Manu Guzmán
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Mi Camino. Desde la sinceridad.

Buenos días a todos y todas.

Hace ya cuatro años que hice el Camino Francés en bicicleta, desde Roncesvalles hasta Santiago. La idea era acabar en Fisterra pero no fue así.

Los motivos que me empujaron a elegir el trazado francés fueron una mezcla de agradecimiento a la vida, a quitarme muertos que llevaba colgados, a conocerme más a mí mismo, a recorrer una ruta con un imponente patrimonio histórico, cultural, rural y humano. Desde la perspectiva de la distancia, pienso que buscaba también creer en algo, descubrir el por qué miles de personas experimentan una “transformación” y unirme a ellos. Yo buscaba creer, aunque no soy católico practicante. Además, mi perfil de historiador me arrojaba más incredulidad que fe sobre la tumba del apóstol.

Tengo 54 años. No he tenido una vida difícil pero mi experiencia vital es bastante particular. Digamos que estoy acostumbrado a ser superviviente y mi biografía cuesta de creer. Dejémoslo aquí.

Antes de iniciar el camino me documenté en este foro y en otros, escuché decenas de podcast, vi la conocida película The Way, el documental de F. S Dragó, los vídeos colgados en Youtube de muchos y muchas viajeros/as, libros, mapas… reconozco que soy obsesivo cuando se me mete entre ceja y ceja una idea. Llevaba mucho equipaje, hasta tienda de campaña, para pernoctar a mi aire en caso de no encontrar albergue.

Mi camino empezó con dificultades: lluvia a las 6 de la mañana y cierre del sillín roto.  Empecé, pues, a pedalear con una sonrisa en la cara, deseando buen camino a los otros peregrinos.

Hasta Pamplona, donde compré el cierre del sillín en el Corte Inglés, fui demasiado rápido, con mi cabeza llena de planes y estrategias. Me perdí ese tramo, uno de los más espectaculares del camino.

 Y desde Pamplona ya empecé un camino que no supe apreciar. Un camino mal enfocado y mal entendido, con mi cabeza en otras cosas. Si que es cierto que disfruté, pero como un amante desganado. El objetivo fue llegar a las etapas. Viví grandes momentos en los albergues, en Agés, en Puente la Reina, En Astorga, en el Alto de Mostelares, junto al Canal de Castilla, en las carballeiras de Galicia… pero no conecté; hice el camino demasiado rápido, con una conexión débil. Me empecé a dar cuenta de todo ello en Ponferrada. La masificación de peregrinos a la entrada de Galicia me alejó mucho más del Camino. También algunos mantras sobre el sentido religioso del camino y algunas visiones realmente sobrecogedoras de gente haciendo penitencia o personajes muy particulares me hicieron pensar que no estaba en mi lugar, que el camino no me pertenecía. Y me encerré en el pedaleo.

Al llegar a Santiago, me tuve que alojar en un albergue de las afueras, pues todo estaba ocupadísimo. Y aquí tuve la primera lección, una auténtica bofetada. La chica hospitalera me vio llegar muy cansado, consumido, sucio ( pernocté en un techado abandonado) y me preguntó: - ¿De dónde vienes?

Y yo me quedé mudo, en blanco, sin saber decir de dónde venía. Se me borraron de la memoria nombres y sitios… simplemente recorrí la distancia entre Roncesvalles y Santiago. Y decidí no llegar hasta Fisterra: aquella tarde empaqueté la bicicleta hacia mi casa y reservé un billete de avión. Me sentí muy mal, desdichado, avergonzado. Cuánto me arrepiento.

Cuando llegué a mi casa me sentí como un farsante, un impostor: a ojos de los demás había hecho el Camino de Santiago pero yo sabía que no, que simplemente había pedaleado más de 900 km en 14 días. Incluso exhibía la gesta: era como el cuento del traje nuevo del emperador. Solo que yo, el emperador, era el único que sabía de la desnudez de la impostura. En un cajón metí  la credencial, mis mapas, mi guía y mi historia.

