Etapa 5: Lucca - Pisa

Tanto Lucca como Pisa son dos bastiones del turismo cultural toscano, destinos abarrotados de visitantes. Sin embargo, el espacio comprendido entre ambos es un territorio prácticamente ignoto, el ámbito del peregrino. La planicie no ha sentado definitivamente su reinado, y en el comienzo será preciso superar tres pequeñas cotas, por colinas boscosas y tramos de gran belleza, hasta Ripafratta. Las iglesias vuelven a ser los eslabones que aportan sentido al camino, y a la vez lugares en los que detenerse a descansar. La vecindad del Serchio, y cuando no el río sus canales, amenizan la segunda mitad del recorrido. Por desgracia, la llegada a Pisa no es afortunada, pues coincide con carreteras nada recomendables para un caminante. El premio será llegar a la ciudad exactamente junto a la catedral, con su baptisterio y la célebre torre inclinada.