Etapa 22: Hinojosa del Duque - Monterrubio de la Serena | Al Loro

Distancia: 
33,8 km
Duración: 
8 h 45 min
Dificultad: 
3
Paisaje: 
2

Hoy de nuevo deberemos afrontar una etapa larga y solitaria, sin localidades ni servicios intermedios. Aunque la distancia sea considerable, el perfil no presenta grandes desniveles. Convendrá, en todo caso, arrancar temprano y llevar una buena provisión de agua.

El tramo desde la ermita de la Virgen de Alcantarilla hasta Monterrubio fue modificado a inicios de 2024: ahora evita, afortunadamente, el exiguo arcén de una carretera secundaria, y avanza por pistas de tierra y asfalto más al norte. Alarga el recorrido en 1,9 km, pero sin ninguna duda merece la pena. 

El camino atraviesa el río Zújar gracias a un vado que, por lo general, se supera sin problemas. Sin embargo, en primavera o después de episodios de lluvias fuertes probablemente sea preciso descalzarse, para cruzar con el agua a nivel de la rodilla. En caso que no lo veamos claro, lo más prudente será volver atrás unos centenares de metros y seguir la variante sugerida para bicis, que va por asfalto y aprovecha el puente de la carretera A-3280.

Durante buena parte del año los ciclistas sobre BTT podrán cruzar el vado del río Zújar sin ni siquiera bajarse del sillín, o como máximo acarreando la bici unos pocos metros. No obstante, para los meses en que el río baja crecido, se ha señalizado una alternativa específica que discurre por la carretera A-3280 (donde, a pesar del escaso tráfico, deberán extremar la precaución).

Tras superar el río, nuestra ruta pasa junto a la interesante ermita de Nuestra Señora de Gracia de Alcantarilla, patrona de Belalcázar, localidad cordobesa que se halla a 20 kilómetros de distancia; fue edificada en el siglo XVI sobre un antiguo castro ibérico, en lo alto de una loma. En la última semana de abril se celebra aquí una vistosa romería.

Después de tantas jornadas por tierras andaluzas, hoy finalmente decimos adiós a esta comunidad autónoma para entrar en Extremadura. El paisaje, sin embargo, apenas cambia: siguen predominando las dehesas, que coexisten ahora con extensiones de olivos, campos de cereal e incluso algún viñedo.

En el punto más alto del casco histórico se levanta la iglesia de Nuestra Señora de Consolación, construcción de los siglos XV-XVI con dos interesantes portadas: una bajo la torre, con alfiz de influencia árabe, y otra con un bello arco apuntado en la fachada lateral. En la misma plaza podemos ver la Casa del Cordón, con su dintel labrado en piedra, que hoy acoge un hotel.

La localidad destaca por su producción de aceite de oliva, que cuenta con denominación de origen propia; os recomendamos visitar el Museo del Aceite, con objetos y fotografías que ilustran múltiples aspectos de la vida rural en la comarca durante los últimos 150 años (posibilidad de visitas guiadas).

Los montes nevados son el postre típico de las fiestas, hecho a base de bizcocho y almendra. En las panaderías también encontraremos roscos de vino, perrunillas y vistosas culebras de almendra.