La etapa discurre al borde del lago Léman, un delicioso escenario de ambiente y clima mediterráneo pero rodeado por las montañas alpinas, en la ribera opuesta a las francesas. Parte de la jornada caminaremos justo al borde de las aguas, con sucesión de zonas de baño, parques, puertos deportivos y áreas residenciales en las que el alto nivel de vida resulta más que evidente. Pero no todo será costear plácidamente, puesto que en un momento dado nos veremos forzados a subir por la ladera para recorrer los viñedos en terrazas de Lavaux, Patrimonio Mundial de la Unesco. Bonitos pueblos como Rivaz o Saint-Saphorin, donde las bodegas y las vinotecas abundan, nos conducen hasta Vevey, pequeña ciudad unida a una conocida multinacional que aquí tiene su sede, Nestlé, y al recuerdo de Charles Chaplin.