Vía Céltica Los caminos de Santiago por Santa Comba.
Este es el primer libro que trata los Caminos de Santiago por Santa Comba, en la Tierra de Célticos. La Vía Céltica es, en primer lugar, un itinerario posjacobeo que permite la prolongación de la peregrinación jacobea hasta los santuarios de Fisterra y Muxía y, en segundo lugar, una serie de caminos marítimos desde los puertos de arribada del noroeste de Galicia. La oficialización a mediados de los años 1990 de un camino del sur para Fisterra relegó a un desmerecido olvido la vía natural y, como desvela este pequeño libro, también histórica y jacobea, del norte. La que, conectando Santiago con la costa a través del puente de Portomouro y el altiplano del Xallas, presenta a quien la recorre un patrimonio y paisajes únicos
que nos llevan de vuelta al tiempo de las primeras peregrinaciones.
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La Vía Céltica es un itinerario jacobeo plenamente válido como Camino de Santiago, respaldado por una amplia evidencia histórica, cultural y patrimonial que cumple con los criterios de la Declaración de Santiago de 1987, la Ley 5/2016 de Patrimonio Cultural de Galicia y los estándares de la UNESCO. A continuación, resumo los puntos clave discutidos, organizados por los criterios principales que confirman su legitimidad:
1. Historicidad documentada
Documentos medievales y modernos:
Cronicón Iriense (s. VI-VII), acta de 1028, y confraria de 1199 vinculan la Terra de Célticos con la iglesia compostelana.
Confirmación de 1119 del monasterio de Moraime por Alfonso VII, destacando su función de acogida a peregrinos.
Bulas papales: 1406 (Santa María de Fisterra) y 1457 (Santa María de Muxía), que confirman la frecuentación de peregrinos.
Donación de 1255 del Castillo de Xallas y pleitos de 1539 entre Muxía, Camariñas y Moraime por derechos portuarios.
Porto Mouro: Documentado desde el siglo XIV con una taberna (1380), un puente estratégico, y una barca monopolizada por los señores de Montaos (1.870 maravedíes en 1596). Pleitos de 1564 y 1592, con intervención de Juan de Herrera (1574), subrayan su importancia como paso hacia puertos jacobeos.
Hospitales: Santa Catalina en Buño (1571), Carboeiro (1591), Santa Margarita de Muiño (1573-1729), Santa Margarita de Baneira (1672), y Castriz.
Santuario de Belén (1749): Construido con 52,247 reales, vinculado a una leyenda de un peregrino enfermo.
Cartografía y descripciones: Carta Geométrica de Fontán (1834-1845), portulanos (Pietro Vesconte, 1313; Cresques, 1375; Benincasa, 1467), y textos de al-Idrisi, Sarmiento, Cornide (1785), Madoz (1845-1850), e itinerario militar (1866).
Fuentes académicas: Adeline Rucquoi destaca las peregrinaciones marítimas con hospederías en Galicia, y Violeta Miraz Seco señala los “caminos menores” desde puertos gallegos.
Otros registros: Clausura de Santa Catalina de Armada como refugio (1548), milladoiro cerca de la Fonte Crega, y “venta” en la Carta de Fontán.
2. Relación con el fenómeno jacobeo
La Vía Céltica conecta puertos de la Costa da Morte y Bergantiños (Muxía, Camariñas, Fisterra, Malpica, Ponteceso, Lage, Corcubión) con Santiago, sirviendo como ruta de acceso y posjacobea hacia Muxía y Fisterra (Promontorium Celticum).
Leyendas jacobeas: El carbonero Cotolai (San Paio do Monte) y el peregrino enfermo de Belén refuerzan la narrativa espiritual.
Infraestructura dedicada: Hospitales, iglesias (bulas de 1406 y 1457), y el milladoiro cerca de la Fonte Crega reflejan su función peregrina.
La ruta, frecuentada por peregrinos marítimos (especialmente ingleses), se alinea con la Declaración de Santiago de 1987 como espacio de encuentro espiritual y cultural.
