Me decido a escribir mi experiencia en la etapa Grimaldo-Carcaboso porque lo que está pasando con la variante de Riolobos es más propio de una tomadura de pelo que de gente que ama el camino.

A mediados de Septiembre de 2014 la cancela de la Finca Larios se encuentra abierta. En caso contrario podeis saltarla, pues se trata únicamente de superar unos 300 metros por esa finca hasta llegar a la siguiente cancela y recuperar el camino, perfectamente señalizado. La información que me llegó es que el propietario ganó un juicio sobre su pretensión de que no haya señales del camino en su propiedad, pero no que pueda impedir el paso a ningún caminante.

Al llegar a la cancela vereis un montón de señales incitando al peregrino a desviarse por Riolobos. Hasta aquí me parece hasta lícito que alguien pretenda seducir con servicios y que cada cual escoja. Lo que no parece de recibo es la falta de respeto que recibimos los que optamos por seguir por la Finca Larios y ahorrarnos unos kilómetros y la horrible y aburrida carretera a Riolobos, además de disfrutar de un increible paisaje: una vez que enlazamos con la carretera de Riolobos, hemos dejado atrás esa localidad a unos 2.6 kms y debemos seguir hacia la derecha. Pues bien, hay un montón de flechas y carteles que tratan de confundir al peregrino para que gire de nuevo a la izquierda hacia Riolobos.

A esto cabe añadir los problemas de señalización que encontramos a partir de este punto en dirección a Galisteo, y en especial cuando llegamos al canal del Jerte y nos toca girar a la izquierda cuando llevamos unos 800 metros a su lado: el camino se pierde completamente. La única opción que encontré fue seguir por el canal aproximadamente un kilómetro más hasta dar con una cancela a mano izquierda que está cerrada, saltarla y seguir recto hasta encontrar una nueva cancela; volvemos a saltar y el camino ya nos lleva directo hasta la carretera de Galisteo.

Para más inri resulta que el albergue de Galisteo está cerrado porque se lo ha quedado la misma persona que gestiona el camping de Riolobos, y lo que hace es llevar a los peregrinos de nuevo hasta esa localidad.

Moraleja: está bien y es respetable hacer negocio con el camino, pero es impresentable engañar al peregrino y hacerle andar de más gratuitamente.