Camino del Sur | Información

El Camino del Sur es el itinerario jacobeo que une la ciudad de Huelva, en la desembocadura de los ríos Tinto y Odiel, junto al océano Atlántico, con la localidad extremeña de Zafra, donde enlaza con la Vía de la Plata. Su trazado de 181 km se suele dividir en 7 etapas a pie, todas ellas bastante asequibles, mientras que los ciclistas pueden recorrerlo en dos o tres jornadas.

Esta ruta, de momento poco frecuentada, destaca por sus variados paisajes, por sus desniveles moderados y por la agradable sensación de soledad que acompañará al peregrino. Todo ello, junto a la suculenta gastronomía y la amabilidad de sus gentes, sorprenderá a quienes todavía no conocen estas comarcas de pueblos blancos, preciosas dehesas y extensas serranías.

Cabe reconocer el encomiable trabajo realizado por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Huelva, tanto en lo que respecta a la señalización como al trato e información que brindan a los que inician este recorrido. Os recomendamos, antes de iniciar la ruta, consultar su web; una vez lleguéis a la ciudad de Huelva deberéis acudir al local de la Asociación (Av. de Alemania 26, junto a la estación de autobuses, tardes de lunes a jueves entre 18.30 y 20.30h, tel. 959 241 829), donde podréis recoger y sellar la credencial creada específicamente para este camino (por supuesto compatible con la credencial general); y ante cualquier duda o incidencia, no dudéis en poneros en contacto con Fernando Quintero, presidente de la Asociación y alma mater de esta ruta (tel. 630 250 255, ferquindo@hotmail.com).

Tramo entre Segura de León y Valencia del Ventoso, en la provincia de Badajoz

El mismo Fernando Quintero escribe, en un librito editado por la Asociación, que este camino y sus paisajes son “como una España en miniatura”. Y no le falta razón, pues en cada jornada descubriremos entornos, colores y comarcas diferentes.

Tras dejar atrás la ciudad de Huelva iniciamos la travesía por la campiña onubense, una llanura cereal sin apenas sombras, salpicada tan solo por olivos, viñas y algunos frutales. Al salir de Trigueros tomaremos una agradable vía verde entre encinas y pinares, que recupera el trazado del antiguo ferrocarril minero por la comarca del Andévalo. Siguiendo las flechas entraremos en la Cuenca Minera, con explotaciones a cielo abierto de mineral de cobre y hierro, cuyos increíbles paisajes de tonos granates, rojizos y anaranjados parecen trasladarnos a los cráteres del planeta Marte.

Todo cambia al ascender a la Sierra de Aracena, con rincones sombreados en los que crecen helechos, robles, castaños y nogales. Su paisaje, verde durante la mayor parte del año, es fruto de las nubes que llegan del Atlántico y quedan retenidas por estos montes; se dice que aquí, entre nieblas, lloviznas y chubascos, se recoge anualmente tanta agua o más que en Galicia.

Seguiremos por las dehesas de la Tierra de León, a caballo entre Andalucía y Extremadura, con bellos tramos de camino entre encinas y alcornoques. La zona fue repoblada tras la Reconquista por familias leonesas y gallegas traídas por las órdenes de Santiago y del Temple; de dichas encomiendas surgieron pueblos con nombres como Cañaveral de León –última localidad de este camino en Huelva–, Fuentes de León –la primera en Badajoz– o Segura de León, pues todos dependían del priorato de San Marcos de León, diócesis creada por la orden religioso-militar con sede en Llerena (Badajoz); la función defensiva de estos enclaves queda patente en diversas fortalezas y castillos que veremos a lo largo de nuestro recorrido. Los últimos kilómetros del Camino del Sur atraviesan las comarcas de Tentudía y de Zafra-Río Bodión, hasta incorporarnos en esta localidad pacense a la Vía de la Plata.

El clima de la zona es templado en invierno y muy caluroso en verano, lo cual aconseja acometer esta ruta en las estaciones frescas. A finales de primavera y durante todo el verano deberemos protegernos de las altas temperaturas, de la radiación solar y de la deshidratación. A partir de la Sierra de Aracena el recorrido es  más húmedo y frío, debido a su altitud.

Las lluvias aquí no son exclusivas de primavera y otoño, sino que pueden aparecen en cualquier estación en función de la posición de las borrascas atlánticas: habrá temporadas –incluso en invierno– en que disfrutaremos de semanas enteras de sol radiante, y otras con varios días de precipitación.

Los ríos o arroyos que atravesaremos no suelen llevar por lo general mucha agua, y se cruzan a pie mediante vados, en los que a veces tocará descalzarse; pero después de episodios extraordinarios de lluvias pueden producirse crecidas de su caudal. En estos casos, por suerte poco frecuentes, hay siempre un recorrido alternativo por carretera, buscando el puente más cercano.

