Pues veréis. Resulta que es la leyenda la que se asocia al origen del Crucero que describe Papadopou, levantado precisamente por, según cuenta la misma, el mismísimo Peregrino Gallego a punto de  horca y al cual salvó el cacareo del gallo "diciéndole" al juez en escuetos monosílabos animalísticos que saliera para ver qué "el nudo de horca estaba mal hecho" y la soga floja puesto que el Apóstol Santiago sostenía los pies del supuesto reo. El Cruzeiro del Senhor do Galo, que así se llama, es de los s.XIV y s.XVIII, de la localidad de Barceliños, perteneciente a Barcelos. Y se encuentra en el Museo Arqueológico de Barcelos. 

Su descripción, de la Wikipedia, dice: «En él se pueden ver grabados en una de sus caras las imágenes figurativas del ahorcado, sostenido por sus pies por el apóstol Santiago que evita así su muerte. En el anverso existe una representación del sol, la luna, la Virgen del Pilar y otro santo. Para algunos autores se trata de  San Pablo, que cuenta con devoción local y para otros de San Benito por sostener un bastón o báculo en la mano derecha y un libro abierto en la izquierda. Encima del monumento, remata con un Cristo crucificado entre cuyos pies y la cabeza del ahorcado figura la imagen del gallo milagrero.»

Bueno. En Barcelos ya existía una tradición artesanal llamada de los Gallos de rueda (artesanía de rueda) pero solo desde la década de 1930, quizás antes, pues se habla de 1925. Carlos Almeida, cronista de Barcelos. En 1963, F. Pires de Lima en su libro sobre La Leyenda del Gallo de Barcelos y el Milagro del Ahorcado y en una conferencia posterior el autor afirmó la posibilidad de una relación entre el gallo de la leyenda y el de la cerámica, tan colorida, un reclamo turístico que se encontró de bruces con un gustoso y atractivo origen religioso y, por qué no, milagroso. Así que solo faltaba eso: una conexión. Cierto es que el cruceiro es muy anterior y que a su origen se asocia la leyenda. Pero como hasta el s.XX ni se dijo ni se comercializo nada parecido a un Gallo y si otras cosas, parece que fue este hecho, esa atrevida relación en libro y conferencia, el origen del mito y símbolo de Barcelos y (no oficial) de Portugal. Muy coloridos, aunque en principio parecen que eran rojos, pero pronto tomaron los colores del Benfica para, parece ser, evitar ciertas alusiones o connotaciones políticas.