Montefiascone
Bolsena | » 18.1 km » | Montefiascone | » 3.5 km » | Paoletti | |
Etapa 92: Bolsena - Montefiascone | Etapa 93: Montefiascone - Viterbo |
Notas destacadas
En el Palacio Renzi-Doria (Comune) hay una oficina de los Amigos del Camino dedicada al kilómetro 100. Tienen dos sellos para nuestra credencial, y para los que parten de aquí la expiden por 4 €. |
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Resultan muy agradables las terrazas del Piazzale Roma, y más concretamente la de los dos quioscos a la entrada y dentro del parque público. En la Piazza Vittorio Emanuele un clásico de siempre: el Caffè Centrale. |
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Curioso y singular el supermercado Marenghi (Corso Cavour, 74), que abrió en 1902 y tiene un poco de todo. En el número 10 de la misma calle está el Panificio Di Mari, también veterano —desde 1925—, con pan artesano, pizza y bollería de calidad; a probar sus croissants. |
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Se percibe que aquí comienza el ámbito de los 100 km a Roma, porque la villa posee una buena oferta de alojamientos para peregrinos, la mayoría dependientes de congregaciones religiosas. Quienes deseen alargar la etapa encontrarán una buena acogida de espíritu peregrino en la Domus Peregrini, a 3,5 km de Montefiascone. |
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La basílica de San Flaviano es una de las más notables de la Francígena. Sobre un edificio carolingio, entre los ss. XI y XII se construye el actual templo bajo románico, de tres naves con sus ábsides, y sobre él otro superior gótico, consagrado en 1262 por Urbano IV. Sobresalen los capiteles románicos y los numerosos frescos góticos de los ss. XIV y XV. |
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Desde lejos destaca, por su enorme cúpula de 27 m de diámetro, la catedral de Santa Margherita. Con trazas de Michele Sammicheli, y posible colaboración de Antonio da Sangallo il Giovane, se trata de un edificio de plan central renacentista, pero la cúpula fue reedificada, tras un incendio, por Carlo Fontana (1674), y ya es plenamente barroca. |
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Hay varios parques, pero nadie se debería perder un atardecer desde el de la Rocca dei Papi, donde estuvo el castillo del que restan una torre, algunas dependencias y murallas. A él se accede por la puerta inmediata a la iglesia de Santa Maria in Castello, y en su interior está el Museo de Architettura Antonio da Sangallo il Giovane. Las vistas sobre el lago son soberbias. |
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¡Est, Est, Est! Al llegar a Montefiascone veremos que se anuncia como la ciudad del Est, Est, Est. Pero ¿qué diablos es esto del Est? Pues bien, la cosa tiene que ver con este vino blanco del Lazio, con DOC desde 1966, en sus variedades de fresco, espumante y clásico. Cuenta la leyenda que cuando el obispo alemán Johannes Fugger se dirigía a Roma para visitar al papa, había enviado por delante a un secretario para que le buscase alojamientos en los que tuviesen buen vino, su pasión. Cuando el vino era aceptable marcaba un Est en la puerta, y aquí, al parecer, resultó ser superlativo, de ahí los tres Est. Visto lo visto, el obispo dejó su sede y se instaló en Montefiascone para disfrutar del vino, y acabó siendo enterrado en el templo de San Flaviano, donde su epitafio, en alusión a haber bebido vino en demasía, reza: «Est est est pr(opter) nim(ium) est hic Jo(hannes) de Fu(kris) do(minus) meus mortuus est».
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