Más policía en los caminos y pueblos....menos en las bandas de música...escoltas personales.oficinas....etc..etc...para un político que acude al camino...le pasa esto....el camino es libertad,no puede mancharlo actos de estos....en muchos pueblos cuarteles cerrados y en cientos de kilómetros..ni una patrulla...y en las redes sociales también podría ponerlo bonito del camino y los albergues maravillosos por los que está ...y como político que ayude a solucionar muchos problemas.

Suceso lamentable,y debe ser condenado, pero no generalizemos ni caigamos en el dramatismo absoluto que es por donde creo, como siempre hacen los medios de comunicación, nos quieren llevar.

El camino es de lo más seguro que existe tanto para ellas como para ellos.

Este tipo de generalidades y polémicas de verano sin noticia relavantes no van a traer nada bueno, puede hacer que mujeres que están pensando en hacer el camino no lo hagan por el dramatismo y la hipocondría televisiva, eso a su vez traerá perdidas al sector hostelero y de hospedaje y al final menos recaudación de impuestos, campaña que solo traerá malos rollos y pérdidas económicas para toda la sociedad.

La prueba que el CAMINO ES SUPER SEGURO es que en las estadísticas el camino de Santiago es realizado por MAS MUJERES QUE HOMBRES.

por algo será....

Lo dicho no manchemos el camino con un tema que por fortuna es muy residual.

Buen camino

Pd: diputada de podemos, seguro que no trabaja en la sección de feminismo... En fin hablemos de camino y menos de polemicas abdurdas, todo lo que toca la política lo embarra o lo estropea, me juego lo que queráis que este tema acabará en nada, ni detendrán a nadie ni se sabrá que pasó exactamente, sino al tiempo, si es un político sea del color que sea poner en cuarentena lo que diga, nunca conocí un político/a diciendo la verdad.

 Ultreia.

Todxs no existe en castellano.

Todes, para los asturianos del centro de Asturies, significa todas.

El lenguaje inclusivo opta por decir "todos y todas" (o al revés).

Saludos y ¡buen Camino!

PD para Antonio Santisteban: Cuando pusiste el "post" a las 11:04 de ayer, otro miembro del foro --joseppb-- ya había enviado, a las 9 y pico,  uno sobre el mismo tema. Creo que es mejor no desperdigar comentarios, sino centrarlos. ¡Saludos!

Buenos días – tardes (pues cuando empecé eran días y ahora son tardes),

Como mujer que ha sufrido acoso, me siento en la obligación de añadir mi pedazo. Y ya en avance, digo que no me es fácil ni me viene de gusto explicarlo.

He sido “afortunada” de ser acosada en el colegio, en el vecindario, en el instituto, en el trabajo, en la calle, en el transporte público, en una tienda, en El Camino, en... sinfín de sitios. Por compañeros y profesores de clase o de instituto, por vecinos, padres de amigas, compañeros de trabajo, clientes, representantes de productos, peregrinos, etc. Y, al igual que yo, la mayoría de las mujeres en este país, que, en algún momento de sus vidas, en mayor o menor grado, también han sido “afortunadas”.

Hasta hace unos años que es cuando ya me revelé, se me ha dicho que no debo hablar con personas del sexo opuesto y que si lo hago, he de ser seca, no sonreír y menos aún, querer ayudar, pues me expongo a estar en una posición vulnerable. Tampoco debo caminar, con auriculares, de noche, vestir corto, maquillarme o ser llamativa si me muevo sola por ahí, en un mundo donde habitan los hombres. Y, que si lo hago, luego no me queje. También se me ha dicho que soy “afortunada” por haber sido simpática, joven, agradable, amable, sonriente y que no me quejara pues “esa es la suerte de las guapas”.

Y esto en el siglo XX, pero aún es peor, pues ya estamos en el XXI y se siguen diciendo cosas similares.

Cosas como que es que tampoco pasa tanto, que si las situaciones son exageradas que si vamos a sacar puntillas de donde no las hay y aún peor, que si vamos provocando!

Cuando me revelé pregunté:

¿Provocando? ¿Por querer ser independiente? ¿Por querer ser libre y moverme y vestirme y comportarme de la misma forma que lo hace un hombre?