Desde entonces me propuse repetir el camino. El año que viene, el otro, este año no, este no puedo…

Y ahora me veo otra vez en este foro, escuchando podcast sobre el camino, viendo otra vez The Way y las experiencias de otras personas en Youtube. Y me vienen a la memoria cosas de mi camino que ya no recordaba y que sí,  ahora recuerdo que en aquel momento, por un instante, me hicieron conectar, fundirme en comunión con otras personas y lugares. Y ello me espolea el deseo de repetir otra vez el Camino. Porque ahora, desde la sinceridad y el auténtico deseo de conectar, me empuja a ello.

Quería compartir mi historia porque creo que puede ser útil. Pero también porque necesitaba hacer un ejercicio de sinceridad. Creo que lo debía.

Gracias a todos y todas.

 

Indi
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Bienvenido, Manu, y gracias por tu relato y sinceridad.

Pensé al comenzar a leer que según progresabas por tu Camino, una vez rebasado Logroño, o tal vez Burgos, empezaríamos a ver un inicio de transformación positiva tras tu normal y habitual en muchos cuando comenzamos incertidumbres, dudas, prisas iniciales e incluso alguna decepción. 

He lamentado ver que no se produjo, aunque ya analizas tú los posibles motivos. La única recomendación que me atrevería a proponerte es que para el próximo Camino borres todo lo posible de tu mente la experiencia anterior y mantengas la ilusión intacta. Cada Camino es diferente, seguro que en este encuentras o, mejor, te encuentras.

Pero creo que para que tu experiencia sea como la imaginas deja la bici en casa y échate la mochila a la espalda. 

Buen Camino y gracias nuevamente.

Fernando Cristó...
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Esa sinceridad te da resonancia: en ello ya  se aprecia "camino" hecho.

Fernando Cristó...
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David Rod
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si buscas una experiencia plena en el camino, camina, la misma palabra lo dice, no te lo tomes a mal, te lo digo desde mi maxima ignorancia sin prepotencia ni chuleria, deja la bici, camina, conectaras mas por el simple hecho de que iras mucho + despacio y estaras muchos mas dias en la ruta, la bici es un vehiculo de traccion humana pero vehiculo, se va demasiado rapido, todo pasa demasiado rapido que no te enteras.

buen camino y feliz año!!

João Batista Campos
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Una hermosa historia contada y para volver a contar. 
Saludos Manu Guzmán!!
Nunca he hecho un Camino en bicicleta y puede que me equivoque en lo que voy a decir: cuando haces un camino en bici, no compartes el camino con nadie, o casi nadie. Pocos hacen el Camino en bici, en comparación con el número de peregrinos a pie. 
Por las paradas en las etapas de cada bicigrino son bastante distintas, los encuentros y reencuentros con otros bicigrinos son raros y con Peregrinos muy improbable.
Además, sentí varias veces y en diferentes momentos que hay una cierta discriminación (un poco velada) de los Peregrinos (a pie) en relación a los bicigrinos. Por ello, la interacción entre bicigrinos y peregrinos prácticamente no se da, en gran parte por este hecho o por la casi certeza de que nunca más se volverán a encontrar.
Por ello, la interacción, la construcción de amistades, el compañerismo y las relaciones personales con otros peregrinos son una rareza. Y, para mí, personalmente, esto es indispensable.
Hay personas a las que les gusta y quieren que el Camino sea solitario y centrado en sí mismos. Ok. Es una opción personal y no se discute.
Así, por estos entendimiento y coincidiendo con Indi, creo que deberías coger la mochila y ve al Camino! 
Ultreia

 

Manu Guzmán
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Tenéis mucha razón, con la bicicleta se va demasiado rápido. Aunque no soy nada competitivo reconozco que en algunos tramos (bajadas de los altos) te pierdes mucho. En el tramo entre logroño y León fui saboreando el camino, eso sí. Pero sí, lo que decís: el Camino es quizá para hacerlo con mochila y tejer historias.

