Figeac
Saint-Jean-Mirabel | » 6.9 km » | Figeac | » 4 km » | La Cassagnole | |
Etapa 11: Livinhac-le-Haut - Figeac | Etapa 12: Figeac - Cajarc |
Notas destacadas
Los mercados al aire libre, con presencia de muchos productores locales, tienen lugar la mañana del sábado (el segundo y último del mes es una feria, con más concurrencia, y dura hasta las 17:00). Los puestos se instalan en las plazas del casco antiguo (Barthal, Vival, Carnot, Champollion) y la Rue de la République. |
|
Para la compra, en el centro están el E. Leclerc Exprés, muy surtido en la esquina Clermont/Gambetta (de 8:30 a 19:30, cierra domingo), y un Casino Shop en la Place Carnot (en temporada abre a las 7:30). |
|
Por su cálida acogida, en régimen de donativo y atendido por hospitaleros voluntarios, el Carmel es uno de los albergues más singulares de este camino. Un único problema: ¡sólo tiene 8 plazas, por lo que conviene reservar…, y tener mucha suerte ese día! |
|
Resulta sorprendente su conjunto histórico, sin par en el Camino dada su dimensión y el gran número de edificios medievales que conserva repartidos por sus calles, algunas muy estrechas y con pasadizos abovedados, y singulares plazas, como la dedicada a Champollion. Muchas de estas construcciones del Medievo, con su estructura de madera, ladrillo y barro, muestran voladizos con los que ganaban espacio habitable (en francés à colombages). |
|
Ciudad natal de Jean-François Champollion (1790-1832), hijo de un librero establecido en la localidad, cuya fama como egiptólogo, y conservador de la colección egipcia del Louvre, se debe a que consiguió descifrar, a través de la piedra de Rosetta, los jeroglíficos. La plaza Champollion y el Museo Champollion en la que fue su morada familiar, dedicado a las escrituras del mundo —en el suelo de su patio, Joseph Kosuth reprodujo fielmente la piedra de Rosetta en granito negro de Zimbawe—, recuerdan a tan ilustre vecino. |
Cultura e Historia
El origen de la ciudad se remonta a la fundación del monasterio de Saint-Sauveur, acaso anterior pero certificada en el s. IX por monjes benedictinos procedentes de Conques. Situada en una encrucijada viaria, Figeac explotó su vocación comercial desde el Medievo, y en particular el mercado de lujo (especias, telas), lo que enriqueció a algunas familias que gobernaron la plaza, en permanente conflicto con los abades, a través de cónsules y con el apoyo del rey. Los calvinistas tomaron la villa en 1576, metiendo a la hoguera a muchos católicos, y se hicieron fuertes en su ciudadela.