Hola amigos

Saludos!

Os contaré mi camino por Francia y España por partes, como lo hizo Papadopou con gran competencia. 

Parte 1

 Primero les diré el motivo del cambio de planes que, en principio, me iba a ir de Lourdes, pero me fui de Oloron-Sainte-Marie. 

Mi Camino Lento desde Lourdes no funcionó. Por eso lo corregí y solo hice el de Arles desde Oloron-Sainte-Marie y luego enganché el Aragonés en Somport y me fui a... donde puse el objetivo: Puente de la Reina.

Tuve que abortar el Camino en Lestelle Betharran. Algunas motivaciones para esto: 

- Dificultad con el idioma (no hablo francés) y para entablar conversaciones y relaciones peregrinas, de amistad, o simplemente hablar con la gente, que para mí es importante.

- Albergues cerrados. Los albergues de etapas clásicas como los de Asson , Arudy y otros estaban cerrados. La justificación fue que es demasiado temprano (¡finales de abril!) o la Covid impidió que se abriera. Tal vez, como me dijeron, si fuera después de mediados de mayo sería diferente. 

Conseguí alojamiento a mitad de la primera etapa, en el excelente Monasterio de Lestelle Betharran. 

- Las alternativas de hostel, "gites", hostales eran pocas y caras. 

Estos y otros factores menores hacían inviable para mí este tramo de Lourdes a Oloron-Sainte-Marie. 

Desde Lestelle Betharran, sin otra alternativa viable para mis planes, cogí un autobús hasta Pau y de allí un tren hasta Oloron, donde me alojé en el excelente Albergue Relais du Bastet. 

Y a partir de ahí comencé mi Camino Lento... ¡Muy Lento! 

Un pasaje importante que quiero relatar.

Estaba un poco triste y desanimado por no sentir en ningún momento el "espíritu del Camino" y la calurosa acogida que sentí en muchos momentos, varias veces y en diferentes lugares de los Caminos por España. 

Hasta que... ¡apareció Nadine!

 Un ángel que cayó del cielo cuando estaba en la plaza de la iglesia de Lestelle Betharran esperando el autobús a Pau, entristecido y molesto por los acontecimientos. 

Empezó con una conversación amistosa y divertida (hablaba bien el castellano). Hablé de las dificultades que estaba teniendo para encontrar lugares donde quedarme en el Camino. Me miró a los ojos y dijo: 

— "¡En mi casa!". 

No entendí muy bien, pensé que tenía una posada (gite) y quería que nos quedáramos allí. Le agradecí amablemente, hablamos un poco más y se fue. Pasó un rato y volvió, diciendo que había preparado un café y que íbamos a ir allí a beber con ella. 

Acepté y caminamos como 100m y allí estaba su casa. Hermosa, grande, bien cuidada! Subimos las escaleras y había una mesa puesta, con café, té, pan, galletas varias, chocolates y mucho más. Junto con su esposo Gerrard, tomamos café, comimos galletas y charlamos alegremente hasta cerca de la hora del autobús. 

Le agradecí, la abracé, me conmovió su cariño y entrega y ahora vive en mis sentimientos más afectuosos que tengo con mis amigos del Camino. 

Nadine, tal vez, Nadinne du Lestelle Betharran.