João, lo que dices sobre la discriminación de los ciclistas, tiene mucho acierto, pero también creo que es un poco merecida; a lo largo del camino me encontré con los típicos que iban como en una carrera, sin alforjas (seguramente se las dejaba un servicio en el albergue o fonda venideros), y entiendo que un peregrino/a a pie se moleste por el contínuo apartarse para que pasen las bicicletas. También os tengo que decir que ir en bicicleta con dos alforjas llenas y tienda y recorrer el Camino por el trazado de caminante tiene también su qué. Pero sí, os doy la razón y os tomo la palabra y el reto: el Camino, con mochila.

 

Gracias

Kiernan
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Hola Manu.

Yo, en un Camino, conocí a un peregrino en una de esas charlas improvisadas típicas del albergue a la tarde. Ya sabéis lo que pasa, cuando esa "magia" hace que te caiga bien alguno. Horas de tertulia, cena grupal, más tertulia, risas, confidencias,...eso, lo típico!angel

Comenté en algún momento que estaba cansado, y estaba pensando en hacer una etapa más corta al día siguiente, me dijo que él también.

"Otia, cojonudo, pues igual nos vemos", pensaba yo. Y le pregunté si sabía dónde iría (estábamos en Frómista). El tío va y me dice que calculaba dormir en Sahagún.

Mi cara: surprise

Su repuesta: es que yo voy en bici.

Y a partir de ahí la conversación de cuán diferentes son los conceptos de distancia o tiempo en función de la manera de hacer el Camino. Para mí fue una novedad, porque era el primer peregrino en bici que conocía, y ya llevaba unas cuantas jornadas caminando y encontrándome caras conocidas casi a diario.. Él me explicaba que en los días que llevaba de Camino no había coincidido nunca con la misma gente, y que estaba pensando que el siguiente lo haría caminando.

Desde mi humilde experiencia, le dí la razón.

No es una crítica, Dios me libre, a los ciclistas. Sólo es un apunte

 

Saludos a todos, y que pronto podamos cruzarnos en el Camino (en bici, andando, galopando, o en patinete)

K.

Pedro Martinez2
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Hola buenos dias e leido tu historia con mucha atencion pues yo mi primer camino lo hice igual que tu en bicicleta no asi los demas echos que son unos cuantos apollo eel consejo que te dan de cojer la mochila y caminar y asi podras tomarte el camino con mas tranquilidad y disfrutar de todos los pequeños momentos que te brinda el camino recibe un cordial saludo y buen camino para cuando te decidas a emprenderlo de esa otra manera y con otra perpestiva 

José Antonio Gi...
Imagen de José Antonio Gil Martínez

Hola Manu Guzmán.
Estoy de acuerdo con todos los comentarios que te aconsejan colgarte una mochila y caminar.
Si no dispones de muchos días para llegar hasta Fisterra, comienza en Oporto, Ponferrada, Oviedo, etc.
Intuyo que conocerás el Camino de otra manera y lo sabrás apreciar en todo su recorrido.
Un saludo, buen Camino y feliz 2021. 

Fernando Cristó...
Imagen de Fernando Cristóbal Otxandio

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En cuanto a lo de la necesidad de conexión, la fé etc, hay que reconocer que lo tenemos chungo los occidentales de hoy día, pues hemos sido educados en el cuestionamiento científico de todo (es bueno tu ejemplo de ser historiador y analizar la leyenda de Santiago).

Ese raciocinio ronroneante no nos deja fluir. Es como si fuéramos estudiantes de enfermería y supiéramos todos los posibles esguinces que se pueden sufrir bailando, lo cual no facilita precisamente el desmelene necesario para lanzarte a la pista.

Pero por eso mismo está muy bien el Camino de Santiago: por un lado echa freno a la deriva “racionalista" de nuestro cerebro: cuando vas andando horas y horas por la calurosa y desnuda meseta, tu cabeza no tiene nada exterior con qué distraerse y te da la matraca con una diarrea mental de pensamientos obsesivos. Entonces te das cuenta de esa maquinaria interna, sus tornillos, sus neuras, sus “virus", cómo te sulfuran o deprimen ciertas ideas hasta el colapso, así que en vez de idolatrar la razón empiezas a querer acotarla, distanciarte de ella, tener un poco de paz interna: y ahí están esos cielos maravillosos castellanos, y ese silencio que funcionan como un bálsamo. No en balde se dice que la meseta es la parte “budista" del camino.

