suede82
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Pequeña reflexión sobre el Camino

No me puedo considerar ni mucho menos un experto peregrino, pero ya hice en su día el Camino Francés entero, y el pasado Septiembre la mitad del Camino del Norte en la más absoluta soledad, poco a poco voy haciendo pinitos.

Y me gustaría hacer una pequeña reflexión:

¿Hasta qué punto se logra meditar durante el Camino?

Esto lo digo, porque siempre todo el mundo te dice, ya verás vas a meditar, ya verás naturaleza y reecontrarse con uno mismo... Pues bien, no sé si será porque no recorro esos kilómetros de manera adecuada, o es porque lo afronto de una manera totalmente distinta al resto (llamadme raro), pero, yo no he tenido tiempo de meditar.

Cada minuto viendo paisajes impresionantes, cada paso es distinto, cada piedra es distinta, cada sensación es nueva... ¿cómo voy a poder meditar así? Yo medito cuando salgo a correr o pasear por mi barrio, ya que es siempre lo mismo (y más aún confinado), que tu cuerpo desconecta de lo que te rodea porque lo tienes más que visto, y claro, tu mente tiene tiempo de sobra de ponerse a pensar.

Pero, ¿durante el Camino? Ya digo, a mí me resulto imposible, y más aún en Septiembre, que iba totalmente solo por los caminos, y quería estar más atento que nunca (por seguridad y por disfrute).

Eso sí, en lo que sí pensé, es cuando veía un amanecer, atardecer o un paisaje maravilloso, qué personas me gustaría que lo hubieran podido ver conmigo. Y me diréis, ¡¡eso es meditar!! No sé, para mí no.

Al hacer el Camino, siempre me traigo conmigo lo mismo: fascinación por los paisajes, impotencia porque es imposible reflejar en fotos lo vivido (más aún haciendo en solitario), ganas de convencer a la gente para que lo haga, geografía e historia aprendida, e incluso, querencia hacia el cuerpo de uno mismo al haber aguantado esa paliza, con el único propósito de avanzar y ver, avanzar y ver.

Ahora que sé que seguramente en Marzo no pueda retomar el Camino del Norte que dejé a medias, me ha vuelto a entrar morriña de ello, y cuando salgo a caminar por mi barrio, medito, medito en cómo sería hacerlo cruzando la costa Asturiana o recuerdo, recuerdo lo alucinante que fue recorrer Costa Quebrada.

Buen Camino.

 

EngelAbel
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Llegarás ! Ya estás llegando... Las oyes?

https://youtu.be/6SuJbtEpeMs

Indi
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Meditar es descubrirte a ti mismo. Descubrir quién eres. 

Pensar es lo contrario de meditar. Aleja los pensamientos de tu mente y céntrate en tu interior. Escucha a tu cuerpo, siéntelo. Escucha los sonidos que te rodean, sin enjuiciarlos, así como a aquellos que se crucen en tu camino. Camina consciente, atento a las señales (no me refiero a las flechas, aunque también para no perderte). Piérdete en un paisaje, en su profundidad. Siéntete pequeño, descubrirás lo grande que es el universo, del que formas parte indisoluble, y fúndete en él, fluye en él.

Cuando llegues a tu meta y pienses, lo harás de otra manera, más consciente y reflexiva. Descubrirás que tal vez no seas la persona que creías ser. Si piensas mucho caminando te desvías de tí mismo, del Camino que fuiste a recorrer.

Solo es mi opinión. Y como dice EngelAbel, ya estás llegando ¿Las oyes? Si no las oyes deja de pensar, y escucha.

Un saludo afectuoso, buscador.

antonio santiesteban
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Hola Suede 

Yo llevo 4 caminos y no he logrado encontrar mi yo interior.

