Xacobeo Xove: Panem et circenses, iuvenes dum sumus

Muchos han sido, a lo largo de la historia, los métodos empleados por los gobernantes de todo signo, pero en particular emperadores, reyes absolutos y autócratas de diverso pelaje, para granjearse la afección del pueblo. De aquel proceder han quedado resabios que siguen aflorando en el presente, en forma de generosas dádivas, destinadas a la ciudadanía en general o bien a determinados segmentos de la sociedad. Por supuesto, no se vaya a creer que la acción tiene intereses electorales, dichos regalos son ahora justificados en base a criterios económicos y promocionales, tales como la reactivación de algún destino o sector económico que pase una mala racha.

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Un grupo de peregrinos de camino a la catedral de Santiago de Compostela
Un grupo de peregrinos de camino a la catedral de Santiago de Compostela

Hecho el prolegómeno vamos al lío, como se dice ahora, y este no es otro que el programa titulado Xacobeo Xove (XX), que el mismísimo presidente de la Xunta de Galicia presentó el pasado 25 de junio en Sigüeiro (Camino Inglés).

Por lo visto, algún gurú de las estadísticas detectó cierto desinterés entre la juventud por el Camino de Santiago (las cifras de la catedral no indican tal cosa, sino un progresivo rejuvenecimiento del universo peregrino, ya que un 30% de los que recogen la Compostela tienen menos de 30 años). Y para encarrilar a esta juventud perdida, que prefiere la playa, los bares, los grandes conciertos de verano, los destinos a tiro de piedra en vuelos de bajo coste, los deportes de riesgo o los videojuegos, no se les ocurrió mejor cosa que bonificar a quien haga el Camino de Santiago.

El programa, destinado a quienes ya hayan cumplido los 18 pero que no superen los 30, sin interesar si están estudiando, en el paro o trabajando y ganando una pasta más o menos gansa, ha comenzado el 1 de julio y se prolongará hasta el 10 de diciembre. El montante máximo al que se podrá acceder son 200 €.

Por supuesto, todos sabemos que el Camino pasa por muy malos tiempos, que su crisis es terrorífica y que ya casi no se ven peregrinos por los antaño abarrotados itinerarios, qué pena, penita, pena. Logiquísimo y perentorio, por lo tanto, que el gobierno gallego se plantee esta sabia y oportuna medida para que los pobres hosteleros, que casi ya no recuerdan lo que es una reserva en sus alojamientos y restaurantes, sobre todo en caminos tan vacíos como el Francés, el Portugués, el Inglés, el Primitivo o el Norte, puedan al menos alimentarse de estas caritativas migajas unos meses.

¡Pero no, estamos leyendo mal! Resulta que lo que pretende la Xunta con esta medida es batir todos los récords habidos y por haber (así lo han expresado en la presentación), qué manía persecutoria cansina y enfermiza, y para ello bien gastado está el dinero, ya que numéricamente tendrá más rédito movilizar a unos centenares de jóvenes que haber pagado el año pasado 80.000 € a seis famosillos e instagrammers selfiecos que, al parecer, apenas consiguieron captar peregrinos entre sus millones, eso dicen, de seguidores.

Algunos ya se han puesto a hacer cuentas y, para el caminito exigido de los 100 km que ya se sabe dónde comienza y dónde acaba, la «peregrinación bonificada» puede salir gratis con un presupuesto de 40 € al día, que bien utilizados incluso podrán dejar un buen saldo para cañas y copas.

No obstante, amigos de más de 18 y menos de 30, el bono que tan generosamente os ofrece el papá estado con el dinero de los impuestos de todos tiene sus requisitos. Entre ellos, se indica que cada bono tendrá que ser adquirido en agencias de viajes gallegas adscritas al programa, y que en realidad no se trata de un fondo perdido, sino únicamente de una subvención o descuento, ya que tendrá que realizarse un gasto total de 300 €, de los cuales la Xunta pone los 200 anunciados.

Además, sí, se exige una pernocta de al menos cuatro noches en «establecimientos turísticos del Camino de Santiago», con lo cual si solo se caminan esos cinco días de las famosas veinte leguas, en cada alojamiento habría que gastar 75 € per cápita. En los albergues habría que inflar, y mucho, la cuenta.

Y por cierto, para beneficiarse de la oferta tenéis que estar en posesión del Carné Xove, tarjeta que expide la Xunta de Galicia a los jóvenes gallegos, por lo que ya podéis perder toda esperanza, como decía el Dante, aquellos que no hayáis nacido por aquí. Cómo lo sentimos.

En resumen, que aquí los beneficiados no son tanto los jóvenes, ni siquiera los jóvenes gallegos, que tal vez, a no ser los niños de papá, preferirían hacer su primer Camino en albergues, lo más lógico en esas edades y para estimular la convivencia, sino las agencias de viajes, que venderán sus paquetes o experiencias, como las denominan ahora, según diseños a conveniencia.

Ocurrencias para reforzar el concepto de turismo de masas estival (por algo los extranjeros escapan en gran medida del verano) en el Camino.

Periodista especializado en el Camino de Santiago e historiador