Una vez que está domada un tanto la bestia del coco, te darás cuenta que te afloran otras sensaciones. Algunas muy básicas: sed, hambre, frío, dolor, placeres varios, pero que en la resonancia del camino se tornan más sutiles, con más ramificaciones, con másentradas en tu interioridad. Y como la meseta te habrá dejado los egos de la razón como una alpargata, una vocecita más humilde en ti empezará a decir gracias por cada bien recibido. Gracias por una sombra, gracias por una fuente, gracias por una cama, gracias por unas risas. ¿Qué tipo de verdad científica de laboratorio testado hay detrás de un “¡Gracias!”? Pues no lo sé, hijo mío, pero sí sé que da serenidad al interior, y la vida se ve más bella así.

Y así, poco a poco, con los ojos más limpios, irás entrando en otras sutilidades, y si llevas un cuaderno de notas te darás cuenta que pasas de escribir cosas muy pomposamente objetivo.exteriores, a otras más delicadas, subjetivo.interiores. Un poco menos de ciencia y un poco más de poesía. ¿Es menos verdad la poesía que la ciencia? Esta disecciona, clasifica y deja sus certezas en un tarro con formol. Aquella religa, implica, se desmelena y se lanza a la pista del baile.

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Berto_kairos
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Qué curioso lo de decir "gracias" por todo, a mí también me ha pasado. Me he sorprendido muchas veces diciendo "gracias" a los arboles, a las montañas, a los animales, a las personas o a la cama donde dormía. Es algo así como un gran "GRACIAS" porque se me permita sentir y estar allí. Veo que es una experiencia compartida. Volviendo al hilo del post recuerdo que muchas veces se dice, con razón, que el camino te da lo que necesitas no lo que buscas. 
Ultreia y Feliz Año a todos!!!! :) :)

David Rod
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EL otro dia tire un jersey le di las gracias por los servicios prestados y al container de la ropa, es una terapia ya estudiday veridica.

Es muy buena para la psique.

Indi
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Cultivar la gratitud garantiza una cosecha de bienestar interior y, a largo plazo, cuantas más personas la cultiven mayor será el excedente, beneficiando a toda la humanidad. 

Incluso agradecer las dificultades y penalidades que nos pone la vida enfrente, ya que de ellas aprendemos.

En las corrientes actuales de nueva era, mindfullnes, etc...se practica la meditación en la gratitud. Algo que puede hacerse sin salir de sus cuatro paredes.

Como dice Berto, a nosotros, en el Camino, la gratitud nos llega adentro sin tener que ir a buscarla. Y como dice Fernando, pues no sé qué hay detrás de un gracias, hijo mío, pero hace la vida más bella.

Yo he cogido esa rara costumbre y ahora en cuanto despierto intento dar las gracias por el nuevo día que se me regala, aunque venga cargado de dolor, alegría, sufrimiento, felicidad o miedo. 

Hoy en día hay personas a las que no les sacas un "gracias" ni a tiros. Es muy fácil y beneficioso hacerlo, incluso a quien no lo merezca, pues con ello tú quedas en paz contigo y el otro quizás aprenda que no todo el mundo es su enemigo. 

Gracias por estos comentarios tan gratificantes.

David Rod
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Y algunos aun te contestan," no hace falta que mes des la gracias", pienso para mi .... "jolin di Denada ,y no eso" :( con los facil que es.

Berto_kairos
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Totalmente de acuerdo con lo que decís. Parece que decir "gracias" para algunos es un acto de servilismo. Cuando viví en Portugal aprendí a decir continuamente "obrigado" sin que se me cayesen los anillos. Desde entonces uso esa palabra más a menudo y como bien decís tiene un efecto terapéutico en el alma.

