavía minoritario, es habitual coincidir durante la ruta con otros peregrinos.

Cañón del río Sil

A pesar de su nombre, este camino resulta apto para recorrerlo en cualquier época del año. Eso sí, en pleno verano las temperaturas en la zona del Sil y de Valdeorras suelen ser muy elevadas durante las horas centrales del día, por lo que deberemos salir temprano, protegernos del sol y llevar siempre suficiente agua. En los meses de invierno será conveniente planificar con cierta antelación los alojamientos y recordar que las horas de luz solar se reducen, cosa que deberemos tener en cuenta en aquellas etapas de mayor kilometraje.

Por lo que respecta a la orografía, el Camino de Invierno presenta un desnivel acumulado algo mayor que el recorrido desde Ponferrada por el Camino Francés. A pesar de ello, y aunque algunos tramos transcurren por un entorno de media montaña, sus desniveles serían en general moderados, mucho más asequibles que los de otros caminos más exigentes como el Primitivo, el del Salvador o el Lebaniego-Vadiniense.

Hasta hace unos años, la mayor carencia de este camino era la insuficiente red pública de albergues; ello poco a poco se ha ido solucionando mediante alternativas privadas a precio razonable. A la espera de que se materialicen algunos nuevos proyectos, actualmente ya disponemos de albergues públicos en Ponferrada, Villavieja, Xagoaza, Villamartín de Valdeorras, Quiroga, A Pobra do Brollón, Montecelo (Diomondi) y A Laxe, además de múltiples alojamientos privados (ya sea en literas o por habitaciones); también hay varios ayuntamientos que, si se les solicita educadamente, suelen permitir el uso de su pabellón deportivo. Por supuesto, en esta guía-web de Gronze encontraréis información de todos los albergues (públicos y privados) y alojamientos convencionales (pensiones, hostales, hoteles y casas rurales) utilizados habitualmente por los peregrinos en el Camino de Invierno.

El recorrido específico del Camino de Invierno, desde Ponferrada hasta Lalín-A Laxe, pasa por dos comunidades autónomas y cuatro provincias: Castilla y León (León) y Galicia (Ourense, Lugo y Pontevedra). Las dos jornadas finales por el Sanabrés discurren por la provincia de A Coruña.

La recuperación y señalización del Camino de Invierno ha sido impulsada desde los primeros años del presente siglo por tres asociaciones: la Asociación de Amigos del Camino del Bierzo, la Asociación de Amigos do Camiño de Santiago por Valdeorras y la Asociación de Camiños a Santiago pola Ribeira Sacra, así como por los diferentes municipios por donde pasa su trazado. En el año 2016 el Camino de Invierno fue reconocido oficialmente por parte de la Xunta de Galicia, y se incorporaron al itinerario los tradicionales mojones, ya sea de hormigón o de piedra de pizarra.

En nuestra opinión, la señalización del Camino de Invierno es muy buena en general y el trazado resulta intuitivo; la ruta discurre casi siempre de este a oeste, y hay varios tramos en paralelo al río Sil o a carreteras. De todas formas, en esta guía-web de Gronze os ofrecemos unas pautas del recorrido, con puntos de referencia, distancias kilométricas y algunas recomendaciones.  

El Camino de Invierno discurre por tramos de asfalto, pistas locales y caminos de tierra, de forma bastante equilibrada entre los diferentes tipos de firme; incluso hay un trecho precioso por una calzada romana pavimentada. Cabe reconocer que las etapas con predominio de asfalto discurren, por suerte, por carreterillas locales con escaso tráfico. El entorno resulta siempre agradable, con algunos tramos fantásticos por bosques de castaños, robles y pinos.

Este camino nos permitirá descubrir lugares muy interesantes tanto desde un punto de vista paisajístico como histórico, tales como las singulares formaciones de Las Médulas, fruto de la explotación minera de época romana; castillos templarios como el de Ponferrada o el de Cornatel; diferentes puentes medievales como los de Sobradelo, Barxa de Lor o Monforte de Lemos, ciudad que cuenta además con un interesante casco histórico; bonitos tramos por paseos fluviales o bosques de ribera junto al río Sil, y por supuesto la bajada por una antigua calzada romana al cañón del río Miño, en lo que se conoce como los Codos de Belesar, tramo exigente (tanto la bajada como la posterior subida) y no apto para las bicis.

Asimismo, cabe indicar que este camino recorre una parte de la comarca conocida como Ribeira Sacra, donde se reúne la mayor concentración de iglesias y monasterios románicos de toda Europa; la mayoría se hallan al sur del río Sil, entre los que destaca San Pedro de las Rocas (un tanto alejado de nuestra ruta), cuyo origen fue un eremitorio de anacoretas del siglo VI, y que sería el monasterio más antiguo de Galicia. Pero la expresión Ribeira Sacra está hoy asociada a sus vinos, fruto de cultivos introducidos ya por los romanos, y que constituyen una denominación de origen. A lo largo de este camino atravesaremos otras comarcas productoras de magníficos caldos, como El Bierzo o Valdeorras, ambas también con denominación de origen protegida.