Ridur
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CHOZAS DE ABAJO

Ayer día 24 de agosto paramos en la localidad de Chozas de Abajo, allí hay un bar que da desayunos pinchos etc. Bueno  pues pedimos dos pinchos de tortilla y a parte de no estar nada buena ya que estaba seca y como un ladrillo nos cobraron 5€. Como puede ser que cobren más que en cualquier capital de España? Está claro que quieren hacer el agosto con los peregrinos, por lo tanto si se puede lo mejor es pasar de largo. Que se den cuenta que los peregrinos no estamos para que se hagan de oro con nosotros.

 

 

 

Manolo solo
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Hola amig@s, al hilo del comentario de ( Ridur)  que se queja del abuso de los precios en un bar, creo que esta práctica es más frecuente de lo que debiera. A algunos paisanos y a muchos extranjeros nos aplican el impuesto de la histórica picaresca española para forasteros.

Lo que para los peregrinos es una cosa puntual, si haces el camino completo se puede convertir en incremento considerable de lo que debiéramos gastar en comida a precio de pueblo. No es casualidad, si estudiásemos el tema averiguaríamos que ciertos locales de comida, sistemáticamente engordan las cuentas y reducen el servicio a los peregrinos (algo tan simple como no poner la tapa con la bebida).

Estas personas de mala fe que regentan algunos locales, se aprovechan de nuestra humildad, nuestra necesidad, nuestra soledad, nuestro desconocimiento de la lengua e incluso de nuestra austeridad colectiva. Lo que en el bar de cerca de casa exigimos: limpieza, listas de precios, educación en la atención, servicio; aquí no lo hacemos. Pasaremos por  aquí una vez y no podemos perder tiempo en discutir “por tres euros”, no tenemos ni ganas ni tiempo y tampoco hay otras opciones en muchos casos.

¿Qué hacemos? ¿Pedimos el tique? ¿Ponemos una reclamación?¿Llamamos a la policía?

Vamos con el tiempo justo, con el ánimo justo, con el espíritu justo y con las ganas justas para seguir el camino y lo hacemos, pedimos a Dios que perdone a quien se aprovecha de los peregrinos, de los que necesitan alimento y techo.

Nos sumimos en nuestra misión principal que es avanzar y las demás penurias y dolores no son más que minas que nos ponen a prueba en nuestro principal anhelo: caminar el camino, vivir esta experiencia espiritual sin las habituales alteraciones sociales.

No obstante, invito a todos los que sufran algún tipo de abuso: que pidan el tique, que pregunten los precios y que reclamen lo que vean incorrecto.

Cuando caminamos quitamos la rama que crece hacia el camino, apartamos la piedra en la senda o limpiamos de maleza la señal. No lo hacemos por nosotros, lo hacemos por el camino y por los peregrinos que vienen detrás. Cuando terminemos uno de los mejores recuerdos será nuestra aportación al camino y lo que hemos ayudado a otros peregrinos.

Las instituciones “velan” por nosotros. Ayuntamientos, Gobiernos Autonómicos. Federaciones etc etc.

 

“En tu camino encontrarás: mercaderes, personas necesitadas, personas generosas y personas indiferentes. Dale a cada cual tu dinero, tu ayuda, tu agradecimiento y tu ejemplo.

No puedes comprar mercaderes, ni ayudar a todos, ni tendrás siempre ayuda; pero si has conseguido que uno solo de los indiferentes vea en ti un modelo y siga “el camino”, todo este esfuerzo y sufrimiento habrá tenido recompensa.”

 

La máxima es: vivir con austeridad, no de la mendicidad ni la pillería.

 

Os paso esta anécdota vista en vivecamino.com

La picaresca española

La picaresca española… todo un clásico de nuestro país y que ha quedado reflejada en auténticos clásicos de la literatura. El Camino de Santiago ha sido telón de fondo de innumerables historias, tanto es así que Felipe II allá por 1590 tomó serias medidas contra todo aquel que tratara de beneficiarse y buscar el bien propio aprovechándose de los peregrinos.

El hábito era uno de los ropajes más utilizados por los peregrinos, a sabiendas de esto, no pocas personas comenzaron a utilizarlo - en especial ladrones - con la finalidad de confundir al peregrino. Felipe II optó por sólo permitir el uso de la vestimenta a aquellos peregrinos que llegaban de más allá de Los Pirineos.

Las anécdotas no concluyen aquí, en pequeños hurtos. Al igual que ocurre actualmente, los peregrinos reponían fuerzas en posadas y albergues. Dado que algunos de ellos eran extranjeros, los avispados dueños de los locales ofrecían comida podrida a los mismos, o inclusive un mayor coste de los servicios con respecto a los habitantes de la zona. Dichos actos no pasaron por alto para las autoridades de la zona, quienes sancionaron duramente esta actitud. Visto en: https://vivecamino.com/5-curiosidades-sobre-el-camino-de-santiago-que-no...