Montecatini Terme

Servicios:
Habitantes: 
17.954
Municipio: 
Montecatini Terme
Provincia: 
Pistoia

Alojamientos en Montecatini Terme

 
64+ €
A 300 m del camino a la entrada, y a 1,0 km de la Piazza del Popolo
 
46+ €
Céntrico, a 400 m de la Piazza del Popolo
 
44+ €
 
57+ €
Céntrico, a 350 m de la Piazza del Popolo
 
62+ €
 
122+ €
Céntrico, a 450 m de la Piazza del Popolo
 
58+ €
 
79+ €
Céntrico, a 500 m de la Piazza del Popolo
 
139+ €
Céntrico, a 450 m de la Piazza del Popolo
 
76+ €
 
91+ €
Céntrico, a 500 m de la Piazza del Popolo
 
47+ €
A 100 m del camino a la entrada, y a 800 m de la Piazza del Popolo

Notas destacadas

Cuando se habla de Montecatini Terme siempre recordamos la película Oci Ciornie (1987), rodada en su balneario con Marcello Mastroiani y Silvana Mangano: una obra de arte, inspirada en obras de Chejov, sobre la plácida dolce vita amorosa en un ambiente Belle Époque.

Si os quedáis en la localidad, una sugerencia no termal: tomad el viejo funicular al borgo de Montecatini Alto. Está tal cual lo inauguraron en 1850, y aunque su estructura de madera no parece precisamente segura, las apariencias engañan.

Se puede atajar, en el caso de que no queramos visitar nada, tomando el eje de Via Montebello y alcanzando con GPS la Piazza del Popolo.

La gran oferta hotelera es una ventaja para los peregrinos, pues realizan ofertas compitiendo entre ellos, con precios muy buenos fuera de la temporada.

Las neoclásicas termas leopoldinas, construidas en 1777 por voluntad del Gran Duque de Toscana Pietro Leopoldo I y ampliadas en los años 20, están tristemente abandonadas, pero no son las únicas. Entre las de más solera están las termas Regina (las más antiguas, de 1773), Tettuccio (s. XVIII, realmente monumentales), Rinfresco, Excelsior, etc, sin olvidar el gran parque central poblado de especies arbóreas singulares.

La basílica de Santa Maria Assunta, concluida en 1953, sustituyó a la neoclásica, que se había derrumbado. Construida en hormigón revestido de travertino, posee interesantes vidrieras de G. Scalco di Schio y un Crucificado de S. Cavallini cuyo Cristo tiene unas enormes manos.