El Camino del Sur discurre por dos provincias: Huelva (en la Comunidad Autónoma de Andalucía) y Badajoz (en la Comunidad Autónoma de Extremadura).

Quien todavía no conozca la ciudad de Huelva, además de pasear por sus calles y plazas, probablemente aproveche para visitar Palos de la Frontera y el monasterio de La Rábida, de donde zarparon las carabelas de Colón hacia América (además de autocares turísticos, disponemos de autobuses urbanos de la línea M-402). Otra posibilidad es llegarse hasta las playas de Punta Umbría (se puede ir con una embarcación de línea –la Canoa– desde el puerto), Mazagón o Matalascañas; también hay un barquito que por un precio módico ofrece un paseo por la ría y las marismas del río Odiel al atardecer.

Los que dispongan de algún día extra para hacer turismo tal vez se puedan plantear una excursión al Parque Nacional de Doñana y a la cercana Almonte, donde se halla la ermita de la Virgen del Rocío, conocida popularmente como la Blanca Paloma, objeto de una multitudinaria romería que se celebra cada año durante el fin de semana de Pentecostés. En las primeras jornadas de nuestro camino veremos en ocasiones, junto a las flechas amarillas, flechas de color verde que señalan hacia el este, y que corresponden a alguno de los itinerarios que llevan al Rocío.

A pie de nuestra ruta, a la salida de Huelva, pasaremos por el Santuario de Nuestra Señora de la Cinta, patrona de la ciudad y a la que, según narran las crónicas, se encomendó Colón en los momentos más difíciles de su travesía. Valverde del Camino, en la comarca del Andévalo, es una población famosa por la fabricación de botos camperos de piel curtida, así como botas de montar, cinturones, cencerros y otras artesanías del cuero, y hay multitud de comercios al respecto. En la zona se han descubierto interesantes monumentos megalíticos de época prehistórica.

En Minas de Riotinto el camino pasa junto a varias cortas o minas de cobre a cielo abierto, una de las explotaciones de mineral más antiguas del mundo, conocidas ya en tiempos de Tartessos, la enigmática civilización que se desarrolló en esta región hace 3.000 años. Estos yacimientos fueron comercializados por los colonizadores fenicios, griegos y romanos, y en el siglo XIX pasaron a manos de compañías inglesas, que construyeron líneas específicas de ferrocarril para transportar el material extraído hacia el puerto de Huelva. Treinta años después del desmantelamiento de trenes y vías, la traza del antiguo ferrocarril de la cuenca minera ha sido recuperada como vía verde, una agradable pista para viandantes y ciclistas por donde discurrirá nuestro camino durante un par de jornadas.  

En la villa serrana de Aracena, además de su castillo, sus calles de casas blancas y el Museo del Jamón, no podemos dejar de visitar la gruta de las Maravillas, con espectaculares formaciones de estalactitas y estalagmitas (ojo, porque la última visita es a las 18h).

En el entorno de Fuentes de León, ya en Extremadura, también existen diferentes grutas y simas, aunque quedan algo lejos si vamos a pie. Poco más adelante, en Segura de León, veremos el gran castillo que domina la villa, que se remonta al siglo XIII y perteneció a la Orden de Santiago. Por supuesto deberemos dedicar toda una tarde a visitar con calma la ciudad de Zafra, final –o punto de enlace– de este Camino del Sur.

La rica gastronomía onubense se nutre de mariscos (gambas blancas, langostinos), moluscos (coquinas, navajas, chirlas) y pescados (atunes, rape, corvina), que llegan cada día a sus lonjas y con los que se elaboran platos tradicionales como la caldereta de pescado de roca, el rape al vino blanco, raya al pimentón, chocos con habas, cazón a la marinera, atún mechado al horno…

A esta cocina de sabor marinero se le une en las tierras del interior toda la gastronomía alrededor del cerdo, destacando la elaboración de jamón ibérico (cabe recordar que aquí se produce el famoso jamón de Jabugo, Denominación de Origen Protegida propia de la Sierra de Aracena), así como otros derivados tales como el lomo, el chorizo, los morcones, y carnes como la presa o el secreto. La presencia de gorrinos de raza ibérica comiendo bellotas al pie de las encinas será habitual en los tramos del camino que atraviesan las dehesas onubenses y extremeñas.

En la provincia de Badajoz, jamón y embutidos continuarán siendo los productos estrella, compartiendo mesa y manteles con platos de cuchara tales como las migas, las cazuelitas de garbanzos, la caldereta de cordero, múltiples recetas con setas… sin olvidar los quesos –de oveja o de cabra– y los vinos extremeños.

La señalización del Camino del Sur es en general muy buena: las marcas habituales son flechas amarillas pintadas, pero también encontraremos azulejos cerámicos o mojones de hormigón. Al final de la última jornada, tras superar Medina de las Torres, nos acompañarán los cubos de granito típicos de la Vía de la Plata, con la imagen del arco romano de Cáparra.

