De Roncesvalles a León, verano de 2010-13
Nombre:
Vicenta Ybañez
Cómo:
A pie
Cuándo:
10-20 de Agosto (2010-13)
Experiencia:
Es una experiencia maravillosa, absolutamente aconsejable y aun diría más: dado los tiempos que corren, imprescindible. Aunque mi amiga y yo solo estamos 8 ó 10 días en el Camino cada año, logramos desconectar completamente del artificial día a día que nos impone el sistema de vida que llevamos. Vivir con lo mínimo, con lo poco que es necesario y disfrutar de la naturaleza (hermosa España) y de la compañía de la gente que vas encontrando es algo... impagable.
Dificultad:
Hay algunos tramos "durillos", y eso que aun no hemos hecho el que nos dicen que es el peor: la subida al Cebreiro, pero, como todo en esta vida, hay que medir nuestras posibilidades y adaptarnos de la mejor manera posible. Nosotras no hemos hecho las etapas tal como están establecidas en la mayoría de las guías sino que, según los kilómetros, hemos parado donde nos ha convenido. Hay algunas etapas que recuerdo especialmente, como la primera bajando de Roncesvalles, que, si no estás preparada se te hace eterno, o entre Villamayor de Monjardín y Los Arcos que hay más de 10 Km sin un árbol ni fuente ni nada (sí que hay matojos y os aconsejo sentarse un rato bajo ellos y descansar). LLEVAD SIEMPRE MUCHA AGUA.
Señalización:
Está, hasta ahora, muy bien señalizado. Si nos hemos perdido durante unos metros ha sido por culpa nuestra, por ir charlando y sin fijarse, excepto... la salida de Sansol, que sí que está mal señalizada, muy mal (al menos hace 3 años que fue cuando estuvimos) y nos perdimos durante al menos 3 Km, menos mal que encontramos a unos Ángeles (de verdad, es una historia...) y nos recondujeron. Gracias.
Albergues:
Hay albergues suficientes, y a pesar de ser agosto, siempre hemos encontrado sitio.
Sugerencias a los futuros peregrinos:
Llevar lo absolutamente imprescindible, poco peso (y si te das cuenta de que llevas de más, déjalo en el albergue), LLEVA SIEMPRE MUCHA AGUA, no sabes qué va a pasar y puedes sobrevivir con agua, pero no sin ella, zapatillas adecuadas (yo llevo sandalias), prepárate las etapas, descansa cada dos horas, sí o sí, aunque estés a punto de llegar, ábrete a la gente y sé feliz.