Etapa 8A: A Ramallosa - Vigo (camino oficial) | Recorrido

0,0

6,6 km

Tras atravesar el puente románico de A Ramallosa, los que decidan seguir el camino oficial –con flechas amarillas– deben cruzar la Av. de Portugal y continuar de frente por la Rúa Damas Apostólicas, en ligero ascenso. Al cabo de 300 metros pasaremos ante la puerta del Pazo das Pías, un gran caserón histórico reconvertido en hospedería y albergue privado.

Bordeamos por la derecha el jardín del pazo, para continuar en ascenso por el Camiño da Cabreira, entre casas y altos muros de piedra; sin dejar el asfalto superamos un bosque de eucaliptus, y acto seguido giramos a la izquierda por la Rúa Manuel González Prado, por la que llegamos a un cruce urbano con un semáforo y un cruceiro; tomando la bocacalle de la derecha llegamos al cabo de 150 metros ante la bonita iglesia de San Pedro de A Ramallosa, con su cementerio al lado.

1,6 Iglesia de San Pedro de A Ramallosa. Las flechas nos llevan por una callecita estrecha con pavimento de hormigón, y siguen por la Rúa Soleiro y el Camiño da Camesella, siempre entre muros de fincas, antiguos edificios de piedra y sus hórreos, en un tramo muy entretenido. Al llegar a una pequeña rotonda tomaremos la acera de la izquierda, por la cual llegaremos a una rampa-pasarela metálica para peatones, de color azul, que cruza sobre la autovía AG-57.

Seguimos y, tras superar otra rotonda, pasaremos bajo el instituto de Val Miñor y en breve cruzaremos una calle de dos sentidos; después de una subida por el Camiño da Rectoral giramos a la derecha por la Rúa do Casás, hasta una calle más ancha donde vemos la entrada a la casa abacial de Nigrán. Justo enfrente comienza el Camiño da Dehesa, entre pinos, por el que llegamos a otra avenida; continuamos de frente, subiendo en zig-zag por la estrecha Rúa da Nogueira hasta al Camiño Comesaña, asfaltado y entre árboles, que seguimos a la izquierda; llegaremos a un desvío a la derecha, que asciende por un camino de tierra con losas de piedra, en un tramo muy bonito tras el cual volvemos al asfalto, muy cerca del Motel Orinoco; por el Camiño Vello desembocamos a la carretera PO-552 de Baiona a Vigo, junto a una parada de autobús, en el núcleo de Priegue.

5,0 Priegue.

6,6

4,8 km

Seguimos la carretera, muy transitada, apenas 100 metros; la dejamos por una calle a la derecha y en subida, con buenas vistas sobre las islas Cíes.

Al cabo de 800 metros volvemos a bajar a la carretera general, junto a la rotonda de Saiáns; pero ni siquiera la tocamos pues de nuevo las flechas nos indican a la derecha, en fuerte subida de asfalto por el Camiño Cal do Outeiro, que coincide con el GR-53. Entre árboles llegamos a una antena y seguimos de frente, para enseguida torcer a la derecha por camino de tierra, en un tramo de bosque francamente bonito y con buenas vistas sobre la costa.

Al cabo de 900 metros por este camino llegamos a una carreterita asfaltada, pero tras seguirla unos minutos volvemos de nuevo a un camino de tierra por el bosque, en suave bajada y a menudo con barro, que lleva hacia los molinos de Gontade y desemboca detrás de unos bloques de viviendas (urbanización das Roteas), donde está marcada una bifurcación.

3,8 Bifurcación variante de O Freixo: Atención, pues en este punto arranca una variante señalizada que lleva al albergue-refugio de la asociación de vecinos de O Freixo, que está a 5,3 km de camino desde la bifurcación; es una ruta alternativa que ha marcado con flechas verdes el incansable peregrino Luis Martínez Portela –aunque todos le conocen como Luis do Freixo–, alma mater de los caminos jacobeos del norte de Portugal y en especial del Camino Portugués de la Costa. Esta variante, que arranca hacia el este –a la derecha– por el Camiño do Fragoselo, es 4,9 km más larga y presenta algunos repechos, pero discurre por agradables zonas de bosque. Quien tome esta ruta podrá enlazar de nuevo con el camino oficial en el parque de Castrelos, a la entrada de Vigo.