La respuesta ya la podéis anticipar:

Pero si ya lo eres. Eres libre, conduces, trabajas, eres independiente, pagas tus facturas, te vistes como quieres y haces lo que quieres.

Técnicamente es así, la realidad es otra. Tenemos que aprender a vivir con esta amenaza. Muchas de nosotras vivimos con miedo, a veces, incluso nos paraliza. No salimos a correr o caminar por el bosque solas, no vivimos solas, aguantamos conductas inapropiadas en varios momentos del día a día, como al ir a comprar, a trabajar, en el gimnasio, en la calle, en la playa, en cualquier sitio, no muchas viajamos solas. Y, si lo hacemos, no paramos de escuchar:

Y, ¿vas sola?, ¿cómo te atreves?, ¿no te da miedo? ¿y, si pasa algo? Sobretodo, no hables con desconocidos.

Lamentablemente este no es un caso aislado. Muchas de nosotras no decimos nada por la vergüenza que sentimos al hacerlo, la vergüenza que nos hacen sentir con las “preguntitas” y lo único que queremos es quitarnos el susto y al indeseable de la mente y por eso huimos hacia delante haciendo parecer que ni siquiera ha pasado.

Por poner un ejemplo. Junio 2017, Camino Primitivo, a media etapa entre A Fonsagrada y O Cádavo. En algún momento en el medio de la etapa se me une un peregrino como lo hacen tantos otros y caminamos juntos mientras hablamos. Debido a que me habla en otro idioma y usamos el inglés y el español como puente, la conversación se hace más lenta y nos miramos muchas veces a la cara a fin de poder entendernos mejor. Finalmente, acabamos etapa en el mismo sitio, Castroverde y ya puestos, acabamos comiento juntos. Después por la tarde, se unen otros 3 peregrinos españoles que ya conocía de etapas anteriores y los 5 nos tomamos unos cubatas caseros que preparamos en el albergue. A la mañana siguiente yo salgo temprano y me avanzo porque, como siempre, me gusta caminar sola y el peregrino extranjero me llama a gritos y pregunta que por qué no le espero y con estas que ya me alcanza. A partir de aquí yo ya empiezo a sentir que hay algo que no me gusta y le hago saber que quiero caminar sola y que ya nos veremos más tarde en Lugo. No le doy más conversación e incluso me hago la sorda a sus preguntas y no le contesto, cosa que me cuesta mucho. Parece que capta la indirecta-directa y se para a tomar un café. Yo sigo y poco después me encuentro caminando con otro jubilado español con el que entro en Lugo y me tomo un café. Siendo quién soy, Lugo está muy cerca y además, cuando peregrino no me apetecen las ciudades, así que sigo adelante y por la ciudad me encuentro con los otros 3 peregrinos nacionales que se quedan a comer en Lugo y acordamos en que luego nos veremos en San Román da Retorta, que es dónde yo tenía intención de llegar. El albergue de la Xunta es muy pequeño y llego allí y tengo cama. Poco después, llegan los 3 nacionales y con ellos ya se llena el albergue y me dicen que el peregrino extranjero está como loco preguntando por mí a todo el que ve y que da la sensación que sea mi pareja, que qué le he hecho. Después de hacer las tareas de los peregrinos nos vamos al bar a tomar algo y esperar a la cena. Llega el peregrino extranjero y directamente me abraza, me separo y le digo que no, que no le he dado ese permiso y no tiene que abrazarme. Se ducha y cuando estamos cenando, se sienta a mi lado. Los 3 nacionales miran y no dicen nada. Cuando en el bar nos ofrecen una copa de licor casero, todos aceptamos y el extranjero se acerca a mi y me sobetea el lateral del cuerpo con un abrazo bastante desagradable, no bien recibido y le hago saber de nuevo que no me tiene que hacer eso y su respuesta es: “En mí país, si una mujer bebe alcohol con hombres, por la mañana tendrá el culo reventado, nos da todo el derecho”. De los 3 nacionales, hubo uno que le dijo que eso era ofensivo y que debería disculparse y dejarme en paz, pues claramente, yo no le estaba dando pie a nada, que más bien le ignoraba. La respuesta fue del mismo tipo: “Una mujer que bebe (alcohol), no merece ser respetada”. Cuando el nacional, le pidió que se fuera, sus otros dos compañeros le dijeron que no se metiera en líos, que total, parecía un buen tipo. La que acabó marchándose de la mesa fui yo y al poco vino el chico que había intervenido. Al día siguiente, los otros dos peregrinos me pidieron que les comprendiese, pues para ellos eso sólo era una broma y que total por un abrazo... y que el tipo parecía una buena persona.

