El Camino Francés desde Astorga, 2014
Nombre:
Miguel
Cómo:
A pie
Cuándo:
Agosto de 2014
Experiencia:
El Camino de Santiago es una experiencia sensacional, especialmente si lo recorres en solitario y estás dispuesto a compartir ideas y vivencias con el resto de los peregrinos. En mi caso particular, disfruté mucho del paisaje, de los compañeros que me fui encontrando y de la soledad... cuando la pude disfrutar. Lamentablemente, si viajas en agosto, como fue mi caso, hay que afrontar con paciencia la masificación de los últimos 100 kilómetros, donde se unen peregrinos, excursionistas, domingueros, romerías sinfónicas variadas y un agobiante tour de Francia. Igual eso empaña un poco la experiencia, pero por lo demás, es algo que merece la pena vivir.
Dificultad:
En líneas generales no es duro, pero tampoco es un paseo en barca. Hay que estar acostumbrado a andar y tener una condición física aceptable. Lo que no se puede hacer es ponerse una mochila de 10 kilos y ponerse a andar 30 kms. todos los días porque lo diga una guía o una recomendación en una página web. Cada uno tiene que ser consciente de sus limitaciones y ajustarse a sus posibilidades. Muchos se empeñan en llegar a tal pueblo porque es "la etapa que he leído en un libro" y acaban machacándose sin sentido. Además, sí hay tramos que son duros. Para mía, la bajadas de El Acebo y Triacastela son para andarse con mucho cuidado y para no confiarse, porque pueden causarte una sobrecarga o un esguince sin ningún problema.
Señalización:
Con la señalización ningún problema. Aunque es cierto que yo solo caminaba de día. Los días en los que salí algo más temprano de lo habitual había momentos en los que no tenía tan claras la señales, pero como coincidí con tanta gente enseguida te encontrabas. Me parece más preocupante el mal estado de alguno de los tramos que la señalización. Después hay casos peculiares, como el "paseo" que te hacen pegar en Ponferrada para que veas mejor la ciudad; pero supongo que ese es otro debate.
Albergues:
Ninguna queja por los albergues. Quizás el único apunte es que en agosto es recomendable reservar previamente si no te importa ir con los privados. En mi opinión, la oferta de albergues es amplia y más que suficiente; aunque también es verdad que solo recorrí los últimos 250 kilómetros.
Sugerencias a los futuros peregrinos:
El mejor consejo es que cada uno vaya a su ritmo y que no intente forzarse o seguir una marcha que no sea la suya. Creo que el camino hay que disfrutarlo, sin obsesiones y sin carreras. No me parece bien tomárselo como una competición, hay que andar, hay que compartir, hay que ayudar y, en la medida de lo posible, enriquecerse con la experiencia. Algunos se sienten más realizados por llevar una mochila de 15 kilos, andar más de 35 kilómetros al día o comer pulpo en Melide; cada uno tiene su forma de vivir el Camino; pero yo recomiendo tomárselo con calma, parar mucho, hablar mucho y vivir mucho. Es un tópico, pero también una verdad como un piano: el camino es el mismo para todos, pero el viaje, la experiencia, tiene que ser algo individual.