El trazado del Camino del Sur resulta muy cómodo tanto para los senderistas como para los bicigrinos, pues no presenta grandes desniveles. Entre Trigueros y Minas de Riotinto se sigue una vía verde, con firme mixto de asfalto y tierra compactada, ideal para ciclistas en BTT pues les permite avanzar rápidamente. La mayoría de tramos son por camino o pista de tierra, que pueden estar algo embarrados en periodos lluviosos, pero resultan siempre preferibles al asfalto. Caminantes y ciclistas compartirán idéntico recorrido, salvo a la salida de Fuentes de León, donde las bicicletas disponen de una alternativa por carretera; en la misma etapa, el descenso por sendero desde Casa Cantaelgallo hacia la vía férrea obligará a los ciclistas a bajar de los pedales durante algunos metros.

La etapa más pesada para nuestros pies es sin duda la que va de Minas de Riotinto a Campofrío y Aracena, pues discurre casi íntegramente por asfalto, aunque bordeando zonas de paisajes agradables; el tramo inicial por arcén saliendo de Minas es el más peligroso de todo el camino. En los tramos por carretera –la mayoría estrechas– siempre deberemos extremar la precaución, caminando en fila por el arcén de la izquierda.

El único problema puntual, después de episodios extraordinarios de lluvias, pueden ser las crecidas del caudal de los ríos Ardila, Bodión y Ribera Atarja, en las dos últimas etapas; éstos habitualmente no suelen llevar mucha agua y se cruzan a pie mediante vados. Pero si la crecida es importante deberemos buscar alternativas por carretera, dando un rodeo hasta el puente más cercano. Por suerte durante la mayor parte del año dichos ríos o arroyos se pueden atravesar descalzándose, con el agua a veces por encima del tobillo (lo cual añadirá un toque aventurero cuando lo expliquemos a los amigos), o bien pisando sobre las piedras colocadas para facilitar el paso, siempre con cuidado de no resbalar.

El alojamiento parecía ser, hasta hace poco, el punto más débil en este Camino del Sur. En las localidades en que no existen albergues, la Asociación de Huelva está llegando a acuerdos con algunos establecimientos para que ofrezcan precios reducidos a los peregrinos con credencial. Tampoco puede pedirse mucho más en un camino por lo general poco frecuentado: la oferta, privada o pública, sin duda aumentará a medida que crezca el número de caminantes.

En varias localidades consideradas como final habitual de etapa disponemos de albergues o refugios específicos para peregrinos: así sucede en Minas de Riotinto, Cañaveral de León, Valencia del Ventoso y, por supuesto, en Zafra. También hay albergues, refugios o alojamientos concertados en otras poblaciones intermedias como la Caldera Vieja, Campofrío, Fuentes de León y Medina de las Torres.

Para pernoctar en dichos alojamientos para peregrinos, cuya información y teléfonos podemos conseguir en la Asociación de Huelva, debemos telefonear previamente avisando de nuestra llegada.

En Huelva capital, además de su amplia oferta hotelera, es posible alojarse en el albergue de la Junta de Andalucía (utilizado tanto por jóvenes como por familias), bastante céntrico y situado a apenas 300 metros del trazado del camino. En Trigueros existen un par de hostales o pensiones; en Valverde del Camino un hotel ofrece habitaciones a los peregrinos a precio muy competitivo; en Minas de Riotinto tenemos una sala habilitada en el polideportivo, pero también tres o cuatro hostales; en Aracena, además del resto de su oferta hotelera, hay una pensión donde suelen alojarse los peregrinos. En estos establecimientos privados es recomendable reservar, y será imprescindible si se trata de Semana Santa, fiestas locales o en temporada alta.

Si caminamos en invierno o primavera debemos recordar que las noches en el interior suelen ser frías, por lo cual deberemos llevar un saco de dormir de grosor adecuado si vamos a pernoctar en albergues, pues algunos son bastante sencillos y espartanos.  

Nuestra sugerencia en el supuesto de grupos numerosos de caminantes o bicigrinos, sería reservar con una mínima antelación en hostales, pensiones u hoteles, cuyos precios no suelen ser prohibitivos, especialmente si se comparte habitación doble o triple.

Si venimos de lejos, lo habitual será llegar a Huelva previo paso por Sevilla, ya sea en avión (aeropuerto internacional de Sevilla) o bien mediante trenes de larga distancia o AVE. Entre Sevilla y Huelva disponemos de numerosas conexiones diarias mediante autobús, y cuatro conexiones al día en tren. Aunque tarda más horas, también hay un tren diario que viene desde Madrid, pasando por Mérida y Zafra. Desde Portugal existen conexiones de autobús desde Lisboa que pasan por Faro (donde hay un aeropuerto internacional).