Hice el Camino Catalán por San Juan de la Peña este febrero-marzo. En jtodas las etapas encontré albergues y personas maravillosos/as gracias a iniciativas de ayuntamientos, personas concretas y asociaciones de peregrinos. En todos había lo necesario y con un coste entre gratis, donativo o precio de pocos euros máximo No creo que pudiera haberlo hecho sin esa red ni aún gastando una fortuna en taxis. No encontré ni un solo peregrino, pero la experiencia fué fantástica, sobre todo desde Huesca en adelante. En muchos casos la confianza en el peregrino total, todo a tu disposición, te dan l llave y no te controlan nada (salvo mostrar la credencial en algunas ocasiones) Las gentes abiertas al peregrino y compartiendo su vida contigo. En fín, todo lo contrario a un paquete turístico pero mucho más valioso. En algunos caminos sí se puede. 
Buen Camino

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Antonio!

Precisemos: cuando hablé del aliento Individual que le lleva a uno a salir de casa para emprender una peregrinación, frente a un estímulo quizá más social de los clubs de montaña, no estaba queriendo decir que todo lo relacionado con el Camino deba tener un carácter Individualista.

Yo mismo pertenezco a Hosvol, asociación de Hospitaleros voluntarios, y sin falsa humildad diré que se hace una labor encomiable (en la línea de lo que comentábamos el otro día: facilitar que el Camino sea una experiencia abierta a toda gente, sin distinción de economías).

Hosvol, además, está íntimamente ligada a la federación de asociaciones del Camino de Santiago de España. Tendrán sus fallos y derivas, pero me consta que también hacen una gran labor. Dos ejemplos:

- en mi provincia, Álava, la asociación local es la que redescubrió, marcó y mantiene el tramo alavés del Camino Vasco interior: últimamente, cuando digo que soy de Vitoria, un no despreciable número de peregrinos - muchos extranjeros - me dicen que conocen mi ciudad porque hicieron el Camino interior. Por otro lado, esta asociación está ligada a la universidad y la diputación provincial, y hacen trabajos interesantes de recuperación del patrimonio jacobeo (ermitas, esculturas, leyendas etc). No te lo voy a pintar todo de rosa, porque tendrán sus "zonas en sombra" (de ponerse medallitas mientras toman el canapé en saraos institucionales ) pero, vaya, que sí se lo curran.

- He hecho hace poco el Camino Mozarabe, de Almería a Mérida, y la infraestructura de la asociación almeriense (pisos albergue, señalizacion, WhatsApp de apoyo) es de aplaudir.

En fin: seguro que podemos aprender de Noruega - yo vi un reportaje interesante sobre una infraestructura de cabañas en Dinamarca -, y quizá en la dimensión de sensibilidad respecto a la naturaleza nos dan cuatro vueltas, pero ¡para algo son asociaciones y no empresas con ánimo de lucro! La cuestión no es poner la zancadilla a la competencia, sino colaborar y nutrirse mutuamente.

Me suena, por ejemplo, que Rebeckah Scott en Palencia/León organiza cuadrillas de voluntarios internacionales para limpiar los bordes del Camino.

Dos ejemplos, para acabar, ligados los dos al albergue del Padre Blas en Fuenterrobles de Salvatierra, en la vía de la Plata: sé que han tenido colaboraciones con los del Camino de S Olav, precisamente en Noruega; y que a través de un peregrino alemán que resultó ser un político del Partido Verde, estuvieron envueltos en un proyecto de nidos para aves en las maravillosas dehesas de Extremadura y Salamanca.

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