Los 13 mejores edificios-albergues de peregrinos de la red pública gallega

En nuestro listado —aunque siempre es difícil elegir— valoramos, ante todo, el edificio propiamente dicho sin tener en cuenta otros factores:

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Albergue de la Casa Grande de Lusío (Foto: La Voz de Galicia, Óscar Cela).
Albergue de la Casa Grande de Lusío (Foto: La Voz de Galicia, Óscar Cela).

CAMINO FRANCÉS

Albergue de la Casa Grande de Lusío. No es uno de los más conocidos, ya que además de situarse en la variante de Samos, para llegar a él es necesario desviarse unas centenas de metros del Camino, pero posiblemente se trate de la rehabilitación más monumental que se ha realizado en Galicia. Inaugurado en 2010, la rehabilitación salvó de la ruina un edificio originario del siglo XVI y ampliado en los siglos XVIII y XIX, morada del matemático Vicente Vázquez Queipo. Cuando lo visitamos por vez primera con Elías Valiña, en 1986, se caía a pedazos. La obra, con un presupuesto de 2,5 millones, corrió a cargo de los arquitectos Hermo Sánchez, Iglesias Babío y López Veiga. En su interior destaca la antigua cocina, provista de una enorme chimenea cónica similar a las del monasterio de Samos.

Albergue de Ribadiso. En Ribadiso de Baixo, poco antes de llegar a Arzúa, nos pueden la historia y el emplazamiento. La primera porque el conjunto de edificios que dan servicio al albergue, en un alojamiento disperso como los que ahora están de moda, fue un hospital de peregrinos medieval puesto bajo el patronazgo de San Antón, primeramente administrado por las monjas terciarias franciscanas y luego sostenido por la cofradía compostelana de plateros de San Eloy. Función, por lo tanto, recuperada, todo un acierto. La obra pía estaba asociada al paso del río Iso, donde uno se puede bañar, conservándose el puente medieval. Inaugurado en 1993, pese a situarse en una «zona tensionada» es uno de los mejor valorados por los peregrinos.

Albergue de Triacastela. También fruto de la gran campaña constructiva del Xacobeo’93, aquí hemos de valorar, sobre todo, el diseño, ya que los dos pabellones han sabido integrarse en el lugar, a la entrada del pueblo, sin estridencias. Su autor, Celestino García Braña, recibió por él el premio de la VI edición de los COAG de Arquitectura para edificios de nueva planta.

CAMINO NORTE

Albergue de Baamonde. Con sus 94 plazas es uno de los de más capacidad de la red gallega. Se recuperó un edificio de fines del siglo XIX que había sido utilizado como gran cochera de diligencias. Fue inaugurado en el año 2000.

CAMINO PRIMITIVO

Albergue de A Fonsagrada. Dedicado al sacerdote Ramón Rodríguez Mondelo, gran divulgador del Camino Primitivo, abrió sus puertas en 2017 tras la larga y meritoria rehabilitación de la blasonada Casa Pasarín (s. XIX). Se nos antoja como un coqueto y pequeño parador, un oasis en la puerta gallega de esta ruta.

Albergue de San Román da Retorta. Lo que más nos place de este albergue es su emplazamiento, en medio de un robledal o carballeira, y sus pequeñas dimensiones (12 plazas, como tantos hospitales medievales), que lo equiparan a las mágicas casitas de los cuentos infantiles en los bosques. Funciona desde 2008.

CAMINO PORTUGUÉS CENTRAL

Albergue de Redondela. El tiempo no perdona, porque el albergue de Redondela es uno de los más utilizados de Galicia, y a diario sometido a las colas de espera y el desgaste. Pero nada hay que objetar a la modélica rehabilitación de un edificio del siglo XVI, la Casa da Torre, realizada en 1999. El arquitecto, Antonio Amado Lorenzo, fue premiado por el COAG al año siguiente por su respetuosa intervención, que entre otras cosas limpió de anejos sin valor la construcción original.

CAMINO PORTUGUÉS DE LA COSTA

Albergue de Vigo. Acaso para darle en las narices a un alcalde que pasa olímpicamente del Camino, la Xunta realizó una enorme inversión, de 1,6 millones de euros, en la ciudad olívica. Para ello se adquirieron y recuperaron dos edificios arruinados del Berbés, el antiguo barrio pesquero de Vigo, dotándolos de 93 plazas. Inaugurado en 2021, está dedicado a José Manuel López-Chaves Meléndez, primer impulsor del Camino Portugués, en los años 80, desde la Asociación Amigos de los Pazos.

CAMINO INGLÉS

Albergue de Hospital de Bruma. En Bruma fue fundado un hospital de peregrinos en 1140, y su sucesor cumple idéntico cometido, próximo a la unión de los ramales de Ferrol y A Coruña, desde 1999. A un edificio de piedra se añadió una estructura prolongada y semejante de hormigón, con un resultado óptimo para el fin deseado, aunque insuficiente para la actual demanda.

VÍA DE LA PLATA - CAMINO SANABRÉS

Albergue de Cea. Con su eira y curioso hórreo en planta de ele, la Casa das Netas es un edificio tradicional en piedra que fue rehabilitado con acierto en 1999.

Albergue de A Laxe. Aunque este gran contenedor, en muchos sentidos desmesurado, está poseído de una particular maldición, la de los mosquitos, no se puede negar que se trata de una obra espectacular, que solventa las carencias de Lalín y la confluencia del Camino de Invierno en el Sanabrés. En activo desde 2004, también lo ha firmado, como el de Triacastela, Celestino García Braña, y destaca por la combinación de materiales (piedra, madera, metal, cristal) y sus amplios y variados espacios, entre los que también se incluye una terraza.

CAMINO DE INVIERNO

Albergue de Diomondi. En nuestra modesta opinión, este albergue solo es comparable al de Lusío en lo que atañe al esfuerzo rehabilitador. Nos encontramos en lo que fue palacio medieval de recreo, durante los veranos, para los obispos lucenses, y además adosado al templo monástico románico-gótico de San Paio de Diomondi (s. XIII). Todo un lujo, con un coste próximo al millón de euros, para esta primera entrega en el Camino de Invierno. Operativo desde 2022, es justo reconocer el mérito del arquitecto Justo Portela, aunque calentar las dependencias es faena casi imposible con los actuales sistemas.

PROLONGACIÓN A FISTERRA Y MUXÍA

Albergue de Olveiroa. No fue este un albergue de iniciativa autonómica, sino del ayuntamiento de Dumbría, que adquirió en la aldea de Olveiroa varias casas de piedra, entre ellas la antigua escuela, para dedicarlas a albergue en 2001. Más tarde, el conjunto se sumó a la red pública del Xacobeo. Un edificio sirve de recepción, otro de cocina-comedor, y el tercero y más capaz de dormitorio. La actuación insufló nueva vida en el deteriorado núcleo, que ha florecido con otras iniciativas de alojamiento y restauración.

Periodista especializado en el Camino de Santiago e historiador

Comentarios
Sofía
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Hay albergues preciosos. Impactante me pareció el cúbico colorido albergue de Conco Dumbria del mismo arquitecto que el cementerio, que en rural gallego esa explosión de color y formas es una genialidad total.
antareskorpius
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En el Camino Primitivo te ha faltado el de As Seixas es impresionante de arquitectura rural y unas pedazo piedras. De toda tu lista mi favorito desde la primera vez que estuve es el de Ribadiso.