Hola Amiaire. Guetre, o guêtre, es la polaina de nieve de los montañeros de toda la vida. La palabra viene del francés y en mis tiempos iniciales de montañero era la única que usábamos para referirnos a esta prenda de equipo.
En los Caminos de invierno -Roncesvalles-Santiago-  que suelo hacer normalmente entre enero y febrero, mi equipo de frío consiste en: Camisetas de lana merina de manga larga, dos. Calzoncillos de secado rápido, dos. Forro polar grueso de buena calidad, uno. Anorak cortavientos sin acolchado pero resistente, uno. Pantalón de marcha de tejido grueso, uno. Chaleco de pluma de buena calidad, uno. Pantalón de descanso de pluma, uno. Calcetines de marcha, dos pares. Calcetines de descanso, un par. Gorro de lana, uno. Braga de cuello de forro polar, una. Guantes de seda finos, un par. Manoplas de lana, un par. Manoplas impermeables, un par. Botas de membrana y zuecos para descanso. Eso es todo. Como puedes imaginar he tenido ocasiones en que la temperatura ha sido tan baja que al ir a beber agua me he encontrado la cantimplora con hielo pero aún así he podido caminar confortablemente. Los momentos más fríos suelen ser cuatro minutos antes del primer rayo de sol y al salir del restaurante después de la cena. El primero nos pilla caminando y no suele dar problemas, el segundo ya es peor, cansados del día y con los músculos ya fríos. Mejor que no sea un rato muy largo.
A todo esto hay que añadir el saco de dormir adecuado, no siempre se duerme en albergues con buena calefacción. Llevo un saco de pluma de 900 gramos de buena calidad y sábana de seda para funda interior. Con eso no he llegado a sentir frío, al menos hasta el momento presente.
Ese es mi equipo, pero como tantas veces decimos aquí cada peregrino tiene sus preferencias y su forma de hacer el Camino, nadie puede dar normas universales.
Buen Camino y Feliz 2023.