A una pregunta tan genérica te diría: ve y déjate llevar por el entorno y por tus sensaciones.

Buenas, según vayas caminando conocerás otros peregrinos.....y ya no estarás solo.

Sólo un apunte: De Astorga a Molinaseca tienes un tramo muy bonito en todos los aspectos, paisaje, arquitectura civil, iglesias...Buen Camino.

Para ser tu primera peregrinación has elegido un tramo muy adecuado. Hay de todo; algún vacío, fuertes subidas, peores bajadas, bonitos paisajes, lugares de especial significado histórico, misteriosas corredoiras, iglesias románicas que son auténtica joyas, buena gastronomía si eso te apetece, y muy probablemente buenos compañeros de peregrinación dado el tramo y el momento del año.
De Astorga a Rabanal tienes buen andadero, terreno bastante nivelado y pueblos cada poco tiempo así que es un recorrido cómodo. En Rabanal empieza la subida de la montaña leonesa, tienes la opción del sendero o la carretera. Si no hay tráfico te aconsejaría la carretera porque el sendero, aparte de no acortar casi nada está lleno de piedra suelta y eso es muy desagradable. A partir de la Cruz de Hierro ten mucha calma, el terreno desciende y en la bajada al Acebo, que es por sendero de piedras sueltas, se hace muy desagradable. Pasando Riego de Ambrós ten cuidado, la roca húmeda resbala y más adelante las fuertes bajadas por mal terreno invitan a acelerar el paso para quitarnos el mal momento cuanto antes. Paciencia, ese tramo es en mi humilde opinión el peor de todo el Camino Francés.
En Ponferrada tienes uno de los mejores albergues del Camino, disfrútalo. Si funciona la cocina te puedes organizar bien, tienes un supermercado muy cerca. De Ponferrada a Villafranca es todo muy llevadero hasta Cacabelos, ahí comienza una subida por lateral de carretera que se hace larga. Al final vas a ver un desvío a la derecha que te alargará la etapa, si sigues por la orilla de la carretera, tras una larga bajada encontrarás indicaciones de otro desvío que te llevará a destino con más comodidad.
A prtir de Villafranca vas a llanear por un cómodo andadero entre el río Valcárcel y la carretera, hay varios pueblos así que no te faltan apoyos si los necesitas. Cuando llegues a Ruitelán -donde hay uno de los albergues más carismáticos del Camino- empezarás a subir. Las rampas de Cebreiro son duras y como las primeras son por carretera invitan a caminar más deprisa de lo conveniente, tenlo en cuenta y no fuerces, son tres horas de esfuerzos que más vale dosificar bien. De todas formas tienes apoyo en La Faba y Laguna de Castilla así que puedes hacer una subida cómoda y agradable que además transcurre por unos paisajes mágicos.
Ya en Galicia, en Cebreiro tienes un magnífico albergue y los apoyos que necesites, vale la pena pernoctar ahí. La bajada tiene un par de subidas fuertes y un final que se hace muy largo y en el que los pies se recalientan. Triacastela se ve pronto pero hay que tener paciencia, no está tan cerca como parece. Ahí tienes de todo así que es buen sitio para hacer final de etapa. De Triacastela a Sarria tienes las dos famosas opciones, por San Gil o por Samos, tú verás, el más corta la primera, son las dos igual de bonitas y en cuanto a terreno la primera tiene más asfalto, eso es todo. La salida de Sarria es por una de las rampas más fuertes del Camino, eso sí, entre unos árboles preciosos y no dura demasiado, se puede disfrutar. Una vez alcanzado Barbadelo parece que todo ha terminado pero el terreno no para de subir y eso a veces sorprende. Como siempre, calma y ajustar el nivel de esfuerzo para no quemarse. Toda la etapa es muy de sube y baja pero nada del otro mundo. En Mirallos tienes un excelente restaurante de carretera típico de Galicia, buen sitio para un descanso. A partir de ahí son casi diez kilómetros fáciles hasta Puerto Marín que de nuevo se pueden hacer largos porque se ve el pueblo bastante pronto. Cerca de la llegada vas a encontrar la posibiliad de ir por la izquierda o por la derecha, por el terreno señalado para ciclistas. Yo fui una vez por el de la izquierda y no he vuelto, prefiero la derecha que es una carretera muy inclinada pero no una escalera de roca resbaladiza.
De Puerto Marín, donde tienes de todo, se sale por una larga cuesta que te va a dejar a la orilla de la carretera en un cómodo andadero. Es un terreno aburrido pero donde no faltan dos o tres restaurantes y varios albergues, si te hartas puedes parar. A partir de Hospital de la Cruz vas a ir por un andadero junto a una pequeña carretera casi sin tráfico, también es una parte bastante apoyada al final de la cual encontrarás Palas del Rey otro pueblo donde tienes todo tipo de apoyos y buenos albergues.
De Palas se sale caminando al principio junto a la carretera y enseguida por unas corredoiras muy bonitas típicas de Galicia. Tras pasar por Casanova llegarás al cruce de carretera donde casi siempre hay gente en los restaurantes y terrazas, Melide está ya muy cerca. En esta población, que es muy grande y donde tienes de todo, es muy tradicional visitar alguna pulpería, también es frecuente que te salgan al encuentro con ofertas al respecto, tú verás. Ahí no suele haber problemas de alojamiento y hay todo tipo de establecimientos comerciales. De Melide a Arzúa de nuevo corredoiras, una iglesia románica maravillosa y hasta áreas de descanso. Al final unas rampas de subida y bajada bastante fuertes y la entrada en Arzúa tras Ribadiso también cuesta arriba. Cuando creas haber entrado en la población ten en cuenta que aún te falta al menos un kilómetro hasta el albergue.
De Arzúa a Santiago tienes numerosos puntos de descanso, y si quieres hacer un recorrido cómodo puedes hacer fin de etapa en Pedrouzo, otra población con todos los servicios. De Pedrouzo a Santiago vas a encontrar el campo muy poblado, el Camino está apoyado pero ya no vas a tener mucha sensación de andar en plena naturaleza lejos del mundo. Cuando llegues bajo las luces de aproximación del aeropuerto vas a tener la sensación de que has llegado pero aún estás a unas dos horas y media del Obradoiro, tenlo en cuenta. En el Monte del Gozo no vas a ver nada de particular, ni siquiera el monumento de dudosa estética que conmemoraba la visita de San Juan Pablo II que ha sido retirado. Ya no te queda más que una bajada y la larga travesía de los arrabales de Santiago hasta la Puerta del Camino. A partir de ahí disfruta tu llegada, vas a recorrer las mismas calles que recorrieron los peregrinos a lo largo de mil años. Cuando llegues al Obradoiro y veas delante de ti las torres de la catedral disfruta el momento, es único y por lo tanto mágico.
Buen Camino.