El camino oficial sigue de frente entre los árboles, pasando por detrás de una nave, tras lo que se baja de nuevo a la carretera general, con tráfico pesado; seguimos por ésta con precaución hasta la iglesia de San Salvador, en el centro del núcleo de Coruxo.

1,0 Coruxo, iglesia de San Salvador.

11,4

2,6 km

Seguimos las aceras de la carretera durante un tramo urbano totalmente anodino de 1,1 km, hasta dejarla por el estrecho Camiño da Pitasia a la derecha; pasamos bajo un viaducto de la autopista y, una vez lo superamos, las flechas nos indican seguir por una pista de tierra.

En breve nos adentraremos en una zona semirural con granjas y casas, donde veremos un fotogénico cruceiro que se alza sobre un penedo o roca granítica, probablemente un lugar sagrado desde tiempo inmemorial. Entramos en el núcleo de Santo André de Comesaña y llegamos ante la iglesia, con su torre estilizada y su cruceiro.

14,0

1,6 km

Seguimos por la calle principal; al cabo de 300 metros torcemos a la derecha por el Camiño Vello y el Camiño de Sanín, hasta cruzar un túnel bajo el ramal de autovía que lleva a la fábrica Citroën; seguimos entre huertas y casas, con buena subida final hasta el centro de San Pedro de Matamá, donde se halla la iglesia, pequeña pero muy bonita, con una torre y un balcón abalaustrado.

15,6

7,0 km

Pasamos ante la iglesia y tomamos el Camiño Real, con vistas panorámicas sobre la ciudad de Vigo. Las flechas nos llevan por un rosario de calles hasta la valla de la gran fábrica de coches del grupo PSA-Citroën, que bordeamos por la derecha; pasamos un tramo sumamente feo por un camino bajo torres y líneas de alta tensión, a lo largo de la valla de la fábrica y en paralelo al cementerio de Pereiró.

Salimos a la Av. do Alcalde Portanet, junto al estadio de Balaídos, y la cruzamos por el semáforo; seguimos a la derecha entre bloques de viviendas, en cuya trasera descubrimos los restos de un pequeño puente romano o medieval que antaño salvaba el cauce del río Lagares, si bien ahora discurre a pocos metros. Pasamos por detrás del último bloque, cruzamos otra avenida y entramos en el parque de Castrelos.

2,0 Parque de Castrelos. Lo atravesamos siguiendo el curso del riachuelo –rego–, recorrido que continúa por la senda fluvial del Lagares habilitada para paseantes, runners y ciclistas, un verdadero oasis verde a la entrada de la urbe.  

Tras 900 metros dejamos la senda y cruzamos una calle, enlazando inmediatamente con un nuevo tramo de camino de tierra por el bosque de ribera junto al curso del Lagares (podemos ir por cualquiera de las dos márgenes del río). Finalmente lo dejamos girando a la izquierda por una pista de asfalto que pasa bajo la circunvalación y sigue en franca subida por la Baixada á Salgueira, entre huertas y casas. Giramos a la derecha por la Rúa do Carballo, por la cual seguimos hasta la iglesia del colegio San José de Cluny; aquí las flechas nos llevan a la izquierda por la Rúa Emilia Pardo Bazán, y por ésta podemos seguir hasta la Gran Vía (pasando ante el Kaps Hostel, muy frecuentado por peregrinos) y la plaza España. Desde allí hasta el centro de Vigo (Rúa Urzáiz, Rúa do Príncipe –bulevar peatonal considerado el eje comercial de la ciudad– y plaza de la Porta do Sol) todavía queda algo más de 1 km, ya sin apenas flechas o muy pequeñas en adhesivos.   

5,0 Vigo. Porta do Sol.

22,6