De Samos a Santiago, 2016

Septiembre de 2016, mi segunda experiencia en el Camino de Santiago, en esta ocasión, no en solitario sino acompañado de mis queridos amigos, Gandalf y Puerta Corredera, al frente de la logística, Croquetas. Atendió al siguiente entramado, unos 130 Km desde la localidad de Samos en Lugo, hasta Santiago de Compostela, A Coruña, cuatro etapas y media, toda una experiencia social, gastronómica y cultivadora.

Partimos en Samos, donde se debe hacer una visita imprescindible, el Monasterio de Samos, y no perderse la comida casera y el churrasco de la Taberna O`Gayo. Una media ruta de 14 Km aprox. hasta Sárria, donde pernoctar, un albergue sin lugar a dudas, Puente Ribeira. 

Al día siguiente, una ruta de 29 Km aprox. hasta el pequeño pueblo de Gonzar, el albergue, Casa García, no perderse su comida casera, sus huevos de corral y su caldo gallego. La parada en Portomarín, no perderse la comida casera y el pulpo del Restaurante Pérez. 

Al día siguiente, una ruta de 32 Km aprox hasta la localidad de Melide, un albergue, San Antón, y un festival de pulpo en los Restaurantes A Garnacha y Ezequiel, en este último prohibido salir sin probar la tarta de queso. Un parada en este trayecto, un bocadillo de lacón y pimientos en el bar A Brea. 

Al día siguiente una ruta de 32 km aprox hasta O Pedrouzo, una curiosidad en el camino, la historia del Húngaro Roland y su burro Rocinante. El albergue, Cruceiro de Pedrouzo, que si bien no está mal, los hay mejores, una parada para comer, la comida casera del Restaurante O ` Mesón, en A Brea.

Al día siguiente una ruta de 20 Km aprox. hasta la ansiada Plaza del Obradoiro, un hostal, Residencia Blanco, una parada imprescindible de pulpo, ribeiro y empanada gallega a las puertas de Santiago de Compostela, Restaurante Tangueiro. Para comer en la ciudad, Restaurante Los Caracoles.

Una recomendación importante, desde Sarria, realizar el camino en cinco días, no en cuatro etapas, socializar socializar socializar, comer, en Galicia se come realmente bien, y aprender, sin darse uno cuenta te conviertes en un auténtico Bob Sponja y esto es toda una suerte, Buen Camino, y hasta mi tercer Camino junto a mi madre muy próximamente...