Saludos

 

 

Alejandro Sánch...
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El camino al 'yo interior' es la Espiral de Arquímedes: te vas acercando y alejando, acercando y alejando... En cualquier caso, si te urge, puedes probar con el psicoanálisis; aunque a la larga es bastante caro.

antonio santiesteban
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Hola Alejandro 

Ya fui con la crisis de los 40. (ahora tengo 67) y me propuso dos sesiones semanales y cuando le pregunté durante cuánto tiempo, me respondió que no lo sabía. Ahí se quedó mi experiencia. 

En mi caso el interés por la meditación o por buscar en mi interior es limitado. Me lo impiden necesidades más físicas. Me canso, las cuestas (y mira que hay) me revientan, hay días que la mochila se me clava, cuando llueve siempre hay una gota que se mete por el cuello, tal.como tengo la próstata, tengo que parar cada media hora.

Me imagino que vuestra pregunta iría en la dirección de mis motivos.para hacer El Camino

Sólo llegar, ya que si llego he superado todo lo.anterior.

De lo más impresionante que he visto en el Camino, fue el de una pareja mayor en la que él tenía medio cuerpo casi paralizado y se apoyaba en su.compañera para avanzar. El tiempo de su.paso.equivalia.a.cinco.de.los míos.

De verdad, no creo.que fueran meditando

Saludos a todos

 

Concepción Gonz...
Imagen de Concepción González Gutiérrez

Antonio, no creo que tengamos que hacernos un autoretrato interior como objetivo en la vida o en el camino. Más bien creo que la vida y el camino nos permiten, si nos lo proponemos, encontrarnos, conocernos y perdonarnos. Somos tan complejos!! Creo que se trata de encontrar una manera de disponerse ante el mundo, abrir los ojos, no tener prisa y dar tiempo a cada experiencia. En fin, hacerse un poco más sabio en cada kilómetro de vida, o más inocente, quién sabe!!

Fernando Cristó...
Imagen de Fernando Cristóbal Otxandio

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Primero, hay un problema de lenguaje: se llama distintas cosas - a veces contrarias - a meditar: en la tradición oriental/budista,  limpiarse de pensamiento racional. En la tradición occidental, ir al pensamiento esencial. En la tradición cristiana, fifty/fifty: ir a la esencia contemplativa, con palabra o sin ella.

Fíjate en el título de tu texto:"... reflexión...", ya hay ahí un esfuerzo de centrarse en un tema, desanudar una paradoja, profundizar hacia una verdad... pues bueno, yo diría que eso ya es meditar, ¿no?

Y agregaría que lo que une las distintas tradiciones de la meditación es un ir a la esencia dejando de lado el perifollo superficial. Alora!  Tú en la meseta maldiciendo que tus fotos no reflejan la maravilla del paisaje... ¡en la meseta! 90% del perifollo fuera. Chocando en la paradoja de que la verdad sentida no es la verdad representada... ¡casi parece un ejercicio Zen de koan, de paradojas que te rompen la cabeza racional!

Recuerdo hace mil años (1987!) un viaje que hice por Marruecos. Me pasé el mes entero jurandome que no me iba del país sin entrar en un restaurante para probar lo que era el Cus.cus. Un día en Tanger antes de coger el barco de vuelta para España me decidí a entrar por fin a un restaurante a probar el susodicho plato, solo para darme cuenta que era esa extraña comida que me habían estado ofreciendo en todas las casas a las que me habían invitado durante todo el mes.

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Concepción Gonz...
Imagen de Concepción González Gutiérrez

Bueno, yo me he acercado a echar un vistazo porque tengo muchas ganas de retomar el camino de Madrid desde Segovia y me encuentro con un sabroso ensayo sobre las querencias de huída o encuentro con uno mismo en los personajes de Galdós. Te agradezco que compartas tus descriptivas reflexiones en este lugar, da gusto leerte. Gracias y buen camino, Fernando, allá donde estés!! 