Madre mía cómo tiramos del hilo con cada comentario, nos enrollamos más que las persianas Jajajajaja 

Buen Camino y Feliz Año Xacobeo!! :)

TonyValero
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Manu Guzmán, gracias por exponer tu experiencia. Cómo dice Indi177, el próximo camino cuelga te la mochila a la espalda y emprende el camino a pie. No soy católico, pero es que debemos serlo para creer? No, no hay que ser católico para creer, tuve una experiencia bonita del camino, pero no todo fue un paseo entre rosas.. volvi a casa desilusionado roto por dentro, si experimenté cambios.. A lo que voy.. Quien es quien para decirte que debes creer o que debes hacer? Recalco, gracias por compartir tu aventura y te deseo buenos caminos en el camino de tu vida.. el cambio le llega a cada cual a su momento.. wink

ferjo
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Hola Manu Guzmán, si te sirve de consuelo, en mi primer Camino, el Francés, me ocurrió algo muy parecido a ti, en un principio quería haberlo hecho en bicicleta pero al final lo hice andando, pero no por eso pude conectar con él, no sé bien si fue mi culpa o porque al comenzarlo hice amistad con un grupo que me llevaron volando etapa tras etapa, parecía que estábamos compitiendo, claro, era mi primer Camino, no supe reaccionar.

Al llegar a Santiago sentí felicidad por finalizarlo, pero un enorme desconsuelo porque no lo había disfrutado, gozado, saboreado, no había conectado, tantos días caminado sufriendo inclemencias de todo tipo, y al final la sensación que sentí, fue de tristeza, no había disfrutado lo más mínimo.

Me prometí volver a hacerlo, pero con un planteamiento completamente diferente, quería disfrutarlo, vivirlo, detenerme donde quisiera y disfrutar de un paisaje, de un monumento, contemplar cualquier animal que se cruzase delante de mí, no mirar el reloj, hablar con algún paisano o con otros peregrinos, pero sin comprometerme a seguir con ellos, en resumen, vivir mi propia experiencia o lo que es lo mismo, hacer MI CAMINO.

Desde entonces han pasado algunos años y mis pies han caminado por diferentes Caminos, y en todos, cuando llego al final, siento una enorme alegría nostálgica y, también, un poco de tristeza, porque la aventura a finalizado, y es ahí, cuando comienzo a organizar mi siguiente CAMINO.

Ultreia

Quechuíta
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Hola Manu Guzmán, he realizado varias veces el Camino siempre andando excepto una vez que lo hice en bici desde Barcelona hasta Muxía.  Coincido en todo lo que se dice aquí. Me di cuenta que eramos pocos los que lo hacíamos en ruedas y que la horquilla de kilómetros que haciamos cada uno era muy diversa por lo que la posibilidad de ir coincidiendo entre bicigrinos es practicamente nula.

En bici eché de menos todo lo que se expone aquí, todo lo que había vivido previamente andando; disfrutar mas intensamente de un árbol, un caracol, una hoja..... hablar con paisanos de los pueblos, con peregrinos que no conoces y no volveras a ver, con otros que si vuelves a ver y que en tres dias forjas una amistad y confianza IMPENSABLE en tu vida cotidiana. 

Andando el Camino Primitivo en 2019 coincidí con Francisco, un peregrino zaragozano que conocí el verano anterior el Camino del Norte, increíble estas cosas que tiene el Camino.

En bici "devoras" kilómetros, si quieres puedes permitirte desvíos impensables para los "andantes" , pero te toca cambiar de "amigos" a diario y te tocar sacrificar momentos insustituibles que te encuentras en cualquier sitio; el albergue del pueblo fantasma de Ruesta, un abrevadero donde meter los pies, una fuente,  en un bar comiendo un bocata, en el silencio de una iglesia de un pueblo de cuyo nombre no puedo acordarme en la provincia de Palencia, en la eterna recta sevillana que te lleva a Guillena, en el humilde albergue de La Puebla de Arganzon....

Comparto lo que se dice aquí sobre NO TENER PRISA, el misterio del Camino está en el dia a día.

