El GR adquiere tintes cómicos al desaparecer, ¡buena forma de lavarse las manos!, en el sector coincidente con la nacional entre Borce y Urdos, especialmente problemático al pie del Fort du Portalet. En breve, sin embargo, será solventado este obstáculo con una espectacular intervención: la de una pasarela volada sobre el valle que, a buen seguro, se convertirá en un acicate para revitalizar tan alicaído itinerario. Después de Urdos, último pueblo del Béarn, la nueva traza evita la N134, discurriendo en parte, con una dura subida final, por el Parque Nacional de los Pirineos: sublime despedida de Francia.