Albergue de peregrinos de Cicera - Comentarios

Hacia frío ya que no funcionaba la calefacción pero la hospitalera lo solucionó con un radiador eléctrico. Quizás haría falta un poco más de mantenimiento en la limpieza para poner un punto de mejora. Atención de hospitalera y recomendaciones de que visitar por la zona como la senda mitológica y el mirador, gracias!

Sin lujos pero suficiente. Lo de Gregor en el bar de mucho mérito implicado con los peregrinos y en nuestro caso abrió a la 7 de la mañana para dar desayunos. Muchas gracias

No pudimos alojarnos por estar completo pero la encargada nos ofreció dormir como fuese, finalmente nos fuimos a Cabañes pero no queremos dejar de agradecerselo, fue muy amable. Quiero aprovechar para pedir que dejen claro en la web que necesita reserva ya que no está incluido en los datos generales. Gracias

Me parece un albergue mas que correcto. Sin lujos pero adecuado a lo que buscas en estos sitios, que no son hoteles. Precioso pueblo. La cena se hace en el bar del pueblo. No es barata para lo que ofrece (18€) pero bien atendidos. El desayuno es en otro bar. Hay que llamar el dia antes para reservarlo. Cuesta 4’5€ y desde luego no rs nada barato (3 rebanadas de pan y cafe), pero por lo menos dan el servicio.

Tendría que haber dormido el día 18 de Mayo del 2023. Por motivos muy personales no lo pude hacer y ya tenia la reserva La llame por teléfono estaba en el medico y no me pudo atender, al ratito me llamo ella y la explique el motivo por el cual no me podía quedar y que le hacia un Bizum o una transferencia Me sentía mal ya que la tenia reservada y me daba remordimientos hacerla esta faena y con toda educación y respeto me dijo que no que estuviese tranquilo la verdad es que gracias a l@s hospitaler@rs podemos hacer el camino por lo tanto super agradecido a esta señora y la vuelvo a pedir disculpas y a darla las gracias

Ьuy sucia. Si es posible, no te alojes aquí.

No se puede recomendar este albergue, por que aunque cobren solo ocho euros, no es funcional para los peregrinos. A primeros de Octubre de 2022 en el pueblo de Cicera no hay ningún establecimiento que se pueda comprar comida o tomar algo, con lo que hay que hacerse la etapa con la comida encima. El albergue necesita un repaso en cuanto a colchonetas de dormir, realmente sucias, aunque dan sabana bajera, pero aún así da cosa acostarse. La ducha pequeñísima y de cortina, muy incomoda. Los utensilios de cocina ya tienen bastante uso y del frigorífico mejor no hablar. Lo mejor Roció que atiende muy amable. Espero que los responsables respeten más a los peregrinos de cara al año jubilar, por que además aquí no hay alternativa.

Vamos a ir paso a paso. Uno entra al albergue, mira a su izquierda, y ve un sofá lleno de mierda, sobre el cual uno se sentaría en última estancia. Seguimos adelante en el pasillo y a nuestra derecha, encontramos el despacho de Rocío, de quien hay que decir que es muy correcta. (lo único bueno). Avanzamos al fondo del pasillo, la cocina con suerte no es devorada por las cucarachas, poco más que decir sobre ella. Antes de la cocina, está el comedor a mano izquierda, con decirte que una mesa tenía roída la pata te lo digo todo. Por último, y dejando lo mejor para el final, tenemos la guinda del pastel, dos sucias plantas en las que, entre moscas, tenemos lo que son las habitaciones. Las camas tienen manchas de un color amarillento, dichos roales no prestan confusión sobre su origen, pues uno concluye que son producto del sudor de otros clientes. Esto hace a uno estremecerse del asco y la grima. Siguiendo en el ámbito de la cama, tienen la cortesía de ofrecerte una manta para taparte, cuyo olor no es otro que el de la mierda. Uno prefiere pelearse de frío antes que echarse dicha ¿manta? Mencionar que los baños dan asco, pues el agua rebosa de la propia ducha, cuya cortina no desearías tocar ni en tus propias pesadillas. Y no se te ocurra ir al baño por la noche, pues como no seas capaz de ver en la oscuridad, o lleves una linterna, poco vas a ver, pues no hay luz, así que lávate los dientes pronto y a la cama, porque hasta que el sol no vuelva a salir no vas a querer entrar ahí. Cuento con una anécdota que resulta hasta poco sorprendente, viendo lo visto (o leyendo, jeje). La situación me tiene a mí tumbado en la parte de abajo de la litera; entra un hombre en la habitación dispuesto a hospedarse y descansar. El amigo no tiene otra idea que tomar la cama de arriba de la litera de al lado mía (estando la de abajo libre), y cuando está a punto de subirse, se cae la cama. Llega a haber alguien abajo y me pregunto quién le explica al familiar de dicha persona que ha sido aplastado por una cama de arriba de una litera. (Aunque no sé si culpar el peso del hombre) No soy un príncipe, pero respeto mi dignidad como persona, y como peregrino. Gracias

Muy básico, aunque con cocina suficientemente equipada para prepararse algo. En Quintanilla hay un pequeño supermercado en el que abastecerse (importante los lunes, ya que parece que es la fiesta semanal del bar del pueblo) . Ojo, que según parece el super solo abre por las mañanas.