Albergue de peregrinos de Riego de Ambrós - Comentarios

Estuve en octubre y el lugar estaba muy tranquilo, la misma paz y harmonía que se respira en este pueblo del Bierzo. El Albergue de Peregrinos de Riego de Ambros está dirigido por Olivier que es el cocinero que prepara magníficas cenas con postres de elaboración propia. El Albergue está frente a la Plaza de San Sebastián y una fuente. Tiene unos grandes ventanales y dos pequeños jardines, el tiempo pasa lentamente y resulta muy agradable leer en la luminosa galería. Un oasis de armonía y un lugar propicio para la conversación con otros peregrinos. Aquí la atmósfera creada por Olivier nos hace sentir la fraternidad qué anhelamos los peregrinos a Santiago antes de iniciar el viaje y que tan difícil resulta de encontrar entre tanto runner, jogger, blogger, youtuber, instagramer, influencer, etc...etc...

Very kind and helpful hospitaliero. Nice place, beautiful village.

Albergue en pueblo muy tranquilo, hospitaleiro amable y buenas instalaciones. Gracias Olivier por la acogida! Hay un bar/restaurante muy cerca que está de maravilla.

L’hospitalero è molto simpatico e affabile. Le camere sono da 2 e da 4, riservate. Sono fresche. La struttura pulita. L’hospitalero offre a soli 7 euro la cena abbondante.

I liked it here, as I value privacy and quiet. They have little divisions of 2 bunkbeds each, not many people around so each of us ended up having one division to ourselves, owner was very nice. I don't think there was wi-fi but separate bathrooms/toilets with plenty of hot water, a kitchen and a little garden.

El precio ahora son 8€. +: El hospitalero muy simpático y el pueblo, literalmente me enamoré. El albergue también es bonito y da mucha paz. -: si alguien va al baño por la noche y no se preocupa mucho por los demás y enciende la luz, hay luz en todo el dormitorio... Aún así lo recomiendo mucho y dormí bien

El albergue es la antigua casa del cura que fue restaurada, tiene mucho encanto y es realmente acogedor y tranquilo. Tiene un patio con arbolitos donde se está muy a gusto. El hospitalero es súper agradable y te ayuda en todo lo que puede, su señora un encanto también, con gente así y sitios como éstos da gusto hacer el Camino. Muy cerca hay un restaurante donde se come muy bien y con unas vistas maravillosas. Merece mucho la pena hacer parada aquí.

Todo muy bien organizado y limpio. Un ambiente muy tranquilo y relajado. La persona que me atendió fue muy amable y me dio toda la información necesaria.