Depende de cada albergue . 

En mi opinión se deberia pedir algo de garantia .  Parte del pago en Bizum , el pago de una señal , preguntar por una tarjeta de credito ...

Cualquier indicio que de a entender que una reserva va en serio . 

La mayoría de albergues privados aceptan reservas pero te piden que la confirmes el mismo día de llegada antes de las xx horas, en caso contrario disponen de tu plaza. Es una solución que, a mi juicio, puede dar cierta seguridad a ambas partes. 

Otros te llaman a tu teléfono, a media mañana, por ejemplo, para preguntarte si sigues confirmando tu reserva para ese día. Y otros, directamente, te dicen que la reserva caduca a las 15:00 horas (por ejemplo). 

Yo acostumbro a reservar los albergues con antelación, ya que vamos 4 y prefiero no tener problemas. Unos 10 días antes llamo de nuevo para confirmarles las reservas, y el mismo dia de llegada, a media mañana llamo otra vez al albergue con la hora aproximada de llegada. 
Buen Camino!! 

Nosotros habitualmente reservamos con uno o dos días de antelación, y normalmente antes del mediodía llamamos para confirmarlo. En una ocasión nos llamó el responsable del albergue para confirmar, porque nos quedamos sin batería en el móvil y no pudimos avisar que llegábamos, pero lo habitual es tener el detalle de llamar para que estén seguros en el albergue de que llegas, y si no vas, para no ocupar una plaza que luego se queda vacía.

Normalmente no suelen pedir nada a modo de reserva, aunque en alguna ocasión si hemos tenido que dar un número de tarjeta.

Yo es que lo tenía claro, si es rl único Albergue del pueblo, solo dejaba reservar pir booking o haciendo un bizum y en ambos casos no reembolsable, y así me quitaba de problemas, que no viene dinerillo a la cuenta 

Pues yo voy a discrepar un poco, para variar.

(Tal vez recurra a algún aspecto censurable, pero lo haré para argumentar el mensaje. Disculpad la extensión, ya sabéis que soy muy plasta y muy pedante).

Hace poco más de un año, cuando se reabrieron los caminos, bien por escasez de albergues, bien por reducción de aforos, empezó a ser práctica habitual reservar. En este mismo foro muchos lamentábamos tener que recurrir a las reservas por la pérdida de libertad que suponía, acostumbrados a pernoctar donde cuerpo, mente, circunstancias o caprichos dictasen. Poco a poco fuimos adaptándonos, al igual que nos adaptamos a teletrabajar, a aceptar ertes, a ir al médico por teléfono, a ver reducidos los transportes públicos para viajar, o a llevar mascarillas hasta para dormir (eso pretendían algunos). Nos convencieron de que todo era por nuestro bien y por el del prójimo, y aceptamos; era fácil.

A corto plazo, no a medio, el dinero desaparecerá y todo lo pagaremos por medios "controlados". Las circunstancias impuestas por la pandemia han acelerado este proceso. A la mayoría no le importará pero estaremos perdiendo otro pedacito de esa tarta llamada Libertad. 

Como ya nos han acostumbrado a obedecer sin cuestionar, porque nos venden tan bien sus decisiones que creemos que son por nuestro bien y que además no pueden ser de otra manera, ahora, una vez superada la causa que justificaba las medidas, la vuelta atrás no parece tan rápida, cuando la hay, y lo peor, ya no la reclamamos.

Eso parece estar pasando con este asunto de los albergues. Parece que se nos ha olvidado que, aunque alguna vez puntual fuese recomendable hacerlo, nunca reservábamos los albergues, siendo ese uno de los más diferenciales y reconocibles valores de libertad del Camino de Santiago. Nosotros mismos, con nuestra aquiescencia, daremos causa a la reserva obligatoria, justificada en la injustificable conducta de los cada vez más numerosos egoístas personajes que pululan por el Camino; y lo aceptaremos, visto lo visto, y lo haremos, al principio, adelantando el importe o facilitando los datos de nuestra tarjeta —como algunos ya están dando voz y validez aquí mismo—. Llegado esto, si avisamos a tiempo de que no vamos a poder ir tal vez nos devuelvan el adelanto o no nos lo cobren con la tarjeta, como ha sido hasta ahora; pero pronto, en cuanto difundan que por esa causa dejan de aceptar reservas y con ello obtienen pérdidas, ya podemos despedirnos de la devolución de lo adelantado o del no cobro de todo o de parte. No importará si has avisado o no, si has sufrido una lesión y tienes que abandonar, etc...

Cualquiera que tenga cierta edad verá la similitud con la política de reservas de los hoteles. Hasta no hace muchos años anulabas una reserva y no pasaba nada; después empezaron a cobrar una parte; después a ampliar el plazo de anulación; hoy nadie te devuelve el dinero salvo que anules con mucha antelación o hayas pagado más por un seguro de cancelación: la banca siempre gana, y nosotros aceptamos el juego.

Ni que decir tiene que todos estos pagos serán siempre por medios electrónicos, claro, a través de plataformas que ya todo lo controlan y...¡voila! adiós dinero en efectivo: adiós libertad para el peregrino, adiós libertad para el titular del albergue (si es privado la de aquél, pero si no...), adiós Libertad, adiós Camino de Santiago.

Yo, como peregrino, no defenderé las reservas en los albergues, ni el prepago, ni el facilitar datos de tarjetas. Si pese a ello se impone lo aceptaré —qué otra cosa se puede hacer salvo echarse al monte con la tienda de campaña—, pero ya no seré peregrino, estaré abocado a turigrinar...que es a donde nos quieren llevar, porque todo será por nuestro bien y por el del prójimo ¿Nos suena?

Totalmente de acuerdo con el mercantilismo existente en El Camino, cada vez más vamos, nunca mejor dicho; camino a dejarnos llevar por las plataformas de reservas o obligándonos a realizar transacciones económicas y aparcando nuestra habitual libertad de deción en manos de terceras personas que tan sólo buscan un beneficio económico(muy loable) pero sin tener que aguantar los mensajes vacíos de espiritualidad del mismo. Al final cuando se entregan datos financieros ya sabemos lo suele suceder, no hay manera de volver a recuperar las cantidades entregadas o apalabradas, No será fácil este dilema.

Cada vez hay mas albergues que piden la tarjeta cuando reservas por mail o te remiten a la web para que la pongas por hay.

Tambien hay algunos albergues que te indican que si no llegas, por ejemplo antes de las 15:00, que debes llamar para confirmar que vas en camino y en caso contrario se cancela la reserva.

Cada vez es mas habitual que la gente reserve por si acaso, porque lee en las redes sociales que hay mucha gebte, etc, y luego se va al publico que es mas barato o se quedan en el albergue anterior

Ya han tomado los albergues, ahora el Foro?!?!