La Ruta de la Lana desde Cuenca, 2012

Nombre: 
Joaquín Caro Acevedo
Cómo: 
A pie
Cuándo: 
Agosto de 2012
Recorrido: 
De Cuenca a Burgos
Experiencia: 

Cumpliendo con nuestra intención de recorrer Caminos alternativos al Francés, huyendo de aglomeraciones y turigrinos y buscando siempre la compañía de Dª Sole, optamos el año pasado por terminar La Lana.
El Camino cubrió todas nuestras expectativas con creces, dejándonos con ganas de repetir.
El trabajo de las asociaciones es de diez. La hospitalidad, quizás porque los pueblos no están todavía picardeados habría que escribirla con mayúsculas. Como anécdota, indicar que en una de las etapas nos abordó el alcalde mientras comíamos para darnos la bienvenida y agradecernos el haber elegido su localidad para descansar.
El resto lo dejo para que lo descubráis.

Dificultad: 

Dada la fecha (Agosto) y las distancias que hay que recorrer tuvimos que trabajarnos cada sello de la credencial, pero no lo calificaría de especialmente duro. El terreno es bastante llano, con pocos desniveles y ninguno significativo. En fechas más frescas no debe ofrecer ninguna dificultad.

Señalización: 

La señalización es buena en general. Hubo un pequeño punto negro en la provincia de Soria que al parecer ya han subsanado. El extravío nos supuso apenas 1 km extra.

Albergues: 

En ese sentido, la cosa está un poco más floja que en otros Caminos, pero lo suplen con lugares de acogida como polideportivos, salones de actos del Ayuntamiento. Tuvimos que echar mano de pensión en dos ocasiones.

Sugerencias a los futuros peregrinos: 

Entiendo que lo que vale para unos, puede no valer para otros, pero yo aconsejo que os amanezca siempre en el campo, fuera de los núcleos urbanos. Para mí disfrutar del despertar de la naturaleza es un regalo al que no estoy dispuesto a renunciar.
Los lugareños están deseando pegar la hebra con forasteros. No renunciéis a un rato de cháchara con ellos, ya sea en los bares de los pueblecitos o con un pastor a la sombra de un árbol.