Etapa 7M: Lucena - Doña Mencía | Al Loro

Distancia: 
24,9 km
Duración: 
6 h
Dificultad: 
2
Paisaje: 
2

Una jornada sin apenas desniveles y sin pérdida posible. La única dificultad será, para los más despistados, localizar las flechas por las calles de Lucena desde la iglesia de San Mateo hasta incorporarnos a la Vía Verde (encontrareis el itinerario, calle por calle, en la pestaña Recorrido y en nuestra app Gronze Maps).

La etapa carece de sombra; tampoco encontraremos fuentes a pie del camino, por lo que será imprescindible llevar suficiente provisión de agua y un buen gorro.

Hoy caminaremos por la Vía Verde del Aceite (denominada también Vía Verde de la Subbética), itinerario habilitado para ciclistas que recupera el trazado y los viaductos del antiguo Tren del Aceite.

Esta línea de ferrocarril, construida entre 1876 y 1893, unía Linares (en la provincia de Jaén) y Puente Genil (Córdoba), en un trazado de 175 km cuyo tráfico era mayoritariamente de mercancías, en especial minerales y aceite; disponía de quince estaciones, decenas de viaductos metálicos y tres túneles. El declive de la línea comenzó a mediados de la década de 1970, hasta ser desmantelada en 1984.

El firme de la Vía Verde es a base de asfalto salvo, en ocasiones, una estrecha franja lateral de tierra compactada o gravilla: perfecto para los ciclistas, que avanzarán muy rápido… pero no tanto para los peregrinos a pie, pues este tipo de pavimento acaba recalentando la planta de los pies.

Nuestra ruta bordea la localidad (de 20.000 habitantes) siguiendo el trazado de la Vía Verde. Es posible desviarse hasta el centro de la villa, situado a 2,5 kilómetros, ya sea para tomar algo, hacer compras o para pernoctar, y retomar el recorrido oficial un poco más adelante, sin necesidad de volver atrás (la vuelta incrementa la distancia en 3,1 km).

En junio de 2024 se inauguró un albergue con bar-restaurante en la antigua estación, al pie de la Vía Verde y del camino, un alojamiento orientado a ciclistas, senderistas y peregrinos.

En el kilómetro 17,3 de la etapa atravesaremos un túnel sin iluminación de 139 metros de longitud; no es necesaria la linterna, pues desde la entrada ya puede verse al fondo la luz de la boca de salida.

En los últimos kilómetros de la etapa veremos varias esculturas con bicicletas pintadas de colores, que incorporan versos o poesías breves cuyo autor es Manuel Luque Tapia, escritor menciano que ha recibido múltiples premios. Si os gustan sus poemas (a nosotros nos parecieron extraordinarios), podéis pasar a saludarle en la minúscula barbería de la calle Hospital, 4, junto a la iglesia, pues don Manuel es el barbero del pueblo, como ya lo fueron antes su padre y su abuelo; según confirman los vecinos, es tan bueno con las tijeras y la navaja como con la pluma.

Os recomendamos visitar el conjunto del castillo, donde está la Oficina de Turismo, y subir a su torre del homenaje, con magníficas vistas; aprovechad para dar un paseo por las callejuelas del casco histórico, en especial la calle Juanita la Larga —en honor a la famosa novela de Juan Valera (1824 - 1905), escritor nacido en Cabra si bien ambientó algunas de sus obras en Doña Mencía—; es también conocida como la calle de las Flores, debido a su ornamentación floral, especialmente durante el mes de mayo.

El plato estrella de la cocina menciana son los tomates guisaos; entre los dulces tradicionales destacan el cuajao de almendras, las yemas de caramelo, la carretera (una pasta de hojaldre) o los panetillos de cortijo, a base de mazapán.