
LA MAGIA DEL CAMINO
LA MAGIA DEL CAMINO
Recién regresamos mi esposa y yo del Camino Portugués a Santiago de Compostela, iniciando en Oporto el 27 de Abril y finalizando el 8 de Mayo 2018, 12 días de peregrinar con mochila al hombro para cubrir más de 240 kms, que como pudiera cualquiera imaginar, de mucho esfuerzo.
Sin embargo, mi intención en estas líneas no es cubrir el tema de lo necesario o detalles para llevar ese esfuerzo, sino al secreto de lo que sucede allí, el porqué del que lo hace una vez, le quedan tantas ganas de volver y repetirlo, o bien, al escenario que se observa en la despedida con lágrimas de compañeros de diversas nacionalidades, que nos acompañamos en varios tramos del camino y llegamos a intercambiar ideas de lo que somos, de lo que sentimos y del porqué estamos allí, con la casi certeza de que no nos volvamos a encontrar y de que no habrá más momentos iguales.
Las primeras ideas durante el primer día giraron en torno a qué es lo que estoy haciendo aquí, la lluvia y el frío nos dieron la bienvenida al camino en Oporto, pero a partir de allí entramos a lo que le llamaría un “ESPACIO” con duración de 12 etapas, donde cada día habría que moverse de un lugar desconocido a otro más desconocido, eliminando todo tipo de tecnología, donde no hay competencia de ningún tipo, no existen ganadores ni perdedores, donde los acompañantes son de diversas nacionalidades y religiones, pero que todos llevamos ropa similar para vestir y para cargar, sin necesidad de mucho dinero porque no hay en qué gastarlo y nadie tiene ganas de cargar más peso, solo lo necesario para comer.
En ese ESPACIO donde no existen noticias externas de ningún tipo, no hay ruido que interfiera en nuestro proceso, solo se vive en el día de hoy, porque el ayer lo dejamos vacío atrás y el mañana aún no tenemos por qué preocuparnos. Nos importa la etapa actual que vivimos en el ahora y el avance en el camino, donde no existe el tiempo, cada quien decide donde inicia, donde descansa y donde termina cada etapa.
La gente tiene una gran variedad de objetivos para asistir al Camino, unos respondían que lo hacían por ejercicio o salud, otros que necesitaban hacer un cambio en sus vidas, otros para olvidar problemas recientes, otros porque ya habían hecho otros caminos y les había gustado, otros por peregrinaje espiritual. Pero lo que sí quedó demostrado fue que, a pesar de no conocernos ni de vista anteriormente y de ser posiblemente muy diferentes, todos en general nos extendíamos buenos deseos, BUEN CAMINO y en mi caso particular se me ocurrió la idea de agregarle el deseo de VAYA CON DIOS, frase famosa por una canción clásica en español, pero que servía como detonante para que hicieran conexión, los que aún seguían renuentes a reconocer la presencia del Señor.
Con la experiencia de entrar en este ESPACIO en silencio en gran parte del día, nos damos cuenta que nuestros sentidos se van agudizando, y notamos el paisaje de tonos de verde, la cantidad de flores naciendo en la primavera, el aroma de los bosques, el sabor refrescante del agua y las frutas, el toque del viento en el rostro, el canto de los pájaros, por lo que era fórmula fácil para agradecer a Dios la creación de nuestro universo.
Cada inicio de etapa hacíamos un rosario matinal, agradeciendo a Dios por todo lo que nos ha otorgado en esta vida y ofreciendo la oración por toda la familia, amigos, enfermos, sacerdotes y en especial algo que nos resultó muy significativo fue el recordar y sentir la compañía virtual de todos los que se nos han adelantado y han pasado a mejor vida, nuestros padres, familiares y amigos fallecidos, aquellos sacerdotes que fueron nuestros guías espirituales y que nos siguen iluminando desde las alturas. Normalmente terminábamos la etapa con una misa y la bendición del sacerdote de cada lugar.
Todo lo anterior es solo el preámbulo para definir la energía positiva del ESPACIO en el que nos envolvíamos para transitar cada día, donde pasábamos horas y horas caminando, pero con mucha oportunidad para meditar y contemplar la creación, viajando hasta nuestro Ser interior para lograr la paz total y entendiendo que existen millones de razones por las que podemos y debemos de ser felices en esta vida.
Nuestros compañeros tendrían diferentes nacionalidades, diferentes profesiones, diferentes religiones o pudieron ser ateos, pero finalmente terminaríamos todos iguales, pensando posiblemente que la meta no era lo importante sino el camino, porque allí fue donde encontramos el sentir de la paz espiritual con todo lo que se nos presenta el ESPACIO creado por Dios, que querrán volver a sentir de nuevo esa experiencia.
Espero que lo anterior los motive a encontrar ese ESPACIO en sus vidas, donde quiera que sea y que sigan avanzando en el BUEN CAMINO.
Un abrazo,
José Ignacio Guerra
Mayo 2018, México
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Muchas gracias, José, por acudir de nuevo a este foro tras haber finalizado el Camino que planificásteis.
Seguí vuestras preguntas y comentarios desde agosto del pasado año ¿Recuerdas? Entonces teníais la intención de hacer sólo el pequeño recorrido desde Tuy. En el foro os animásteis a comenzar en Porto. Así hicísteis y, ahora, de nuevo en México, os mostráis contentos y satisfechos.
Si, es la magia del Camino.
¡Buen Camino, siempre, en vuestras vidas!