Etapa 50: Aigle - Saint-Maurice (Valais) | Recorrido

Por la gran explanada de la Place du Marché tomamos la Av. du Cloître hasta el barrio homónimo, con su antigua iglesia románico-gótica de Saint-Maurice y alguna taberna. De aquí se sube al castillo, que a medida que nos alejamos nos proporciona un impresionante encuadre con los viñedos en primer plano y los Alpes al fondo.

Donde concluye la viña comienza el bosque, en fuerte cuesta arriba a través de la reserva forestal de La Glaivaz. Cruzamos un par de veces la vía de montaña a Les Diablerets, recorriendo un hayedo por el Sentier de Provence. Desde un banco panorámico, entre pinos y acebos descendemos precipitadamente (hay escaleras) hasta Ollon, con alguna tienda de comestibles cerca de la iglesia.

Desde este pueblo, grande y compacto, la VF parte un tanto oculta por la Rue du Château, pero en vez de seguir hacia el castillo se toma el Chemin de la Roche. Pronto nos topamos con otro exigente ascenso entre viñedos, que más adelante bordea el bosque y depara una vasta panorámica sobre el valle del Ródano.

Tras cruzar la carretera que conduce a Antagnes, seguimos el Sentier du Pèlerin entre hayas y otras especies, auténtico túnel vegetal que se prolonga hasta la moderna granja de La Fin du Buit.

Entrando en Antagnes es preciso estar atentos para tomar a la derecha el Chemin de la Combe, que por la aldea de Les Fontaines desciende hasta la abadía de Salaz, que cuenta con un gran dominio vinícola.

3,4 Abadía de Salaz. Enseguida cruzamos el río canalizado de La Gryonne, prosiguiendo a su vera bajo la arboleda de galería que lo acompaña. Ya cerca del Ródano, en el que desagua, pasamos bajo la vía del tren y sobre la A9 para acompañar ahora, aguas arriba, al Ródano. Lo hacemos hasta encontrar el segundo puente que lo cruza, por el que entramos en Massongex y cambiamos de cantón: del Vaud al Valais.

6,3 Massongex.

Desde la iglesia, con varios cafés y restaurantes en derredor, se sigue hasta la gare y aquí, ya estamos habituados, otra vez en paralelo a la vía hacia un estrechamiento del valle, auténtico desfiladero. En este momento se aproxima a la Route 146 o du Simplon, continuando peregrinos, tráfico rodado y trenes en amor y compañía hasta el castillo de Saint-Maurice. 500 m después ya nos recibe Saint-Maurice con su abadía.