Ese tipo estaba casado, tenía mujer e hijos y además era Bombero y yo una mujer que bebe alcohol y habla con hombres y hace El Camino sola.

Después de todo este rollo quiero decir que esto es algo que nos pasa a muchas y no, no lo contamos. No es fácil. No es fácil porque no sólo lo pasas mal una vez, lo vuelves a pasar mal al contarlo y más aún cuando se te cuestiona y al final, eres tú la provocadora, la que con su sonrisa, ha hecho que te quieran asaltar, vamos, la responsable de lo sucedido.

Entiendo que haya personas que tengan un retraso intelectual y no entiendan las normas y se comporten como lo hacen los monos, aunque no me guste, lo puedo entender. Lo que no entiendo es que haya personas que pasen por alto que alguien se sienta incomodado, que tenga miedo o que quiten hierro al asunto. A fin de cuentas, la sociedad somos todos y como tal, debemos cuidarnos y educarnos y protegernos entre nosotros. No porque haya más policía en El Camino, se va a acabar con el “problema”, porque este “problema” no está sólo en El Camino, está en todas partes.

Aunque no conozcamos a la persona que siente miedo de primera mano, pensemos en si nos gustaría que nuestra hija, hermana, madre, tía, abuela o pareja pasara por estas situaciones.

Aunque hago mi vida como si nada, sin miedo, sí que tengo miramientos, sí que salgo mirando a todas partes y sí que tomo precauciones, porque, por “suerte” he tenido estas experiencias y también, cómo no, por ser “afortunada” me he acostumbrado a ello, lo he normalizado y eso, NO es normal.

Me hubiera gustado crecer sin tener que aprender a vivir con temor a que estas cosas pasen, sin ni siquiera conocer que estas cosas pasan, pero no por ignorancia de los hechos, si no porque NO PASEN. Así que la próxima vez que veas que una persona se esté pasando con otra, como mínimo, dale apoyo y no la cuestiones cuando te cuenten cosas de este estilo.

Saludos y gracias.

Muy bien los argumentos de tu experiencia, Sandra. Es lo que se vive, lo que hemos vivido muchas de nosotras. Por fortuna no he tenido ningún percance en el camino de esta índole aunque en Barcelona he pasado algunas. Siempre voy con los sensores puestos para evitar estos malos rollos y claro está, evito cualquier " malentendido "  y he aprendido a estar con las antenas puestas ante los pesados/acosadores que puedan surgir. Por fortuna ya estoy en esa edad en la que somos invisibles para este tipo de individuos, pobres diablos,  pero veo que siguen pululando por ahí. 
Queremos poder ir solas, sin miedo a ciertos especímenes que no han superado el medioevo ...

Caramba con el bombero!
 

Viniendo de una de Unidas Podemos tengo yo mis dudas, que casualidad.

Perdonar pero no me creo nada, de una peregrina no política no tendría ninguna duda pero todo les pasa a ellas, que casualidad.

Esto da mala fama al camino

Me parece absolutamente INACEPTABLE e INADMISIBLE el comportamiento MACHISTA de algunas personas en este foro, y en algún caso ya no es la primera vez. Estoy cansado de estos apóstoles del terror que todo lo relativizan manipulando burdamente la realidad social que estamos a vivir. Como hombre, estos comentarios insidiosos y cavernícolas  me producen una desazón tan profunda que me obliga a presentar al moderador una solicitud de revisión de contenidos que jalean al TERRORISMO MACHISTA, llegando a dudar de la versión de una mujer por sus creencias políticas o religiosas. ASCO.

Esto no es violencia de género, o lean de nuevo los magníficos comentarios de #ISKRA y #SANDRACAMINO, esto es el reflejo de una sociedad retrógrada donde anida el MACHISMO ESTRUCTURAL que rechaza y desprecia los derechos individuales de las mujeres. Dejen de hablar de " caso aislado "  o expresiones  similares, ese individuo no es un enfermo, es un delincuente que cosifica a las mujeres, individuos que maltratan y asesinan a mujeres y a sus hijos.