En bicicleta de Santander a Santiago por el Camino del Norte, 2013
Nombre:
Natalia Porras Ortiz
Cómo:
En bicicleta
Cuándo:
Junio de 2013
Experiencia:
Camino del Norte: Una de las mejores experiencias que he tenido en mucho tiempo, me ha encantado atravesar Asturias, ver pueblos de encanto y playas preciosas, conocer un poco de Galicia y gente maravillosa y, sobre todo, conseguir un reto que sabía que iba a ser duro. Me fui sola y quise darle un homenaje a mi padre con la bici que me dejó en su ausencia hace 10 años.
Dificultad:
Me ha parecido duro al principio, porque las etapas son bastante largas y hay pocos albergues intermedios (para los que van andando debe ser más). Además está muy poco transitado y en su mayoría es gente extranjera (muy amable, por cierto). En caso de lluvia, no merece la pena ir por los caminos porque está todo embarrado y no se disfruta, a no ser que se lleve una bici muy buena y poca equipación encima. En mi caso, he optado ir por carretera en algunos tramos para mayor seguridad, ya que iba sola.
Señalización:
La señalización bastante buena, solo alguna vez me he perdido pero interpretando los números de la carretera (por ejemplo: N-634) y conociendo el siguiente pueblo por el que hay que pasar, es fácil salir del paso.
Albergues:
Entre etapa y etapa, hay unos cuantos, si bien es verdad que dan prioridad a los/as peregrinos/as que van a pie, pero como iba sola con mi bici, me dejaron entrar en todos (es la suerte de ir sola, ya que si vas en grupo, hay que buscarse más la vida).
Uno de los mejores albergues es el de Vilela, ya entrando en Galicia, pasando Ribadeo. Está a unos 7 km en el alto de Vilela, y es espectacular por las vistas, lo solitario, cómodo y tranquilo que es. Además estaba muy limpio, cuesta unos 8 euros y tiene restaurante por si quieres comer o cenar.
Me gustó mucho el albergue de Almuña también, cerca de Luarca, el hospitalero muy amable y algún otro, pero en general, muy bien.
Sugerencias a los futuros peregrinos:
Cuando llueve, si vas en bicicleta, puedes llevar unos escarpines, de esos que se ponen para hacer surf. Se aguanta muy bien el frío y si tienes un buen pedal, no te resbalas y tampoco ocupa demasiado espacio. También puedes ponerte unos periódicos en el pecho para mantenerlo seco y hacer de cortavientos casero; es muy útil si te ves apurado/a.
El pueblo de Novellana, es una parada obligatoria de Asturias. Novellana recibió en 1992, junto con Soto de Luiña, el Premio Príncipe de Asturias al «Pueblo ejemplar» con tan solo 218 habitantes.