La sorprendente recomendación de la Guardia Civil: “Evita caminar entre noviembre y marzo”

Lo que vamos a comentar es un poco extraño, no una broma de Gronze, y ya adelantamos que lo podemos considerar muy positivamente, como la primera y más importante aportación de las administraciones públicas para preservar el espíritu del Camino de Santiago durante una tercera parte del año. Gracias mil.

Vamos por partes. Resulta que en la página oficial de la Benemérita han sido publicadas unas recomendaciones dirigidas a los peregrinos (ver aquí), inmediatamente replicadas por la Federación Española de Asociaciones Jacobeas, que toma la noticia no de la Guardia Civil, sino de El Confidencial (ver aquí), y lo hace, por supuesto, sin añadir ningún matiz ni comentario, resultando evidente que el espíritu crítico brilla cada vez más por su ausencia y el trágala reina tan campante.

Resumiendo, se desaconseja peregrinar entre noviembre y marzo por tres motivos principales:

- Las condiciones meteorológicas adversas.
- La menor disponibilidad de servicios.
- El aumento del riesgo de accidentes.

En caso de ser un temerario y empeñarse en hacerlo en estos meses, conviene planificar bien. Que sea en compañía, caminando durante las horas con luz solar, llevando siempre un documento de identidad, prestando atención a no cargar mucho dinero, que debe ser repartido entre varios lugares, y a los dispositivos electrónicos y objetos de valor. Se incide especialmente en lo importante que resulta estar permanentemente comunicados, descargando la aplicación de la G.C. AlertCops. Todo de sentido común, ¿a que sí?

Hasta ahora hemos estado de acuerdo con todos los consejos, destinados a la seguridad, ofrecidos por el cuerpo, en ocasiones incidiendo en tramos problemáticos como el paso de los Pirineos, sobre todo en invierno, habiendo grabado los guardias de Navarra, incluso, un video en TikTok (ver aquí). Pero lo de ahora se nos antoja, utilizando una frase hecha, ser más papistas que el papa.

Porque ignoramos en base a qué razones se extiende un velo negro sobre los meses del final del otoño y el invierno, un maleficio por lo visto aplicable a cualquier geografía, septentrional o meridional, de montaña o al borde del mar, por la España vaciada o por la llena, urbana o rural, a través de itinerarios con cierta vitalidad o en los absolutamente solitarios, en fin, una receta infalible para cualquier lugar, sean cuales sean las circunstancias.

¿Acaso en estos meses se ha detectado un mayor índice de criminalidad en el Camino de Santiago? ¿Cuáles son los datos, las estadísticas aplastantes que les impulsa a afirmarlo?¿O se trata solo de prevenir males mayores recurriendo a ese elemento cuyo uso tanto gusta al poder: el miedo?

Pues bien, como somos ciudadanos muy obedientes, temerosos de Dios, de la Patria y el Rey, y sumisos a las recomendaciones que nos hace un cuerpo tan experimentado en la peregrinación jacobea, no podemos menos que sumarnos a su decálogo y rogar encarecidamente, a todos los que quieran escucharlo, que nada de peregrinar de noviembre a marzo. Sed buenos, por favor.

Pensémoslo bien, es mejor dejar el Camino para ver brotar las primeras florecillas y escuchar el canto de la calandria y la respuesta del ruiseñor, pero nunca más allá de la recolección y el pisado de las uvas, y luego todos a casita, calentitos, a ver en el sofá el último Stars Way Reality.

A poder ser, pues, a peregrinar todos en verano, donde ni el cambio climático, ni los golpes de calor, ni la deshidratación, ni los fuegos, ni los chinches, ni el abarrote, ni las clamorosas subidas de precios, ni los carteles de completo, ni el ambiente de turigrineo generalizado suponen el más mínimo inconveniente, porque entonces, en la temporada, la G.C. patrullará diligentemente por la ruta a caballo, como algunos dicen que hacían los templarios en su época, evitando cualquier problema.

Por lo tanto, consejos damos que nosotros no practicamos, que a nadie se le ocurra peregrinar, a partir de ahora, de noviembre a marzo. Amén y enhorabuena al genio que se le ocurrió la idea, de nuevo, por despejar con tanta brillantez el terreno.

Periodista especializado en el Camino de Santiago e historiador

Comentarios
Peregrino-novato
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Dios... Que voy a hacer.. Solo peregrino de noviembre a marzo... En fin
drakonian
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El problema de esto es que los señores de la GC y sus recomendaciones pierden totalmente su credibilidad con estas cosas. Luego se preguntarán porque la gente ve un cartel con recomendaciones y no hace ni caso, y es por este tipo de genialidades.
Guiasxabuma
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No seamos ingenuos, puede que haya algún que otro descerebrado pero, quien va en esas fechas va preparado y sabe a donde va. Y, si se sale de los más trillados, no hay nadie que no lleve unos cuantos miles de kilómetros por distintos Caminos. Yo seguiré yendo al Camino entre octubre y marzo, que es la época del año en la que coincido con mas peregrinos.
César Antón Pascual
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He leído el enlace a la nota de la GC y entiendo que lo único que indica es que evites IR SOLO Y MAS SI ERES MAYOR en esos meses, pero no que no se haga. Lo de El Confidencial es otra cosa. Al menos es lo aue entiendo. Un saludo y gracias por el trabajo que hacéis.
Mauro Sala
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Guiasxabuma tiene razón en esto: ¡ojalá pudiera elegir esos meses de invierno para mis peregrinaciones!
Gabriela Fernán...
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Pues esto es lo mío....y voy sola...y comienzo a tener una edad....
voy
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El Confidencial exagera en su artículo, cosa lamentablemente normal. Creo que la GC está dirigiendo sus consejos principalmente a la gente con menos experiencia en el monte y en los senderos, que son la mayoría. En esos términos no veo su recomendación sorprendente.