Buenas a todos, como lo prometido es deuda, después de haberme echado un cable algunos compañeros del foro, os cuento un poco mi experiencia una vez concluido el camino.
En total me ha costado 13 días, más uno de prólogo que subí a Montserrat caminando. 
Todos los caminos tienen algo, de todos te enamoras durante algunas etapas y en casi todos tienes otras que quedarán en tu particular sala de los horrores. En mi caso guardo para mi memoria la etapa de Sarsamarcuello a Ena, para mí en mi top 4 ó 5 de todos los caminos que llevo, y ya son 7. Junto con la ruta de hospitales del Primitivo y la de Poladura a Pajares del Salvador, Riolobos en la plata...son esos días que agradeces al señor ser peregrino y disfrutar de ese amanecer por el mirador de los buitres, o que caiga el sol llegando a algún villorio que nos de cobijo. 
Por el contrario, la etapa que va hasta Pueyo de Fañanás, también la anterior de Ilche a Berbegal donde el camino está abandonado y te toca arcén, no está bien señalizada por la concentración de parcelas y es fácil perderse, con lo que me comí otra vez 4-5 km de asfalto a más de 35 C. Menos mal que la buena de Maruja te acoje con los brazos abiertos. 
Entrando en detalle, no volvería a repetir este camino en estas fechas. Al menos no desde su inicio. Los perfiles no son duros salvo la subida a Montserrat y los dos últimos días. Hace calor, los campos están segados y secos y puede hacerse monótono y duro para los pies. Hay pocas sombras, aunque siempre está esa encina que alguien dejó providencialmente ahí, y algunos pueblos cuentan con pocos servicios. Por momentos me recordó a la plata pero en una versión más reducida. No se encuentra especial acogida peregrina salvo ya bien entrado Aragón y es frecuente caminar solo. En mi caso no es problema, es buscada la soledad, aunque agradezco encontrarme con otros peregrinos de vez en cuando, ya sabéis cómo nos ponemos de pesados contando anécdotas del camino y echando unos tragos, eso te da la vida para el día siguiente. Yo coincidí dos días con otro peregrino, pero se fue por Tárrega a los monegros, nunca más me crucé  con nadie ni compartí albergue. 
Por lo que a mi respecta, debí haber caminado por el GR desde Montserrat, hice caso al hospitalero que me asustó al decirme que la gente se perdía y me comí horas de asfalto a más no poder. Gran error, que además acrecenté alargando a Jorba, otro error. Si bien vale la pena saludar y departir con el bueno de Enric, el Mosén, Igualada pienso ofrece más que Jorba y atravesar el polígono a esas horas se atraganta. 
Los albergues están todos abiertos salvo Alguerri que seguía en obras pero tienes hostal en la carretera que cumple dignamente. 
Nombres como Enric de Jorba, la entrañable Maruja de Pueyo, Javier de Bolea, Pep del local social de Sarsamarcuello o Vicente de Ena quedan para el recuerdo guardados como gente que ofrece hospitalidad al peregrino y al menos charlar contigo aunque sean 10 min. Después de 6 ó 7 horas caminando solo son como pequeños oasis que te reconfortan. 
Y poco más, que no es cuestión de desvelar todo lo que ofrece esta camino, que es mucho! Animaros, los primeros días son alfalto, más tarde entras en campos de cultivo y cereal y pasado Huesca empieza lo bueno de verdad. 
Ya estoy pensando en el siguiente y todavía no me he quitado la imagen de los colorados mayos, imponentes, vigilantes, de mi retina...

ULTREIA!!