El Camino de San Benedetto se funde hoy, en un trayecto denso y fructífero, con el de San Francesco. Se percibirá en la mayor concurrencia de peregrinos, y también en la mayor oferta de alojamiento, pero sobre todo en la omnipresencia de las evocaciones franciscanas. El recorrido por la deliciosa Valle Santa comienza por un ameno tramo arbolado. A continuación, quedaremos atónitos con la repentina aparición de un pueblo medieval, Cantalice, que parece salido de una recreación de la IA. Más adelante se suceden los centros devocionales: Madonna della Pace, San Felice all’Acqua, San Gregorio y, sobre todo, el sugerente convento de La Foresta. Rieti, capital de provincia y ciudad más importante de la ruta, poseedora de un rico patrimonio desconocido, marca el final del primer tercio del Camino.