Papadopou
Imagen de Papadopou

Tal vez no haya que buscar con tanto ahinco. Si,  a veces nos tenemos delante y no nos vemos. Creemos que somos eso que no nos gusta de nuestra vida pero, en realidad, si apartamos el follaje, lo que sobra, el perifollo ese que decías, lo que queda es la persona que en realidad somos. Bajamos el ritmo y ahí está. Tal vez solo agobiada bajo una vida acelerada. Dejas de buscar y entonces encuentras.

Concepción Gonz...
Imagen de Concepción González Gutiérrez

Sí, eso creo yo también

suede82
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Buenas!

Todo lo contrario, la verdad, nunca lo he buscado con ahínco, al revés, mi propia forma de ser de vivir el momento, y no mirar hacia el futuro, quizá provoca que no reflexione sobre estas cosas. Y decidí escribir las líneas, porque, minutos antes, la chica de mi herbolario dijo de nuevo las palabras: "Qué lástima que no puedas ir a acabar el Camino del Norte, con lo que ayuda a meditar", y me salió esa reflexión.

Para bien o para mal, soy una persona que disfruta tanto de cualquier experiencia, que es capaz de ser feliz con cualquier cosa (con un simple botellín bien frío, como ejemplo banal jajaja), y el Camino, siempre lo tomo con tal ganas, que mis ganas de no perderme ni un segundo de lo que veo, hace que tenga todos mis sentidos extasiados y ocupados.

Como citan más arriba, efectimavente, quizá sea que la meditación alberga multitud de formas y expresiones, y la mía es una de ellas, pero como me dicen a veces en el voluntariado, "estás a tantas cosas, que tu yo interior, somos los demás".

Gracias por las variadas e interesantes respuestas.

Un abrazo!

Fernando Cristó...
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"estás a tantas cosas, que tu yo interior, somos los demás". jajaja! muy bueno!

A Concepción Gonzalez: Encantado de que leyeras lo de Galdós, creo que has sido la 2ª persona que lo ha hecho wink

 

argitan2000
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hola....

pues mira....yo a veces pensando, pensando sobre el por qué me gusta tanto hacer el Camino  y por qué disfruto tanto.... he llegado a una conclusión..... que la razón es porque mientras lo hago vivo siempre en el instante presente. Mis únicas preocupaciones son el cansancio del momento, los paisajes, la gente que conoces, donde vas a comer y dormir ese día..... o sea, vivir cada día intensamente.... Considero que el Camino es una meditación en movimiento. Para mi meditar es estar en el momento presente.... y he visto que en el Camino es donde más lo hago...  cada día se vive intensamente.... y me he dado cuenta que eso me encanta....

Anónimo
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Me encanta tu reflexión y coincido plenamente contigo.

Suerte en el Camino.

ULTREIA

suede82
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Buenos días,

Está claro que la desconexión que se logra en el Camino hacia el resto de la realidad es una maravilla. Me recuerda a cuando era pequeño, y me tiraba todo el verano en el pueblo, que no sabía ni la hora, ni el día ni el mes que era.

El centrarse en conceptos fundamentales como son el entorno, nuestras propias fuerzas y demás, hace al final que alcancemos un estado de "si es que al final, soy muy feliz con tan poquito...".

Pensando mientras te contestaba y tirando de memoria, he encontrado un momento en el que sentí sensaciones similares, pero, ahí sí que mi cabeza no paró de dar vueltas y reflexionar: la primera vez que corrí un maratón. Llegué a tal estado de separación del cuerpo y mente durante esos 42km, que ni oía la música que llevaba puesta. 

Ojalá que la situación actual se solucione, y podamos encontrarnos por los caminos pronto. 

PD: Igual que al llegar a la meta en el maratón, el llegar al final del Camino te provoca una mezcla de sensaciones, que son muy difíciles de explicar, tanto es así, que, o lo volvemos a vivir, o es imposible sentirlo de nuevo. Alegría pero pena, Cansancio pero ganas de más kilómetros... Bonitas sensaciones.

 

 

Anónimo
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Huy!!! Me refería a las palabras de Argitan 2000.

Suerte en le Camino

ULTREIA