Espeyrac
Notas destacadas
Apacible y encantadora población el antiguo Spariacus, donde resulta imprescindible recordar un curioso milagro recogido en el Libro de Sainte-Foy. Alude al peregrino Guibert, que cuando se desplazó a Conques fue asaltado por unos bandidos que además de robarle, menudas bestias, le arrancaron los ojos, que fueron recogidos y trasladados al santuario por dos pájaros bien adiestrados. Entre tanto, el pobre inválido tuvo que ganarse la vida como malabarista, pero un año después Santa Fe se le apareció en sueños pidiéndole que regresara a su templo; así lo hizo, y al llegar oró con tanta fe que recuperó sus ojos, que allí esperaban ansiosos, y con ellos la vista. |
Cultura e Historia
En el pasado, bajo el dominio de los Panat y Sévérac, llegó a poseer dos castillos, de los que apenas resta una pequeña torre, y un priorato, unido a Conques en el s. XIV.