Jue, 29/07/2021 - 18:26
chinches en alojamiento camino Portugués Central
He tenido numerosas picaduras de chinches en la habitación donde pernocté en Redondela el día 21 de Julio de 2021, en el alojamiento privado....
Además de las lesiones que dejan por toda la piel, el problema es que puedes extender la plaga a otros albergues o establecimientos hoteleros, incluso llevártelo a casa.
Se lo comuniqué a la propietaria y en vez de indicarme que cerrarían la habitación y la desinsectarían, me respondieron que era raro, ya que aspiraban los colchones.
Os lo comunico para que desde Gronze, se dé la mayor difusión de este asunto, para prevención de peregrinos.
Gracias
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Borramos los comentarios sobre los chinches en los albergues/alojamientos.
Un solo comentario diciendo que hay chiches hunde literalmente al albergue/alojamiento, y no es justo porque no suelen tener la culpa. Es un critero de Gronze, que entiendo que sea discultible, porque limitamos la libertad de expresión, cosa que nunca me ha gustado hacer. Pero para mí hay algo más importante: el sentido de proporcionalidad. El daño es enorme y, la mayoría de las veces, injusto. Porque la aparición de chinches no tiene nada que ver con una mala limpieza o dejadez.
Otra cuestión es que el propietario, una vez que sabe que hay chinches, no tome las medidas oportunas.
Efectivamente, no siempre tienen la culpa los albergues. Verano del 2018, estoy de hospitalero en DONOSTIA, concretamente en la Ikastola Miren Biotza (Corazón de María), después de ducharse un peregrino italiano, me muestra en la mano dos garrapatas, le pregunto de dónde viene y dónde a dormido, me contesta que en el monte, bajo la luz de la luna, y que ha pasado mala noche, pues las picaduras no le han dejado dormir. Luego seguí el protocolo que conlleva esta circunstancia: fumigación de mochila y ropa en una bolsa de plástico, que se vaya a urgencias y que al día siguiente lleve toda la ropa a la lavandería.
Le hice un seguimiento y fuí avisando en todos los albergues que paraba a dormir, pues la cosa podía llegar a mayores. Resumiendo, la mayoría de las veces estos problemas los llevamos nosotros mismos, por nuestra dejadez o imprudencia. AGUR, MANU.
Tienes toda la razón del mundo.
Hay que lavar a 60 º absolutamente TODO . La mochila , toda la ropa ,el saco de dormir, la toalla , las playeras , los cordones , las plantillas , el neceser , TODO .
Si se puede dos veces .
Muchas veces los bichitos vienen con nosotros . Hay que ser muy cuidadoso donde dejamos la mochila .
Efectivamente GRONZE, nada que ver con una mala limpieza o la dejadez.
Me temo que lo raro no es que de vez en cuando aparezcan chinches en algún albergue, lo soprendente es que no aparezcan con más frecuencia a la vista de la actitud incívica y desordenada de algunos de sus ocupantes. Y con que uno solo de estos portadores de insectos desparrame, como con tanta frecuencia vemos, el contenido de su mochila por su litera y aledaños y deje ésta en el suelo, es más que suficiente para que se contamine el albergue y unos cuantos de sus compañeros. La continuación de la historia es fácil de imaginar, cada nuevo portador será un nuevo difusor.
Todos sabemos que no es fácil conservar el buen orden y la perfecta organización cuando se comparte un espacio reducido, pero precisamente por eso, por lo incómodo que puede resultar desenvolverse en esas concidiones, se hace más necesario que nunca observar un estricto cuidado con nuestro equipo y absoluto respeto con los espacios comunes y no digamos ajenos. Las mochilas llevan un asa entre las bandas en su parte superior que es excelente para pasar por ella un mosquetón y con un trozo de cinta o cuerda colgarla a los pies de la litera, por ejemplo. La ropa, los útiles de aseo, las prendas de abrigo y el equipo de lluvia van muy bien empaquetados en bolsas de tela diferenciadas. Los alimentos no deben de estar nunca fuera de un contenedor hermético adecuado, y así sucesivamente. Con un poco de buena voluntad, de orden y de organización, aparte por supuesto de la adecuada dosis de respeto por el prójimo, sería rarísimo que en ningún albergue aparecieran insectos, al menos de los aquí mencionados.
Buen Camino.
Es cierto. Se le ponen a uno los pelos como escarpias de ver a veces las mochilas, que a saber por donde habrán rodado, encima de las literas.
Las garrapatas está claro donde se cogen. Con las chinches la gente no lo tiene tan claro y ahí salta la alarma...