Te puedo decir, porque lo se de primeerisima mano, que muchos albergues parroquiales han cerrado para facilitar la supervivencia de los servicios de hostelería de las localidades en las que están ubicados, No ha sido egoismo, sino todo lo contrario, pero por supuesto cada uno ve las cosas a su manera.
Pero tambien hay otra reflexión ¿ Has observado que una gran mayoría de los hospitaleros voluntarios en esos albergues forman parte del grupo de riesgo? ¿Habría habido personal suficiente para cubrir esos servicios en esta epoca? Porque yo, personalmente  quizas me hubiera arriesgado a ejercer de hospitalero, pero no lo hubiera hecho por el riesgo de llevar la enfermedad a las personas de mi entorno que tambien están en el grupo de riesgo.
Un saludo.

<... el tiempo resitua las cosas y los juicios.>

Lo cual me recuerda que la mayoría de las corrientes espirituales señalan que uno de los vicios preferidos de nuestro ego, dominado por pensamientos que fabricamos desde nuestra mente preconcebida, viene determinada por la creencia inconsciente de que estamos en posesión de la verdad, todo ello producto de nuestra propia experiencia de vida: educación, status social/familiar, religión, lugar de nacimiento, etc...De ahí parte el enjuiciamiento. Y de ahí parten las ideologías, las discusiones, los conflictos, las etiquetas...los juicios.

El tiempo resitúa las cosas y los juicios.

El tiempo es otra percepción predeterminada por nuestra mente, que organiza los pensamientos tomando referencia en el pasado o en el futuro. Tal y como la humanidad se ha organizado erróneamente, el tiempo es un enemigo al que combatimos olvidando que es imbatible, pues no existe como lo concebimos.

Hay periodos solares y lunares, estaciones, que sirven para organizar nuestra supervivencia y para intentar descubrir por qué estamos aquí, quiénes somos realmente, y poco más. Todo dentro de un orden universal, tan ordenado que el caos forma parte del orden. Nos empeñamos en ordenar el caos y no sabemos ni quiénes somos.

De esta forma podemos entender que el tiempo no es lineal, no es horizontal, pues nada sucedió en el pasado, y nada sucederá en el futuro. Todo sucede y sucederá en el momento presente: Ahora. El tiempo, de existir, es vertical; solo existe el momento presente, pero nos pasamos la vida esperando... ¿qué?

Todo lo que hicimos lo hicimos Ahora. Y todo lo que hagamos lo haremos Ahora. De ahí el error a reaccionar basados en nuestras creencias erróneas con la única referencia de nuestra exclusiva experiencia personal. 

Hasta ahí la teoría.

Cambiar nuestro sistema de pensamiento, resetear la mente, requiere un gran esfuerzo, conocimiento y adiestramiento. Es salir de la caverna del ejemplo de Platón y enfrentarnos directamente a otra realidad: a la realidad. La cual es inconcebible si jamás la hemos percibido, sentido. No la aceptaremos, por muy delante nuestro que esté. 

En marzo pasado, el tiempo del peregrino se detuvo en seco. Hubo que tirar del pasado (recuerdos) y del futuro (planes de regreso). Algunos optaron por el presente, aceptándolo tal y como se presentaba, adaptándose, minimizando el sufrimiento, que no hay que confundirlo con resignación. Otros lo aceptaron a regañadientes, enjuiciando, maldiciendo por sus sueños incumplidos, confiando en el futuro...esperando.

Y llegó el verano. Estación propicia para el asueto y el ocio según nuestra mente preconcebida, también para evitar la ruina, según nuestros dirigentes. Y ya no podíamos esperar más: había llegado el futuro que parecía resistirse. El "tiempo" pasaba y se escapaba. No entendimos que el Ahora no funciona así.

Algunos cumplieron su sueño y el tiempo volvió a correr horizontal para los peregrinos: mochila a la espalda y palante. 

Otros, incomprendidos, o incomprensiblemente, o ambas cosas, continuaron su vida verticalmente, inamovibles ante el paso del "tiempo"; como las piedras, tan vivas como los mortales; tan muertas como el Camino. 

Piedras y Camino son lo mismo, en algunos tramos las encuentras ordenadas, talladas por los constructores conocedores de su secreto. En otros, desordenadas, en aparente caos, por doquier, pisoteadas por nuestros doloridos pies. Siempre presentes. 

Llega el otoño. Estación ambigua para los sentimientos. La belleza cromática de la naturaleza en su máximo esplendor, anunciando la muerte de sí misma, con naturalidad, sin resistirse, consciente de ello; tapizando de hojarasca la piedra inmortal. No crujirán las hojas secas de los castaños este otoño al paso del peregrino, como tampoco lo fue la fresca hierba de primavera. 

Ahora, a unos les tocará recordar nuevamente el pasado. Otros harán nuevos planes de futuro. Otros, los menos, aceptarán el dejà vu, el te lo dije. Yo, por mi parte, veo las hojas amarillas caer lentamente cada mañana, dejando desnudos los viejos robles cuando más abrigo necesitan, creando con su muerte la vida que florecerá en primavera una vez más, como siempre fue y siempre será. La vida no tiene prisa, pues nunca muere, solo transmuta.

¿Volveremos a Grañón?

¡Quién lo sabe! Quizá no yo. Quizá no nosotros. Pero otros lo harán, porque llegará ese instante presente, ese Ahora que permitirá reabrir su puerta. Y lo hará alguno de aquellos que un día fueron incomprendidos, cuestionados, que supieron aceptar la situación y afrontarla con serenidad, para ayudar y proteger a sus hermanos y vecinos, y para ofrecer hospitalidad al peregrino dentro de esas piedras, ordenadas, como hicieron sus antecesores, manteniendo vivo el Camino muerto. Contribuyendo a que cada vez sean más quienes abandonan la caverna de Platón para descubrir la realidad. Para descubrirse ellos mismos. Para saber que, Ahora, toca ver caer las hojas secas con aceptación, sin rencor, sin enjuiciar, sin arrepentirnos. 

Buen Camino a todos.

No todos los voluntarios son jubilados o extranjeros. Como aquellos voluntarios y sobre todo peregrinos (y no todos) que piensan que hay que mantener el Camino abierto, también hay muchos con circunstancias personales varias que no pueden permitirse en estos momentos atender uno porque atienden a su familia, no tienen vacaciones o simplemente no pueden permitirse exponerse ni exponer a los suyos. También hay voluntarios que creen que no es momento para hacer ciertas cosas y voluntarios que piensan que es momento de ayudar en otras o de otra manera.

En cualquier caso, gracias por tu dedicación !

Un abrazo grande y abierto como el del "muñequito" !

Yo no habría sabido expresar mejor cuanto ha comentado Anto31416. Ni si quiera en brevedad. Me uno a él en ese agradecimiento.