Ayer viernes 7 de junio en la misa del peregrino tuve un momento muy especial.

El jueves terminé mi gran experiencia en solitario del camino y el viernes sabiendo que en breve volvía a la realidad de mi día a día tuve un bajón psicológico bastante importante. 

En la misa del peregrino del viernes a las doce, cuando yo pensaba que ya no podía sentir nada positivo, que ya había conocido a la gente maravillosa que me he ido encontrando, que se habían acabado mis buenas experiencias del camino... pasó algo que sin desmerecer al resto fue lo más mágico de esta experiencia. A mi lado se sentó una chica que me pareció un ángel puesto para mí. Acababa de terminar su camino, nos saludamos antes de empezar la misa, enseguida notó mi tristeza y hablamos un poquito, estabamos en una situación bastante parecida en cuanto a sentimientos que nos había dejado el camino. Y esta chica me supo dar lo que necesitaba, sin conocerme de nada me dio el abrazo y el cariño que más he necesitado en mucho tiempo. Noté su sinceridad.

Que pena que no durase más esa misa...igual que apareció de la nada nos despedimos con un fuerte abrazo deseandonos lo mejor y desapareció.

Creo que la esperanza de que ella lea esto es muy muy muy pequeña pero ojalá lo haga y sepa lo que ese momento significó para mí, aunque pienso que lo sabe. 

Un saludo y un abrazo para todos 

Os deseo Buen camino a todos más allá de la plaza do obradoiro.