En el Camino cabemos tod@s; los religiosos, los deportistas, los veraneantes, los que necesitan reconducir su vida, los que buscan respuestas, y los que necesitamos caminar y no sabemos porque.....

Me uno a las invitaciones de que dejes la bici en casa y conozcas el Camino andando y sin prisas, cuando conozcas las dos formas, tu eliges.

Yomismo
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Anónimo
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Buenos días a todos. Aquí llega el raro del grupo.

He llegado a Santigo 9 veces, en bicicleta, y creo que nos teneis  como unos bichos raros.

De verdad que esos sentimientos que tiene la gente que va a pie, los tengo yo en la bicicleta, y no creo que dependa del hecho de ir en bici o a pie, sino de la persona que va encima de la bicicleta o debajo de la mochila.

Yo cuando voy en  la bici, consigo en muchos momentos estar conmigo mismo, abstraerme, disfrutar del paisaje, de una manera distinta, pero¿Hay alguna manera obligatoria de disfrutar?

Cuando llego al albergue, me encanta relacionarme con la gente, escuchar, intercambiar experiencias, ayudar y ser ayudado.

El hecho de  ir en bicicleta, no te convierte en un ser antisocial, repito que eso depende de la persona.¿Que es más dificl coincidir con gente? Pues sí, pero eso es porque somos minoría en los caminos, pero repito que raro ha sido el camino en el que no me he llevado el telefono de alguien, en el que no he compartido experiencias, como cualquier peregrino que va a pie.

Os puedo decir, que he hecho muchisimos kilómetro con una mochila  a la espalda, y por eso puedo comparar, y afirmar que son 2 experiencias distintas pero a la vez muy parecidas.

Decis de dar Gracias.

Aún recuerdo haciendo el Camino del Cid por tierras valencianas que pillamos una ola de calor, y tuvimos que parar debajo del único árbol que había en kms a la redonda. Dimos gracias por esa sombra que nos cobijo y referesco, permitiendonos coger fuerzas para poder acabar la etapa.

¿Que vamos más rápido y estamos menos días? Pues sí, pero eso no quita para poder apreciar y saborear el camino como uno que va a pie. 

Dicho todo esto sin ningún tipo de acritud y sin ganas de entrar en pólemica, pero teneis que entender, que la gente que vamos en bici, somos una pieza más del puzzle que engloba el camino.

Yo soy un eneamorado del camino, y disfruto con él y de él. Y como yo,los otros 2 compañeros que pedaleamos junos todos los años intentando cada año, descubrir buenas nuevas a lo largo de las rutas que recorren España.

Suerte en el Camino

ULTREIA

Sulli
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Hola.

Suscribo lo dicho por PVELMOR. Yo también soy un enamorado del Camino, desde que lo hice por primera vez en el 2012, y siempre en bici. Diría que comparto la mayoría de los pensamientos positivos que se exponen en el foro hacia El Camino. El hecho de ir en bici no es obstáculo para parar, comentar, hablar con gente, pensar en solitario y todo lo que se nos ocurra que pueda pasar, independientemente de si vas a pie o sobre ruedas. De hecho, en los albergues yo no he notado diferencia entre los que van andando o en bici en lo que al trato se refiere, o en tertulias, o cenando.

A ver si se nos arregla y enseguida volvemos al Camino. Yo si es posible, en septiembre volveré.

Buen Camino.

Fernando Cristó...
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En una enciclopedia coreana citada por J.L.Borges está escrito que los peregrinos se dividen en a) ciclistas b) turigrinos c) rubios desagradecidos d) catalanes con camping gas e) brasileños de la película “Enganchados” f) que comentan post de Gronze cinco meses después y sin enterarse de qué va la cuestión g) fotografiados en Instagram h) innumerables i) etcétera J) que acaban de ducharse k) incluidos en esta clasificación l) que de lejos parecen cojear.

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Indi
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Mira que te gustó Enganchados, ¿eh?

Me gusta la l). Lo que cuesta pillarlos es otro misterio insondable. Ahora mismo me clasifico en la j)

carapau
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Me pido la ñ ) 

João Batista Campos
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Hola

Me sorprendió un poco esta declaración del Diccionario coreano que "brasileño es desagradecidos" ¡pero luego me di cuenta de que era una broma!

