He iniciado hoy, 30 de julio de 2018, parte del Camino portugués. Anoche dormí en Braga y esta mañana compré la credencial del peregrino en la oficina de turismo. En la oficina me informaron de que la etapa tenía en torno a los 40 km. (y no 33 km., como yo tenía calculado). Finalmente, fueron 38 km., pero lo importante es que la etapa es HORROROSA. Me cabrea enormemente esta fiebre por mil y un caminos que solo buscan intereses políticos y apenas piensan en el peregrino. Hasta los abuelos portugueses me hacían la ola cuando les decía que era peregrino. En 38km. no me encontré con ningún peregrino. Etapa horrorosa que se resume en Nacional 102 (jugándote la vida literalmente), pistas agrícolas asfaltadas, vías "romanas" más que discutibles, eucaliptos y más asfalto por la nefasta señalización. Francamente, para ver cuatro vacas, doce ovejas y dos iglesias con escaso interés, no es necesario torturar al peregrino, ya lo vemos en youtube desde nuestro còmodo sofá. Repito, a quiénes competa, más respeto al peregrino y dejémonos de inventar caminos para hacer caja.