Albergue Reina Lupa - Comentarios

Las recomendaciones a veces no son lo que encuentras. En el caso de Reina Lupa, se multiplica por dos en positivo. Carmiña y Bruno, regentan tanto el albergue como el restaurante. Las instalaciones, limpias y muy confortables. Sábanas de algodón y toalla y todo con un excelente precio 15€. El alma de este negocio Carmiña, te mira con tanta dulzura y te acaricia la cara cómo si fuera tu madre que trata de estimularte y animarte con una verdadera expresión de cariño. Gracias, por hacer fácil lo difícil. No cambies nunca, Carmiña.

muy limpio, accesible, amabilidad y buena comida

Las instalaciones, tanto las literas como las habitaciones dobles, son extraordinarias. En el restaurante de Los mismos dueños se come de lujo a un precio genial. Carmiña un amor de mujer, atenta a todo y que te sientas como en casa o mejor. Sin duda el mejor albergue en el que he estado en todo el camino desde Sevilla, por atención y calidad. Un 10. Si podéis adecuar las etapas para pernoctar en este sitio a las puertas De Santiago no os arrepentiréis .

One of the best Albergues on the VdlP! If you try to stop b4 Santiago, do it there. Nice hosts,top restaurant and beautiful accommodation. ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ Heiko, September 2022

Atención excelente por parte de Carmiña! El albergue es limpio y nuevo, vale la pena partir la última etapa y pasar la noche ahí, por la atención y hospitalidad te sientes como en casa!

Una maravilla! Muy limpio todo, colchones cómodos y de calidad, la habitación de dos camas con baño una pasada! Muy recomendable

Para quem quer chegar cedo a Santiago esta é a opção certa. Albergues de excelência, com tudo o que um peregrino necessita e com muita simpatia por parte da hospitaleira.

El albergue es cómodo, limpio y nuevo. Perfecto para descansar antes de llegar a Santiago la mañana siguiente. La hospitalera, Carmiña, es encantadora y muy amable, presta excelente servicio ( nos preparó una cena a pesar de que el bar que lleva lo tenía cerrado este día).

¡Qué decir de Carmiña! Qué energía! Se me ocurrió pedirle el sello en la credencial y me plantó dos veces el del restaurante. Hubiera preferido el del albergue, le dije, y me lo plantó al lado de los otros, mirándome a los ojos por encima de la mascarilla. Seguro que pensaba, venga, di algo más que te pongo otro. ¡Ya me llenó la credencial! El albergue estupendo. Su litera con ropa de cama, toallas. Qué bien! Con magníficos sofás en la sala común que animan la charla. Y mucho espació fuera, al sol. Para disfrutarlo y para extender la ropa. Mejor en la parte de atrás porque el tráfico de la carretera resulta muy ruidoso, aunque no en la habitación. Aunque nos dijo que no daba menú por la noche, nos arregló una cena porque nos daba pereza ir a buscar otro sitio y entre risas nos pulimos dos botellas de albariño (nosotros, que ella estaba de servicio). Gracias, Carmiña, hasta la próxima.