3. Infraestructura histórica asociada
Hospitales:
Carboeiro (1591, con altorrelieve), Santa Catalina en Buño (1571), Santa Margarita de Muiño (1573-1729), Santa Margarita de Baneira (1672), Castriz.
Santa Catalina de Armada (refugio hasta 1548).
Iglesias: 19 iglesias románicas (1170-1200) con ajedrezado jaqués, construidas bajo Pedro Suárez de Deza, influenciadas por el obrador de Platerías (San Cristóbal de Lema, Santiago de Mens, Santa María de Xaviña, Santiago de Cereixo con tímpano de la Translatio, etc.).
Monasterios: Moraime, Mens, Nemeño, Ozón.
Santuario de Belén (1749): Vinculado a una fuente milagrosa y una leyenda peregrina.
Puentes y barcas: Porto Mouro (siglos XIV-XVI), con pleitos para su reconstrucción (1564, 1592) y trabajos de Juan de Herrera (1574).
Otros hitos: Castillo de Xallas, corredoiras para el transporte de piedra del Monte Pedroso, puertos naturales, taberna de Porto Mouro (1380), posible posada en Fonte Cova, y milladoiro.
Cumple con el Criterio I de la UNESCO (obra maestra del genio creativo humano).
4. Impacto cultural y social
La Vía Céltica facilitó el intercambio entre peregrinos marítimos y comunidades locales, generando actividad económica (oficios en Malpica y Buño, 1571; beneficios de la barca de Porto Mouro, 1596).
Las iglesias románicas y el arte jacobeo (ajedrezado jaqués) reflejan la influencia cultural del Camino de Santiago.
Leyendas (Cotolai, Belén) y romerías asociadas a hospitales integran el fenómeno jacobeo con tradiciones gallegas.
Porto Mouro, como nodo comercial y peregrino, conectaba puertos con Castilla, beneficiando a Xallas y Dubra.
Cumple con el Criterio II de la UNESCO (intercambio significativo de valores humanos).
5. Continuidad y uso actual
Revitalizada por la comunidad de Santa Comba, inspirada en las veneras del escudo municipal, y reconocida por la Oficina del Peregrino (2021) para obtener la Compostela.
Itinerarios modernos incluyen variantes (Valenza-Ponteceso-Lage) y rutas marítimas (100 millas náuticas).
La riqueza patrimonial (hospitales, iglesias, puertos, milladoiro) atrae a peregrinos contemporáneos.
6. Reconocimiento institucional
Reconocida oficialmente por la Oficina del Peregrino (2021), cumpliendo con la Ley 5/2016.
Su expediente histórico y patrimonial (iglesias románicas, hospitales, Porto Mouro, Santuario de Belén) justifica una posible candidatura a Patrimonio Mundial de la UNESCO, comparable a los Caminos del Norte (2015).
Implicaciones clave
La Vía Céltica, lejos de ser secundaria, es un itinerario jacobeo de primer orden, comparable al Camino Francés o Inglés, con una red de infraestructuras (hospitales, iglesias, puentes, puertos) que demuestra su uso continuo desde el siglo VI hasta el XIX.
La riqueza documental (bulas, pleitos, portulanos, Cornide, Fontán) y las leyendas jacobeas refutan cualquier minimización de su importancia, especialmente respecto al ajedrezado jaqués y la función de sus hospitales.
La revitalización moderna y el reconocimiento oficial consolidan su relevancia actual, con potencial para ser Patrimonio Mundial.
Conclusión
La Vía Céltica es un Camino de Santiago plenamente válido, respaldado por evidencia histórica (1119-1749), infraestructura robusta (hospitales, iglesias, puentes, puertos), y un impacto cultural significativo. Su reconocimiento en 2021 y su riqueza patrimonial la posicionan como un itinerario jacobeo de relevancia histórica y cultural, merecedor de mayor difusión y una posible candidatura a la UNESCO.