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Camino precioso, con vistas de ensueño.
Las asociaciones y amigos del camino, tienen que desbrozar algunas zonas y en general marcar un poco más, pues un bote de pintura no cuesta tanto y ayuda muchísimo. Yo me apoyé en wikiloc que me ayudó muchísimo, lo recomiendo bruno wiki.

El camino lo hice en 7 días +2 días del Camino Sanabrés para llegar a Santiago. No coincidí con practicamente nadie, (solo con 3 matrimonios un rato en la etapa que se acababa en Chantada), cuando me uní al camino sanabrées, es cuando empecé a ver gente (en Outeiro el albergue estaba lleno). Camino precioso, muy poco conocido, demasiada carretera eso sí. Tiempo muy bueno, excepto un día. La gente es amabilísima, me trataron muy bien, y se come de fábula.

1.-PONFERRADA-PUENTE DE DOMINGUEZ FLOREZ, 38 KM O ASÍ: Muy bonita la etapa, una de las mejores. Llegue por la mañana sobre las 7....

Me ha gustado el camino, eramos un grupo de cinco 'chicas'. Ya he hecho otros Caminos en años anteriores y no siempre llegando a Santiago. Hemos sido las únicas peregrinas hasta llegar al Camino Sanabrés, pasando el albergue de A Laxe vimos una pareja joven de peregrinos y más adelante un grupo de treinta personas. Sólo nos faltaba hacerles la 'ola'. ¡Ojo! estábamos felices de estar solas haciendo el Camino, pero echábamos en falta el ambiente de peregrinos.

Es un camino muy bonito, que al no estar aún "explotado comercialmente" como ocurre con el francés, la gente se vuelca con el peregrino. Es muy solitario, no coincidí con ningún peregrino, la comunión con la naturaleza es total, casi siempre al lado de ríos o en medio de bosques, un paisaje espectacular. Y la arquitectura popular de muchas aldeas y pequeñas iglesias, dignas de admirar, también puedes visitar el castillo de Ponferrada, el de Cornatel y el de Monforte. No hay que olvidar que cruzas la Ribeira Sacra y estás en zona romana primero y templaria después.

Muy bonita, realmente merece la pena. Pasas por zonas de Galicia no muy conocidas, pero muy interesantes y en otoño es espectacular. Además es el único camino que pasa por las cuatro provincias gallegas. Muchos tramos son muy solitarios, te tiras kilómetros y kilómetros sin ver un alma. Lo mejor, es lo poco explotado que está, la gente de los pueblos es muy abierta y están encantados de pararse a hablar, o ofrecerte consejo o alguna cosa.

Me ha gustado mucho, la prueba es que he repetido y pienso volver a repetir. Los paisajes son extraordinarios y la gente sumamente amable (se ve que todavía pasan pocos peregrinos y el personal no está maleado).