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¿El camping más pintoresco de la costa atlántica? | Camino del Norte - Día 16

Somos una pareja joven que se dedica a crear contenido de fotos y videos, así como nuestra propia música. Nuestro contenido está relacionado con viajes y aventuras. Somos caminantes apasionados que aman el senderismo, el trekking y el campamento. Nuestro objetivo es promover un estilo de vida saludable, motivar a las personas a caminar más y cuidar la naturaleza. 

En el día 16 de nuestro Camino de Santiago del Norte, llegamos desde el pueblo de San Vicente de la Barquera al Camping "Playa Las Arenas".

El comienzo del día fue muy brillante y soleado, en contraste con el clima de ayer. Y era obvio que va a hacer calor. El campamento era un poco ruidoso y estaba abarrotado, así que por la noche había ruidos molestos. En la madrugada, escuchamos que algo se movía afuera de nuestra tienda y cuando miramos afuera vimos al erizo atraído por las sobras de comida, probablemente la piel del melocotón. Pensamos que era un gato porque hay muchos de ellos en el área. Nos sentimos decepcionados porque no tuvimos tiempo de filmarlo, se escapó tan rápido y no reaccionamos en consecuencia. Pero fue un accidente tan dulce.

Así que decidimos por ese día que haremos 17 kms al campamento Playa las Arenas. Y vimos que el Camino se aleja bastante del océano debido a las difíciles áreas de inundación del río. Así que queríamos seguirlo durante la primera mitad y luego acercarnos a la costa si es posible.

Pero subestimamos el calor que nos estaba dominando, tremendamente y con furia. Ya desde el principio sentimos mucho calor y luego, cuando hicimos la primera subida, estábamos casi muertos. Así que tuvimos que detenernos debajo de cada árbol y cada sombra que pudiéramos encontrar para no sobrecalentarnos. Y la ruta iba por los campos con poca o ninguna sombra. Eso fue difícil.

Así que después de haber sentido esto rápidamente decidimos seguir el Camino por más tiempo porque era un camino más corto hacia nuestro destino. Y cuando hicimos los primeros 8 km, encontramos una gran sombra y tomamos una pequeña siesta allí. Fue muy agradable y refrescante. Con ese descanso pudimos ir más lejos hacia donde planeamos. Gracias a Dios, ya no había subidas tan duras como la primera y llegamos a la encrucijada con bastante facilidad.

Luego tuvimos que dejar el Camino y tomar la carretera por una pequeña distancia para llegar al supermercado y luego al campamento. No fue una experiencia muy agradable como se esperaba, pero al menos esta carretera no era la más ocupada en ese momento.

Hicimos nuestras compras y nos dirigimos en dirección a nuestro campamento. Tuvimos que alejarnos de un Camino, más cerca de la costa para llegar allí y estábamos bastante cansados ​​en ese momento. Pero Dios mío, valió la pena! Fue el campamento más lujoso en el que hemos estado. Y si no nos apartamos del Camino, no tendríamos la oportunidad de saberlo.

La ubicación del camping es muy pintoresca por un lado con las orillas de los ríos con densos bosques y por el otro la pequeña playa entre los acantilados. El campamento en sí es enorme y ni siquiera pudimos verlo todo. Difícilmente pudimos elegir un lugar para nuestra tienda de campaña porque había tantos excelentes disponibles. No quiero decir que las instalaciones eran muy buenas. El precio fue probablemente el más caro que pagamos por una plaza de 23 euros, pero hubo campamentos donde pagamos 20 y ni siquiera estaban cerca del nivel de este. Nos mudamos del campamento más barato al más caro en un día. Y para nosotros esto es lo que más nos gusta de permanecer en los campings porque nunca sabes qué esperar (porque sabes que no puedes confiar en las fotos en el sitio web) y, a veces, es horrible, pero a veces va más allá de tus expectativas, como en este caso.

Y se sintió como el paraíso después de este caluroso día bajo el sol. Pero la mejor parte fue la playa, por supuesto, donde cocinamos, cenamos y pasamos toda la noche observando las olas y escuchando el sonido del océano. No hemos estado antes en un camping con una playa privada y se sentía tan inusual pero genial al mismo tiempo cuando podías tener toda la playa solo para ti. Pasamos un tiempo tomando fotos y solo siendo tontos. No vimos la puesta de sol debido a los acantilados que bloqueaban la vista, pero al menos tuvimos este momento para estar presentes y disfrutar de la vista. Y así, cansados ​​pero felices después del día lleno de impresiones, con los sonidos de las olas que nos mecían para dormir, nos quedamos dormidos rápidamente esa noche.
 

 Mire el video completo aquí: https://youtu.be/gTObA0vZrec
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