No hay control . 

Si tienes un accidente pagas tu el rescate. 

No parece fácil poner controles en una carretera abierta al tráfico, y ese es el comienzo de la llamada ruta de Napoleón. El prohbir el tránsito de peregrinos en los meses de invierno se traduce en que, como dice Carapau, quien provoca una intervención de los servicios de auxilio en montaña corre con todos los gastos,  que al parecer están cifrados en unos seis mil euros. Hace pocos años coincidí en Roncesvalles a primeros de enero con tres peregrinos, expertos en montaña, que habían hecho esa ruta. Me aseguraron que conocían la normativa pero que habían hecho el recorrido sin grandes dificultades y con el apoyo del GPS.  Comprenderás que una ruta que transcurre en gran parte por carretera y que no va a una elevación excesiva no es un gran obstáculo para un montañero con 20 años de experiencia y debidamente equipado. Ahora bien, hacerlo solo y en invierno me parece excesivamente arriesgado. Y con la espada de Damocles de la Gendarmerie, que estaría encantada de recordarte que no deberías estar ahí, yo la verdad es que no me metería en semejante lío. Tú es muy probable que puedas hacerlo sin problemas pero tu ejemplo animaría a quien a lo mejor no tiene el mismo nivel. Mejor no lo hagas, y si lo haces no lo cuentes.
Buen Camino.