Fernando Cristó...
Imagen de Fernando Cristóbal Otxandio

Ensoñación leonesa I

.

En una soñadora tarde de Camino, en Reliegos, en Septiembre del año pasado, charlé largo rato con un hombre que de joven había sido luchador de lucha leonesa. Su memoria se remitía a un mundo para mí lejano, pero hizo despertar en mi conciencia el recuerdo de un viaje de pequeño, con mi familia, desde S.Vicente de la barquera y Potes hasta León. Soñadores veranos de la infancia en que uno descubre la sidra, los quesos fuertes, la cecina, los ríos de montaña, los macizos montañosos, los pueblos perdidos, iglesias mozarabes o la vidrieras de la catedral de la capital.

La verdad es que León siempre ha pillado lejos de mis referencias vitales, y nunca reparé especialmente en esta región. Claro que durante el Camino de Santiago uno se deja hipnotizar por los montes de León, o por el Bierzo, y a veces le toca una fibra extraña cuando en Sahagún oye ya a la gente el diminutivo “-ina", que anteriormente asociaba a Asturias .

Pero el caso es que aquella tarde en Reliegos, el hombre de la lucha leonesa despertó algo en mí: no era exactamente una curiosidad intelectual. Había un melancólico amor en la invocación de aquel mundo, una suavidad sabia y sutil que se me hacía extraña pero que me sedujo.

Y bien, este año ya venía de vuelta de Santiago, y en varios albergues leoneses vi unos libros de la Diputación provincial sobre “el antiguo reino". Y en mi ignorancia de hijo de las ikastolas de los años setenta, me generó curiosidad saber más de esas tierras occidentales. En el Camino primitivo me había resultado “simpático” Alfonso II el casto, así que una tarde me puse a leer sobre su historia. Y otra vez un perfumillo indefinible se me fue colando. No sabía exactamente en qué consistía, pero me llamaba.

Y para cuando llegué a León capital ya casi había decidido que en vez de seguir por el Camino francés, en Mansilla de las Mulas tomaría el Camino Vadiniense con dirección a Liébana.

Escribo esto ya en Fuente De, Picos de Europa en la parte cántabra. Mañana llego ya a Potes, ¡a Liebana!, y la verdad es que han sido unos días duros . La vía Vadiniense está en pañales: se chupa muchísima carretera, tramos larguísimos incluso por nacionales. Muy pocos albergues, y creo que muy poca conciencia institucional del valor de este peregrinaje.

Pero no escribo aquí para quejarme ( bueno, un poco más abajo me desahogaré un poquillo). Yo iba detrás de un “ no sé qué”, y he tenido atisbos deslumbrantes de eso que buscaba.

Ese río abundoso que pasa por Mansilla de la Mulas, y que le anuncia a uno que la meseta se está acabando, es el Esla, y el Camino hacia el norte de la región se hace siguiendo su curso. La abundancia de agua se hace patente en los campos de maíz, pero es que al segundo día de esta vía, tras Gradefes, aparecen unas praderas verdes de hierba alta, ¡preciosas! Como de antigua balada eslava, o nórdica.

La primera impresión fuerte fue toparme un mediodía con el priorato de San Miguel de Escalada. El edificio central es Mozarabe, del siglo IX, el más al norte de este tipo en la península. Y su historia empezó ya a tocar esa extraña fibra tras la que yo iba: tres monjes de Córdoba, huyendo de las persecuciones a los cristianos, encuentran refugio en el norte de León, y el rey Alfonso III les ayuda a levantar su monasterio. El templo se levanta con arcos de herradura, con columnas interiores de origen romano (de mármol africano), con bajorrelieves de imágenes persas de aves, destinada a oficios según el rito bizantino… uffa! Qué maravilla! Y ahí, escondido en una colinita.

AL día siguiente tuve que hacer dos etapas porque el albergue público de Cistierna estaba cerrado por el Covid, y lo privado estaba todo pillado. Por momentos iba maljurando como un arriero, pero el día me deparó otros dos momentos deslumbrantes.

Primero, el paso por las minas abandonadas de Vegamediana. Gronze califica estas ruinas de “sobrecogedoras", y antes de llegar yo me decía: “ seguro que exageran". Pues… resulta que no. Es un paraje desolador: me recordó a lo que hace años me contó Tomas de Manjarin sobre el abandono de las minas en torno a Ponferrada. En esas colinas negras la huella del hombre es profunda, poderosa, dolorosa, devastada incluso, de una rotundidad como de novela de Zola. Empecé a intuir por donde iba la melancolía en el tono de las historias que me contó el luchador de Religos.

Y luego, a partir de Cremenes empieza la calzada romana pegada al Esla. Sólo por andar los kilometros de esta calzada ya merecería la pena el Camino Vadiniense. (Y sólo por ello la Diputación de León debería asegurar unas mejores infraestructuras). Es que… por momentos crees estar leyendo un pasaje de “la guerra de las Galias” de César, combinado con las razias de los árabes y los pálpitos de la primera reconquista. Esta subida por el Esla es la que usó el emperador Augusto en su guerra contra cántabros y astures, y ¡joer, es que lo ves! El fragor del río a medio metro, la ladera del monte a otro medio metro, suelo negro de piedra ferrugosa, durante kilómetros y kilómetros. No me extraña que lo romano esté tan interiorizado en la cultura leonesa.

Y de pronto, a la otra orilla del río, aparecen los restos de...

.

Ma Teresa
Imagen de Ma Teresa

Hola Fernando, no tardes en publicar el II

gusto de leer, como siempre

saludos

txetxa
Imagen de txetxa

Esto es como una serie de televisión que te deja el final con puntos suspensivos por una semana. Espero no tardes tanto en contarnos el resto ;-)

JSMartos
Imagen de JSMartos

¡¡¡Ea, ya nos tienes enganchados con tus palabras, Fernando!!! Así, que estaremos esperando el siguient capítulo ;-)

¡¡¡Ultreia!!!

Indi
Imagen de Indi

Brillante! Gran cronista de viajes serías...bueno, ya lo eres.

Que tengas un Buen Camino, Fernando!

EngelAbel
Imagen de EngelAbel

Y de pronto, a la otra orilla del río, aparecen los restos de...???

de, de,... ? Fernando Cristóbal, andas por ahí... ?

baskotxu
Imagen de baskotxu

Continúa por favor....

Carla María Mor...
Imagen de Carla María Moreira Dias

Nos tienes en ascuas!

Indi
Imagen de Indi

La continuación la tienes en otras entradas diferentes:

Ensoñación leonesa II y III.

Si pinchas en el nombre de Fernando te saldrán todos sus comentarios y las entradas que ha publicado.