Hola a todos.

Acabo de regresar del Camino (el Portugués por Galicia, el segundo más frecuentado). Una experiencia estupenda, como siempre. Pero con dos notas discordantes aisladas:

1. Un grupo de gente que, mientras iba caminando, llevaban a tope de volumen un aparato amplificador de una música horrible que se oía a 100 metros. Pretendían así contagiarnos de su alegría sonora a todo el resto de caminantes.

2. Tres ciclistas bajando a tope por un sendero estrecho del monte, mientras caminábamos por él bastantes peregrinos, poniendo en riesgo nuesta integridad, a pesar de los avisos de que aminoraran su velocidad.

Tanto un grupo como el otro, eso sí, nos desearon estentóreamente "buen Camino".

A los que sostienen que cada uno hace el Camino como quiere, hay que decirles que es posible que tengan razón: unos lo hacen molestando en la forma que mejor les place, y el resto los padecemos con cuasi infinita paciencia.

Un saludo a todos.