¿O no?

Saludos

Fernando Cristó...
Imagen de Fernando Cristóbal Otxandio

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Sí, Joao, es broma, espero que lo suficientemente clara para no dar lugar a malentendidos. Perdona si ha herido alguna susceptibilidad. De hecho, iba a poner "australianos desagradecidos", pero como luego digo "rubios que..." no quería que encajaran las clasificaciones... porque de eso va el texto: del poco rigor con que clasificamos a la gente ( y a las cosas de la vida, vaya). 

En los comentarios del post se hablaba de lo de saber agradecer etc. Si no, podría haber dicho: "brasileños fumadores". wink...

Bueno, edito un poco el texto, a ver si así...

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João Batista Campos
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Jajajajajaja. 

Saludos Fernando.

No heriu susceptibilidad no! 

Ultreia y buen Camino!

EngelAbel
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Pues a mí me gustaría dar con ese texto, enlace o referencia, que me resulta muy curioso y no lo consigo. Fernando, ¿hay algún enlace? He dado con una de animales que es similar.

Fernando Cristó...
Imagen de Fernando Cristóbal Otxandio

Es copia barata de un juego literario de J.L.Borges, y sí, probablemente es esa que has encontrado sobre animales.

Arrebolada
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Hola, Manu. Me ha emocionado tu sinceridad

Aunque no lo creas creo que has hecho el Camino de Santiago de forma peregrina. Aunque hayas ido en bici, aunque no hayas conectado como veías que conectaba la gente, aunque creas que te has perdido muchas cosas por sentirte espectador… No importa. Lo verdaderamente importante es que has tenido la capacidad y humildad de entender que te queda mucho por recorrer. Pero has nacido. Has abierto tus ojos al cambio en ti. Estás dispuesto a madurar como persona, como creas, como quieras, pero quieres hacerlo y volver al Camino e intentarlo.

Muchos hemos hecho el Camino muchas veces y te puedo asegurar, por propia experiencia, que en cada Camino siempre traes un crecimiento personal. Mil veces saldremos al Camino y mil enseñanzas traeremos, siempre y cuando creas que puedes seguir creciendo como persona (parece un comentario banal pero muchos creen tener o saberlo todo). Quizá olvidemos, como dices, nombres lugares o días pero no olvidaremos nunca sensaciones. Todo no se puede retener y llegar de pronto. No sé si algunos iluminados sí, pero esta mortal es lenta como caracol, quizás por eso vuelvo tantas veces.

Quizás debas seguir los consejos que muchos te han dado para tu próximo Camino. No hay nada como andar para ir despacio y, así, compartir y contemplar mejor todo. La diferencia de hacerlo en bici o a pié es que te encontrarás con mucha menos gente que contacte contigo a pedal que caminando. Yo he hecho algún camino en bici y te puedo asegurar que algunos peregrinos me adelantaban o coincidíamos en albergues. Mi ritmo era de risa y cuando enseñaba fotos a algunos peregrinos con mochila no reconocían las setas que se habían perdido, las fresas salvajes que dejaron para que las comiera yo… Lo que sí que agradecía a mi bici es que me permitía escaparme a ver cualquier monasterio, ruta, pueblo fuera del Camino y que merecía la pena verlo. Pero todo depende de cada uno y de lo que necesites en esos momentos. Quiero decirte con todo esto que no te preocupes de lo que encuentres. Bienvenido será. Tampoco esperes encontrar el paraíso pues puedes crear muchas expectativas falsas. Déjate llevar y déjate sorprender por todo. Y si me permites un último consejo, piensa en lograr un reto personal (no hablo de kilómetros, kilos, horas…), algo sencillo e importante para ti (hablar o escuchar más, pedir perdón, confundirse con la naturaleza, oír el silencio, encontrar a tu lado espiritual…): Tener un propósito y no miles.

Bienvenido, peregrino y ¡BUEN CAMINO!